Mi amor eres tu...

Capítulo 21 Dulce pasión

Pensamiento Odanna

Desde que te conocí has sido una niña con una voluntad inquebrantable con un valor muy extraño, no te importó estar a punto de morir, me desafiaste a comerte dijiste que no importaba ya, tu único deseo fue escuchar de mi tu nombre, fuiste muy tierna al pedirme ser tu esposo, vi a una hija a quien debía cuidar, aunque eso no sería admitido en mi mundo, las alternativas fueron muchas y los años pasaron pensando en que eras indefensa alguien a quien cuidar, pero al regresar por ti... Fue sorprendente ver cuán bella eras, tu amabilidad desmedida con los más débiles Ayakashi, el sabor de tu comida, tu dulce aroma, la belleza que posees, robaste mi corazón con toda esa bondad, con la fortaleza que mostraste quede completamente maravillado... Es un enigma que me atrajeran  esas cualidades que son tan ajenas a un yokai como yo me confunden y...

Odanna Sama, Odanna Sama –Aoi comienza a besarlo suavemente –No luches más contra mi–Continuo dando delicados besos en sus labios y cuello –Odanna te amo –Susurro a su oído y después mordió con suavidad su pómulo –Eh –Odanna se estremeció al sentir la torpe mordida –¿Te lastime Dana Sama? –Miro con dulzura los ojos del Ogro, sus ojos temblaban y reflejaban un hermoso brillo –Que estas intentando hacer... –Se incorpora un poco y con una de sus manos tomo la cintura de la chica y con la otra acarició su espalda dando un profundo y tierno beso que al ser correspondido se comenzó a tornar apasionado, las manos acariciaron gentilmente él dorso del Ogro hasta su cuello, una de ellas delicadamente se postro en el pecho del yocai y suavemente lo comenzó a acariciar disfrutando la piel desnuda –Tu piel es tan suave, calida y tu corazón es bondadoso y protector –Se retiró un poco y con un profundo rojo en las mejillas abrió el Haori del Ogro introduciendo sus manos dulcemente, por un momento lo admiro y comenzó a acariciarlo –Que pecadora te estas volviendo mujer –La joven comenzando a besar y dar pequeñas mordidas en el pecho del pelinegro –Aoi por favor detente –Gimió el sonrojado ogro –Si continuas no podré contenerme más... -El gemido de sus palabras fue interrumpido por un delicado beso, dejándolo sentir la lengua de la chica jugando dentro de su boca torpe y tiernamente, algo en la fría joven cambio pero él no podía negar que le gustaba lo que ocurría, su mente ya no razonaba más allá del tacto sobre la piel –Se muy tierno Dana Sama, sabes que nunca –Los labios de esta fueron silenciados por un lujurioso beso, Odanna se puso de pie y cargo suavemente a la joven camino por varios pasillos con ella en brazos, besándola y mimándola hasta llegar a una habitación de puerta corrediza la coloco en el suelo diciendo –Esta es nuestra habitación de bodas –La joven deslizo la puerta y sintió su corazón latir con más fuerza, la recamara estaba completamente adornada al estilo nupcial, hermosas camelias por doquier, pétalos de flores, velas, aperitivos finamente elaborados, el ambiente era completamente romántico, a pesar de eso el esperaba el arrepentimiento de esta, como muchas otras veces había pasado –Aoi dime que es lo que deseas de mi, por favor –Susurro Odanna en su oído –Tiene mucho tiempo que soy de Odanna Sama –Susurro tímidamente, tomo su mano y camino dentro de esta cerrando suavemente la puerta llegando hasta el futon –Se gentil conmigo Sempai–Los ojos del Ogro se abrieron de las sorpresivas palabras de la joven, suavemente tomo su mentón y giro un poco su rostro para besar sus labios, continuo besando su cuello mientras sus manos jugaban en su cintura, con una desataba el delicado Obi y con la otra acariciaba el abdomen y las caderas de la joven subiendo de regreso hasta su cuello –Tu sabor es tan dulce que no podría describirlo –El obi cayó al suelo seguido del Haori del maestro ella volteo y acaricio con suavidad la piel desnuda del pecho de su amado sintiendo una corriente eléctrica que la hacía vibrar –Te amo Maestro, Te amo mi Odanna Sama –Suavemente abrió su kimono dejándolo caer al piso –Eres realmente hermosa –La admiro encendiendo más las llamas del deseo, retiro el resto de la parte superior de la vestimenta del Ogro dejando completamente desnudo el dorso del yokai.