OVA: Pequeñas Dragneel.

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Tres personas se encontraban comprando helado en pequeño pero humilde puesto de helado.

- ¿Y de que sabor quieren sus helados?- pregunto una chica de unos veintiocho años de edad.

- Yo quiero uno de fresa, por favor Sara-san - dijo una pequeña pelirroja de unos siete años de edad.

- Y yo quiero uno de vainilla, por favor- dijo una pequeña niña de unos siete años de edad justo como la otra niña.

- Ustedes tienen los mismos gustos de sus madres, Layla-chan, Asami-chan- sonrió Sara, realmente tenían mucho en común con los gustos de sus madres. Luego voltio a ver a el adulto que acompañaba a las pequeñas, era una hermosa mujer peliroja con cuatros trenzas, un sombrero algo grande- y usted Irene-san, ¿Va a querer algo?.

- uno de fresa y chocolate, por favor- respondió Irene amablemente.

Un hombre que estaba de paso pudo ver a Irene, cautivado por su belleza y se acercó hasta posicionarse detrás de ella donde delicadamente tocaría su trasero. Se acercó un poco más a ella hasta llegar hasta su oreja y decir...

- Usted si que es hermosa hermosa mujer, ¿Quiere venir y pasar un gradable rato conmigo?, Prometo que la pasaremos muy bien - decía aquel hombre sin darse cuenta que en el rostro de Irene había una sonrisa tétrica plasmada en ella.

Y Irene solo miro a la joven chica que atendía el puesto de helados, ella compendio lo que quería hacer Irene y se alejó del lugar con las niñas que disfrutaban de su helado ( que rápidamente sirvió sus helados para alejar a las niñas)

- L-Lo lamento s-señor pero en este momento me encuentro acompañada por mis n-nietas -dijo Irene fingiendo timidez, voltiado lentamente voltea a ver al hombre y finguio un pequeño sonrojo, cosa que maravillo al hombre.

- Hermosa - fué lo único que pudo pronunciar aquel hombre al ver de cerca a la hermosa mujer que tiene de frente.

- P-Pero si quiere algo conmigo tiene que aceptar como soy

- Te aceptaré tal y como eres- dijo sin pensar aquel hombre.

- E-Eso me hace muy feliz - respondió Irene dándole una sonrisa que hizo que aquel hombre quedará embobado totalmente.

Irene se alejó un poco de él y de repente su cuerpo empezó a brillar y su luz cegó temporalmente al hombre y cuando recupero su vista, lo primero que vio fue un dragón de unos quince metros.

- ¡Q-Que demonios!!- grito el hombre sumamente asustado.

- Está es mi verdadera forma, ¿Acaso no soy bonita?, A mi esposo le gustaba ... Bueno eso era ante de comérmelo, hablando literalmente jajaj- Irene acercó su rostro al del hombre y le sonrió mostrado sus colmillos.

- ¡Alejate!- grito el hombre mientras salía corriendo como alma que lleva el diablo.

Irene volvió a su forma humana para después echarse a reír. Sara se acerca a Irene con Asami y layla.

- Usted es muy mala Irene-san, asustado a los hombres que intentan acercase a usted- dijo Sara mientras trataba de contener su risa.

- Bueno, ellos se lo merecen por propasarse con una dama tan delicada como yo- dijo mientras se hacía la ofendida.

Un hombre y una mujer salieron de sus locales al observar un dragón de quince metros, aunque ya sabía de quién se trataba.

- Bueno, ya estamos acostumbrados, a pasado tantas veces que ya perdí la cuenta- dijo un señor de unos cincuenta años de edad, él es el dueño de una tienda de carpinteria.

- Al menos esta vez no fue destruido mi negocio - dijo una chica de unos treinta y cinco años de edad, ella es la dueña de una pequeña florería que anterior mente.

Pequeñas DragneelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora