🎄7🎄

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🎁Simon🎁

Observó a Lucas reír mientras Lander le contaba una historia y sintió que su corazón se apretaba de manera dolorosa. Su pequeño hijo sufriría mucho cuando se enterara de que Lander se iría pronto. No sabía que haría cuando eso pasara.

Por lo mañana, luego de que Lander le contara un poco de su vida y le dijera que se marcharía pronto, Simon no supo que decir el resto del camino de vuelta a casa. Quiso pedirle que no se marchara, que se quedará por tanto tiempo como quisiera. No lo hizo porque no entendía de dónde había salido ese deseo de mantenerlo cerca.

Se suponía que lo había llevado a casa solo como algo preventivo, solo un para de días para asegurarse de que se estaba recuperando bien. El asunto es que no contaba con que en esos pocos días le tomaría cariño. ¿Y no era eso inusual? Porque apenas lo conocía y no sabía demasiado del rubio, aún así quería que se quedara.

Por eso cuándo estacionó el auto, lo único que pudo decir fue:

No te vayas aún. Quédate al menos hasta el final de la semana.

No sabía por qué le pidió tal cosa con tanta suplica. De todos modos se sintió aliviado cuando Lander asintió casi imperceptible antes de bajar del auto y dirigiese hacia el apartamento. Y aún varias horas después de ese extraño momento, Simon seguía sin poder explicarse por qué quería que Lander se quedara con ellos.

Bueeeno, en realidad si tenía una idea del por qué, es solo que no sabía si aceptarlo era lo mejor. Encontraba a Lander atractivo, eso era evidente y ni siquiera iba a negarlo. Le encantaba sus ojos y su sonrisa. Pero más allá del físico, le gustaba su presencia y lo agradable que le resultaba. También le gustaba mucho la manera en la que trataba a Lucas. Era cálido y amable con el niño, le tenía paciencia. Parecía disfrutar de tenerlo alrededor. También era muy bueno con Poppy.

Era quizá eso lo que más le atraía de Lander Stainer: la facilidad con la que había encajado en su pequeña familia. Dios, eso era algo grande.

—Alguien está pensando de más— Poppy tomó asiento a su lado en la mesa. Solo entonces Simon recordó que tenía un montón de facturas por ordenar. —¿Qué pasa hermano?

— Nada— empujó las gafas sobre su nariz y suspiró— en realidad si pasa algo— dijo en tono bajo, lanzando una mirada hacía la sala en dónde su hijo y Lander seguían charlando animadamente — Lander va a irse pronto. Me preocupa como se lo va a tomar Lucas. Después de todo parece muy apegado a él.

—¿Y es Lucas el único que te preocupa?— Poppy alzó una de sus perfiladas cejas— Porque a mí me preocupas tanto como Lucas. ¿Qué? No me veas así. He notado las miradas de cordero que le lanzas.

—Yo no…

—Ahórratelo, Simon. Te conozco lo suficiente— su hermana bajó más la voz— Lander te gusta. Lo noté desde el primer día que se quedó aquí. Y creo que tú también le gustas.

—Poppy, basta.

—Pero es la verdad. Lo ves con corazones en los ojos y él hace lo mismo.

—No— sacudió la cabeza, recogió los papeles esparcidos sobre la mesa y fingió que estaba demasiado entretenido.

—No se cuál es el problema. Tú estás divorciado, él es soltero, se lo pregunté. Y lo que también es importante, Lander y Lucas se llevan bien ¿No es es una buena señal?

—Apenas lo conozco.

—Algo que se soluciona fácil. Solo pregunta, invitalo a salir y entonces date la oportunidad de conocerlo— insistió la chica —No veo por qué desaprovechar la oportunidad. Hace mucho que no sales y le das importancia a tu vida sentimental. Eres un gran padre, Simon, de eso no cabe la menor duda. Sin embargo también necesitas darle importancia a otros aspectos de tu vida.

Un regalo inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora