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🎁Simon🎁

Había muchas, en verdad, muchas razones por las que no debería estar llevando a Lander Stainer a su casa. Vamos que no lo conocía en lo absoluto. Sí, había evitado que su hijo resultara lastimado, y sin embargo eso no quería decir que Simon se olvidara de lo peligroso que podía ser llevar a un desconocido a su casa. No solo se trataba de él y tampoco le preocupaba tanto el ser robado o algo por el estilo, la razón principal eran Lucas y Poppy. ¿Era sensato llevar a aquel hombre a su casa aun sabiendo que podía estar poniendo en riesgo a su pequeño hijo y a su hermana?

Por supuesto que no. Era lo opuesto a sensato. Y sin embargo ahí estaba, conduciendo a casa con Lander Stainer viajando en el asiento del copiloto. iba medio hundido en el asiento, con los ojos cerrados y el ceño fruncido. Seguramente tenía dolor de cabeza. Un efecto negativo de la conmoción cerebral. Simon nunca había tenido una pero sabía que eran muy molestas...y peligrosas. Incluso si a Lander le habían dado el alta, aún corría el riesgo de que el golpe en su cabeza diera más problemas. Era por eso que no podía dejarlo solo.

Bueno, igual y podría estar mintiendo al decir que no tenía a nadie más ¿Verdad?

Sí. Y aún así, Simon seguía empeñado en llevarlo a casa consigo. Al menos un par de días hasta estar seguro de que podía estar bien por su cuenta. Además, mientras esperaban el papeleo para que pudiera dejar el hospital, se permitió analizar su breve charla con Lander quien había dicho que se había mudado hace poco, por lo que no tenía amigos cercanos en aquella ciudad. Además...sobre sus pertenencias, las que había dejado tiradas frente a la panadería...una de las cajas no estaba bien sellada y se abrió, de lo contrario no había pensado mucho en ello mientras recogía los objetos porque estaba demasiado preocupado por el hombre que era atendido por los paremédicos, pero ya sin la preocupación tan intensa podía recordar que la mayoría de cosas que cayeron de la caja eran de cuidado personal. Desodorante, loción, un cepillo para el cabello...pasta de dientes.

Tal vez estaba sacando conclusiones apresuradas, pero que pasaba si Lander Stainer no tenía hogar aún. No sabía exactamente cuánto llevaba de haberse mudado, pero la posibilidad de que fuera demasiado reciénte como para no contar con un domicilio, no era tan descabellada.

—¿Te duele demasiado la cabeza?— le preguntó para llenar el silencio que invadía el vehículo. Y también para dejar de pensar de más.

—Un poco. Pero no es insoportable. Solo molesto— abrió los ojos a medias mostrando un poco de esel color azul tan profundo. —Oye, de verdad, no debes llevarme a tu casa. Eso podría ser incómodo y...a tu esposa podría no gustarle.

—Está bien, no te lo ofrecería si fuera un problema. En cuanto a mi esposa, no tengo una— se encogió de hombros.

—¿Estás divorciado?— Lander Stainer había abierto los ojos por completo para darle una mirada cargada de curiosidad. Se notaba joven, quizá a mediados de los veinte. De pronto el rubio carraspeó y desvío la vista. —Lo siento, eso fue demasiado entrometido.

—Sin problema— y soltó una corta risa. —Y sí, estoy divorciado. Pero no de una mujer.

Lo último lo soltó de manera cautelosa. Porque no sabía que pensaba Lander sobre las relaciones del mismo sexo. Si resultaba que estaba en contra de ello, entonces si que podían tener un problema. Sin embargo a Simon le gustan ser optimista y no pensar lo peor de las personas al instante. Prefería darse la oportunidad de conocerles primero.

—Oh— fue todo lo que dijo. Esa respuesta no daba mucho. Parecía sorprendido, pero no incómodo o en contra. Decidió tomar eso como una buena señal.

De cualquier manera no tuvo demasiado tiempo para seguir analizando al rubio, puesto que habían llegado a su destino. Aparcó su auto a un costado del edificio. Luego guió a su acompañante por la puerta lateral, la que daba a las escaleras que llevaban a su vivienda. Afortunadamente la puerta que conectaba con el taller estaba cerrada, por lo que nadie los detuvo mientras subían.

Un regalo inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora