🦌Lander🦌
Necesitaba encontrar un apartamento. Y necesitaba que fuera cuánto antes. Pero para eso necesitaba dinero, lo que con suerte, ya no sería un problema. Acababa de dejar el hospital, había ido a qué le quitaran los puntos en la herida de la cabeza y de paso para que le dieran el visto bueno para volver al trabajo.
Lo últimos días en la casa de los Bellamy habían sido buenos. Maravillosos en realidad. Todo ese trato cálido, esa familiaridad a la que estaba volviéndose muy adepto… todo eso era por lo que necesitaba salir de esa casa cuanto antes.
Sería tan fácil acostumbrarse a vivir con esas personas. A tener a Lucas revoloteando a su alrededor cada que volvía de la escuela. A las charlas con Poppy que tenía un sentido del humor bastante cínico y que resultaba fascinante. Sería tan fácil acostumbrarse a Simon y su personalidad cálida, a esas miradas que a veces lo hacían sentir demasiado extraño por dentro. Sería un error dejarse envolver con la ilusión de algo que no podría tener. Maldita sea. De hecho ya estaba un poco involucrado con esa familia, por lo tanto necesitaba alejarse cuando aún estaba a tiempo.
Así que luego del hospital, tomó un autobús que lo dejaba cerca del estudio para el que trabajaba a tiempo parcial. Solo esperaba que aún hubiera espacio para él. Habló con Nord, su jefe, el día anterior y el hombre aseguro que aún estaba interesado en tenerlo abordo. Dudaba que eso cambiara en cuestión de horas, más no le sorprendería si así fuera. Porque después de todo su suerte ya había demostrado ser bastante perra. Entonces no debía descartar ninguna posibilidad.
Estaba por doblar en una esquina cuando su teléfono vibró en el bolsillo interior de su chaqueta. Se detuvo y lo revisó. Su corazón dió un vuelco al ver que era Simon. Ni siquiera quería empezar a preguntarse lo que esa repentina emoción que lo invadía, podía significar.
—Hola— dijo en cuanto respondió la llamada. Su estómago estaba graciosamente apretado. Se sentía un poco como cuando era adolescente y se enfrentaba a una situación que era aterradora y emocionante a la vez.
—Hey, Lander— ugh. Le encantaba como sonaba su nombre en la voz de Simon. Estúpido tal vez, pero no pudo evitar cerrar los ojos y morder su labio inferior para contener sus sonrisa— ¿Ya saliste del hospital?
—Sí. Y todo bien. Me quitaron los puntos y la doctora dijo que puedo empezar a retomar las cosas.
—Eso es maravilloso. También es un verdadero alivio saber que la recuperación va tan bien.
—Lo sé.
—¿Necesitas que vaya a buscarte?
Y justo a eso se refería al decir que Simon Bellamy era demasiado cálido. Puede que solo estuviera ofreciéndose porque aún creía que era su responsabilidad asegurarse de que Lander terminara de recuperarse. Pero vaya que resultaba bastante fácil caer un poco más antes sus atenciones. «No es lo que piensas», se recordó.
—Gracias, pero en realidad debo ir a ver a mi jefe para decirle que ya puedo volver al trabajo.
Eh, en teoría la doctora había dicho que un par de días más de reposo era lo recomendable. El dinero por otro lado no podía esperar otro par de días. A como estaban las cosas era muy probable que terminara pidiéndole un préstamo a Nord y así poder buscar un apartamento. Le gustaría algo para él solo, esta vez sin compañeros de piso que podrían apuñalarte por la espalda, más no podía hacerse ilusiones. No podría pagar un lugar para él solo. Al menos no de momento.
—¿Tan pronto?— Casi podía visualizar a Simon frunciendo el ceño. ¿Y no era eso ridículo?
—Me hubiera gustar volver hace días— se rió a medias. —En fin, supongo que volveré en un rato más.
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Un regalo inesperado
Short StoryA veces estar en el lugar equivocado, en el momento correcto, puede cambiar el rumbo de una vida. Historia corta. Probablemente demasiado cursi, sin drama y...a lo que ya están acostumbra@s con mis historias de navidad jaja. NO copias NO adaptaci...