🦌Lander🦌
Se tocó los labios por lo que debió haber sido la enésima vez en el día. No podía dejar de hacerlo, porque a pesar de todas las horas que habían pasado, seguía sintiendo el calor de la boca de Simon contra la suya. Fue sin duda el beso más interesante y satisfactorio que había tenido en su vida. Porque muchas veces escuchó a personas que decían haber recibido besos que incendiaban la sangre. Creyó que era solo una exageración.
Al menos hasta la noche anterior cuando comprobó por cuenta propia lo que era recibir un beso así.
Y quizá pudo haber tenido más de eso. Más de la boca y las manos de Simon Bellamy haciéndole sentir que estaba volando tan alto...pero se asustó. La intensidad del beso fue suficiente para que cuando Simon se alejó y Lander pudo empezar a pensar de nuevo, se sintió tan aterrado por la manera en que su cuerpo reaccionó al mayor. Así que eligió huir a su habitación y encerrarse ahí en lugar de esperar para poder hablar con Simon y aclarar que era lo que había pasado entre ellos.
Lander no se consideraba un hombre inseguro y casi nunca le importaba lo que los demás pudieran pensar de él. Con Simon era diferente. Con él se sentía vulnerable y a la vez tan agusto. Pero también le preocupaba demasiado lo que pudiera pensar de él. Prueba de ello fue lo conmovido que se sintió cuando el mayor lo eligió por su talento.
"Y tal vez mi opinión no sea ni de lejos tan importante, pero creo que eres increíble. Lo creo de verdad", había dicho Simon. No tenía idea de lo que su opinión significaba para Lander. Eso era algo por lo cual preocuparse porque ¿Cómo era posible que le importara tanto lo que pensara de él un hombre al que había conocido hace poco?
Esa pregunta sin respuesta no lo dejó dormir por la noche. Por eso esa mañana se levantó muy temprano, incluso antes de que el mismo Simon lo hiciera. Solo dejó una nota en la mesada de la cocina en dónde decía que debía atender unos asuntos, pero que volvería más tarde; Algunas horas después de su huída, estaba sentado en la oficina de su jefe.
Nord le estaba dando una mirada entre preocupada y divertida. Sip, le contó todo a su jefe porque sentía que si no lo hacía, se volvería loco.
—¿No vas a decir nada?— preguntó un poco nervioso por el largo rato que su jefe había pasado en silencio.
— Es que no sé que decir— Nord se reclinó en el respaldo de su amplia silla. —Creo que debiste quedarte y aclarar las cosas con él.
Suspiró dejando caer la cabeza contra el escritorio. Sabía que su jefe tenía razón. Aclarar las cosas era la mejor opción. El asunto es que no sabía que decir al respecto y seguro como el infierno que no iría hasta Simon solo para decir algo tipo:
"Hey, creo que estoy medio enamorado de ti. ¿No es eso loco? Ahora ven aquí y bésame como anoche?".
De solo imaginarse diciendo algo así, se le calentaba el rostro a causa de la vergüenza. Es más, ni siquiera sabía como haría para verlo a la cara sin ponerse en ridículo. Al final se soltó a reír, nunca creyó que un beso lo volvería un desastre.
Volvió a enderezarse, está vez dejando que sus ojos vagaran por las blancas paredes del lugar. Había algunos cuadros colgados aquí y allá. La mayoría eran bocetos de tatuajes hechos por los diferentes artistas de la tienda, los cuales Nord parecía disfrutar coleccionando. Esperaba que algún día también colgará uno suyo ahí.
—Vuelve y habla con él— aconsejo si rubio jefe en un tono más suave. Cómo si supiera que Lander en verdad estaba pasando por un momento crítico de indecisión. —Por lo que me dices y por la interacción que ví entre ustedes ayer, Simon Bellamy está interesado en tí.
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Un regalo inesperado
Short StoryA veces estar en el lugar equivocado, en el momento correcto, puede cambiar el rumbo de una vida. Historia corta. Probablemente demasiado cursi, sin drama y...a lo que ya están acostumbra@s con mis historias de navidad jaja. NO copias NO adaptaci...