⁰⁸➝ cita

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Con ocho meses de embarazo, Sunoo iría nuevamente a una de esas citas con su doctora. Aunque esta vez algo sería distinto, su alfa se hizo un pequeño espacio en su últimamente apretada agenda para acompañarlo.

El omega estaba más que emocionado, Sunghoon nunca había ido con él a este tipo de actividades, las que involucraban a su bebé. A Park no le agradaban mucho los hospitales. Aún así ahí estaba, conduciendo hacia el hospital para conocer de primera mano como estaba creciendo su cachorrito, aunque le faltaran pocas semanas para nacer.

— ¿Y bien? ¿Estás nervioso? —El pálido puso su delgada mano sobre la de su pareja mientras veía las transitadas calles de Seúl por la ventana de la camioneta.

— Casi nada, solo iremos a ver cómo está nuestro bebé, ¿no? —Sunoo asintió sonriendo.

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Sí, había aceptado acompañar a su chico al hospital, pero jamás nadie le comentó quién era su doctor, o mejor dicho, doctora. Shim Jayoon, alfa por cierto, de complexión delgada, rostro hermoso, bastante alta e inteligente, fue la novia de Sunoo antes de que Sunghoon y éste fueran siquiera amigos; y, sin embargo, Sunghoon seguía dedicándole a la mujer su mirada más llena de odio.

Y no se le puede culpar, cuando un alfa está a punto de ser padre se vuelve muchísimo más territorial y agresivo con todo aquel que quiera acercársele a su cría u omega con malas intenciones. Todo lo referente a Shim Jayoon suponía malas intenciones en la mente de Sunghoon.

— Entonces, todo normal, ¿cierto, Sunnie? —La alfa sonrió, al igual que el delgado omega acariciando su vientre.

— Sí, es solo que... ¿es normal que patee como un futbolista? —Suspiró sonriendo con nerviosismo.— De verdad me duele.

La mujer ignoró la cara de pocos amigos que el alfa de su bello ex le dedicaba y se puso de pie, teniendo la intensión de ir con Sunoo.

Sin previo aviso un fuerte gruñido la hizo detenerse y encarar al otro alfa, situación que dejó a Sunoo severamente avergonzado.

— Relájate, Park, es de rutina. —La castaña rió con burla, volviendo a acercarse al pelinegro. Cuando lo logró le sonrió al omega y se agachó junto a él. Pero cuando estaba dispuesta a tocarle el vientre al omega...

Otro gutural gruñido y los filosos colmillos de Sunghoon asomándose.

— ¡Park Sunghoon! ¡Sal de aquí!

— Pe-pero, Sunoo, ¡ella va a tocarte! ¿por qué va a tocarte? ¡solo yo puedo tocarte! —Sus colmillos desaparecieron y un puchero se posó en sus gorditos labios. La doctora soltó una sonora carcajada que lo hizo enojar más.

— Ella es mi doctora, la doctora de TU hijo y tendrás que soportarlo. —Sunoo cruzó sus brazos— Así que, por favor, sal, Hoonie, ya casi acaba la cita.

Sunghoon miró a Jayoon y ésta volvió a sonreír con burla, dejando aumentar su aroma a menta. Cosas de alfas, pensó Sunoo, jamás lo entendería. Aunque también fuera experto en armar escenas de celos.

— No lo haré demorar ni 10 minutos, Park.

Vaya mentira, el alfa llevaba casi dos horas en la sala de espera y su omega no daba ni una señal de vida. Estaba preocupándose y poniéndose aún más celoso, tanto que las personas a su alrededor no tuvieron de otra más que taparse la nariz y hacer muecas que daban a entender su desagrado.

— Entonces, se pondrá algo duro y sentirás uno que otro calambre leve, después se extenderán desde tu espalda hasta aquí. —Estando a medio pasillo, y con una mano en la espalda del pequeño omega, la doctora Shim deslizó su otra mano hasta el bajo vientre de Sunoo, algo que para nada le agradó a Sunghoon.

— ¡Suéltalo! —Eso salió más como un gruñido que como una petición. El alfa se puso rápidamente de pie y caminó hasta su pareja, logrando que la bella mujer diera un paso atrás.

— Oh, lo siento, Jayoon, no le hagas caso. —Kim rió suavemente, ignorando el brazo que lo tomó con posesivamente por la cintura.— Y gracias, nos vemos dentro de unas semanas.

— Hasta luego, lindo.

La doctora miró a Sunghoon, después a Sunoo y le dedicó una sonrisa, para después marcharse hacia su consultorio.

— ¿Cómo te fue, cielo? —Sunghoon sonrió en grande.

— Ay, Sunghoon. —Sunoo rió bajito.— Eres un bobo, y ya vámonos.

El alfa asintió sonriente, tomó la mano de su amado y juntos salieron del hospital bajo la atenta mirada de los pacientes que estaban en la sala que los miraban con ternura y alegría.

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4/5

Kim sunoo está embarazado. ‹𝟹 SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora