Capitulo 4 Dulce tentación

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El molesto Ogro caminaba por los pasillos de Tenjin-Ya buscando a Gingi, tenía que saber que pasaba, después de mucho jugar al escondite topo con su trio de asistentes que platicaban entusiasmadas –Trio sin rostro no estén perdiendo el tiempo busquen a Gingi –Miro con molestia a las Ayakashi por su indisciplina.

Ume: ¿Esta seguro que eso desea maestro? ¿No prefiere ir a su habitación? –Dijo con tono alegre.

Odanna: No seas insolente, ten el honor de cumplir con tu trabajo –La miro muy molesto.

Take: Perdón Maestro no quisimos ser irrespetuosas –Reverenciaron en disculpa –No quiso ser indiscreta es solo que tiene una visita importante.

Odanna: ¿Quién me espera? –Gruño con fastidio.

Matzu: En verdad disculpe nuestro atrevimiento pero no podemos decirle –Se inclinaron en una gran reverencia –Le aseguramos que usted necesita ver a esa persona –Comenzaron a retroceder para escabullirse entre las sombras

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Matzu: En verdad disculpe nuestro atrevimiento pero no podemos decirle –Se inclinaron en una gran reverencia –Le aseguramos que usted necesita ver a esa persona –Comenzaron a retroceder para escabullirse entre las sombras.

Odanna comenzó a caminar por los pasillos con dirección a su habitación, la curiosidad se hacía presente en él, comenzando a disipar su enojo, puesto que sus asistentes siempre eran asertivas con él, su trabajo era impecable. Tal vez es Hatori tiene mucho que no está por aquí, debe de traer algo de licor para degustar o ese vendedor de tabaco y opio. Debo de tranquilizarme pensar con cabeza fría.

Abrió la puerta de su habitación y su sorpresa fue enorme al encontrar la pequeña mesa de te extendida.

El pequeño ramillete de flores que llevo a Aoi se encontraba decorando el centro de la mesa de té, una pequeña jarra al costado así como un paquete del que salía un aroma delicioso, 2 lugares se encontraban extendidos, coloco sus sandalias al costado de la entrada cerrando las puertas corredizas, camino por la habitación sin encontrar a nadie, aumentando su curiosidad, por ultimo se dirigió a la terraza a encontrándose con una muy agradable sorpresa, sus ojos se abrieron y se sonrojo levemente.

Aoi estaba allí durmiendo dulcemente, sentada enla terraza con semblante angelical, ver tanta inocencia en su rostro que seiluminaba con las luces que se vislumbraban al anochecer, era hermoso verla tanindefensa, esas mejillas se veían rosadas; el aroma de su piel llegaba hastaél, como flecha asesina directo al corazón, se acercó con cuidado, levantandoun mechón de su cabello, lo olfateo y mando de tras de su oreja, los ojos deOdanna se posaron en sus labios, rosados como camelias, tentadores comocaramelos. Se hinco frente a ella solo quería admirarla mejor, pero un pequeñodestello llamo su atención, bajo su mirada, encendiendo sus mejillas completamenteen rojo, el broche de la camelia seencontraba sujeto al haneri, aun que podía verse algo más. –Que lasciva eresprovocándome así –El fuego de ogro en el pecho de Aoi brillo con más fuerza,reaccionando al estado de ánimo que presentada el dios; al sentir el cálidoefecto del fuego ella extendió las manos y lo abrazo sorpresivamente susurrandoentre sueños –Sempai hitomebore shimasita. 

 

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