- Entonces ¿Taylor y tú ya no van a firmar el divorcio?
Scott preguntó a su hermano quien empacaba su maleta deprisa, debía llegar a Tennesee antes de que la tormenta de nieve en Boston le impidiera volar.
- Que vaya a pasar la navidad con ella y con mi hija no significa que nos hemos reconciliado.
Scott lo miró furtivamente.
- Es Navidad hermano, todo puede suceder.
Chris Evans asintío desanimado; el mejor que nadie deseaba que Taylor y él arreglaran sus problemas y volvieran a estar juntos, por su bien y por el de Gabrielle, su pequeña hija de tres años, fruto de su amor.
Ambas celebridades se conocieron en una fiesta de Ryan Reynolds quedando flechados al instante, tan grande fue su amor que no duraron en casarse en secreto y trayendo al mundo a una hermosa y maravillosa niña; pero por sue apretadas agendas y escándalos del actor, su matrimonio se fue a la quiebra, pero ambos se amaban y al menos él tenia la esperanza de recuperar a la cantante.
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- ¡Gabrielle! Deja de molestar a Olivia cariño, vas a ensuciarte y tu padre no tarda en llegar.
La pequeña rubia obedeció a su madre y corriendo llegó hasta el árbol de navidad donde decenas de regalos lo decoraban, sonrió al ver el lugar donde noches anteriores había dejado su carta; emocionada esperaba la noche para ver los regalos de santa.
Taylor ordenaba a su personal las indicaciones para la cena navideña un tanto nerviosa, solía acomodar las arrugas inexistentes de su vestido color verde y jugaba con el tacón de sus zapatos; el ver a su aún marido seguía poniendo sus nervios de punta.
El cerrojo de la puerta principal se movió indicando que el actor había llegado.
Una sonrisa amplia se formó en los labios de la niña quién soltó un grito eufórico yendo hacía su padre quien la sostuvo en sus brazos dando vueltas con ella.
- ¡Papi! ¡Papi!
- Hola princesita, ¡Mira cuanto has crecido! - Chris miró con melancolía a su hija quien sonreía dejando ver sus pequeños dientes, besó sus mejillas regordetas caminando con ella en brazos rumbo hacía donde Taylor los había estado observando.
- Gracias por invitarme - Chris agradeció con una media sonrisa recibiendo un asentimiento por parte de la mujer que seguía amando, no podía evitar mirarla con detenimiento, a pesa de tener medio año sin verla, seguía sorprendiendose de su belleza.
- Gabrielle merece pasar una navidad con nosotros juntos, es por ella.
Taylor se sintió una terrible mentirosa, ella tambien necesitaba a su esposo.
La familia se reunió en el comedor donde cenaron armoniosamente ante las ocurrencias de la pequeña rubia quien hacía reir a sus padres todo el tiempo.
Cenaron postre y vieron algunas peliculas navideñas hasta que Gabrielle cayó rendida en los brazos de su madre, ambos subieron a la habitación de la niña a acostarla, velaron sus sueños un rato hasta que salieron de la habitación.
- Debo irme...
Taylor lo miró atenta.
- Puedes dormir aqui, es tarde para que regreses al hotel.
Chris asintío.
- Si no te importa dormire con Gabrielle.
- Claro sin problema, buenas noches Chris, ¡Feliz navidad!
- ¡Feliz navidad Tay!
La rubia sonrió para despues darse la vuelta y encerrarse en su habitación intentando coinciliar el sueño, pero le parecía imposible, la cama nunca se había sentido tan fría como aquella noche; molesta por estar dando vueltas en la cama sin dormir, se colocó su bata y bajo a la cocina por algo de leche tibia y una rebanada de pastel, pero a quien encontró fue a Chris bebiendo vino.
- Lo siento, yo no puedo dormir - el actor la miró avergonzado.
- No pasa nada, esta también es tu casa - Taylor se apresuró a servirse una taza de leche y tomó un par de galletas de la alacena, se disponía a huir cuando la voz de Chris la detuvo.
- Taylor, te amo, siempre será asi...
La mujer cerró sus ojos sintiendo su corazón ablandarse.
- Se que cometí muchos errores, de verdad quiero remendarlos, quiero una nueva oportunidad.
La mujer se giró dejando su comida sobre la barra de la cocina acercándose al actor quien se abstenia de llorar.
- Estos días han sido terribles, nisiquiera he decorado la casa de Boston, para mi la navidad no existe si ustedes no están a mi lado.
Taylor lo miró con lástima, se acercó a él abrazándolo con fuerza.
- Nada es igual sin ustedes, las necesito tanto en mi vida.
- Y nosotras a ti, ha sido un infierno....
Chris la besó callandola, la abrazó con fuerza sintiendo como su corazón volvía a unirse en uno sólo.
- ¡Feliz navidad cariño!
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