Kim sunoo está embarazado. ‹𝟹 Sungsun

⁰⁹➝ preparación

Sunoo estaba revisando absolutamente todo. Jayoon le dijo que faltaba muy poco para el nacimiento de su bebé, bebé que por cierto nunca dejó saber su sexo en las ecografías, se cubrió la entrepierna a toda costa.

— Bien, el bolso está listo, la habitación igual...

Miró a todos lados del cuarto de su cachorro o cachorrita. De colores amarillos, blancos, un poco de rosa y azul, у todo se veía extremadamente lindo y adorable.

— Tus abuelos van a estar cómo locos. —Acarició su vientre mientras sonreía al ver el anillo de oro rodeando su elegante dedo.— ¿Te parecerás a tu padre? Espero que no, él no te va a а parir, ¿eh?

Entrecerró sus ojitos mirando su barriga con recelo. Finalmente sonrió y salió de la habitación del bebé.

El tono de llamada de su celular, una pequeña parte de la canción "Gorilla" de Bruno Mars (su artista favorito), lo alertó y fue a contestar, casi arrepintiéndose al ver quién había llamado.

—¿Sí? —Suspiró sabiendo que le sería fácil librarse de su padre por unas cuantas horas.

—¡Amor! Quería decirte algo... —El pelinegro hizo un sonidito de afirmación.— Lo que pasa es que después de que des a luz ya no podremos verte en un tiempo.

¿Eh?

—¿Y eso por qué? ¿Van a irse papá y tú? —La fatiga invadió su cuerpo y fue a sentarse al sofá.

—No, ¿aún no lo sabes? —Jiyong rió sonoramente.— Mi yerno se pondrá bastante territorial y no te dejará salir durante unos días.

Ah, eso. Ya le habían comentado pero no pensó que fuera para tanto.

—Entonces Seunghyunie y yo queremos invitarlos a comer, podré darte algunos consejos y eso, mi amor. —Sunoo lo pensó un rato, al final aceptando. Igual Sunghoon quería ir desde hace un buen rato.

—Está bien, supongo. —Suspiró cerrando los ojos.— ¿Cuándo?

—Hoy mismo, Sunsun. —Sunoo bostezó.— Nos vemos más tarde, cielo.

Pero, el pálido omega no se sentía del todo listo para recibir la, seguramente, gráfica explicación que le daría su padre.

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— ¡Por fin! —Sunghoon brincaba alegre mientras se acercaban al jardín de la familia Kim.— ¿Supiste del cuadro que compró Seunghyun hace poco? Ya quiero verlo.

Sunoo sonrió levemente. De verdad no entendía cómo es que su alfa se llevaba tan bien con todos los integrantes de su familia, aunque quizá era por su personalidad, que agradaba a todos. En cambio él no tenía una muy buena relación con la madre de Sunghoon, su personalidad y la de la alfa eran completamente distintas y, por lo tanto, chocaban mucho.

— ¿Qué tienes? ¿Por qué no hablas, gatito? —El omega miró al rubio mientras éste tocaba el timbre.

— Solo es cansancio, cargar a un bebé de ocho meses no es nada fácil, Park.

La puerta fue abierta, dejando ver a un joven bastante atractivo, por su dulce aroma a miel pudieron saber que era un omega.

— ¿Y tú quién eres? —preguntó a la defensiva, Sunghoon negó repetidas veces.

— Oh, lo siento. —Hizo una reverencia.— Kim Hyojeong, yo...

— ¡Hyojong-ah! —Sunoo abrió en demasía sus pequeños ojitos gatunos al olfatear el aroma y escuchar la voz de su querida hermana mayor.

— Me largo. —El omega pelinegro se dió media vuelta dispuesto a regresar al auto.

— Sunnie, Sunnie, detente. —Su alfa se apresuró a bloquear su camino.— ¿Es malo que Hyuna esté aquí? Es tu hermana. Vamos.

A regañadientes, Sunoo fue llevado de nuevo hasta la entrada, donde ya no había nadie, así que decidieron pasar a la linda casa de los Kim.

— ¡Sunoo! ¿Por qué tardaron en pasar? —Jiyong llegó sumamente emocionado a abrazar a su cachorrito menor.— Hola, Hoonie. —El alfa correspondió cortesmente a la sonrisa que le regaló su suegro.

— ¿Qué hace aquí tu hija? —Sunoo se separó de su padre.— ¿Quién demonios es el que abrió la puerta?

Sunghoon se adentró en la casa en busca de su otro suegro.

— Ah, eso. Hyuna regreso de su viaje y, no te lo comenté, pero ya tiene pareja. —Sonrió aún más, estaba orgulloso de su niña, aunque la alfa ya estuviera en sus treinta.

— ¡Sun! ¡Sun! ¡Sun! —Y hablando de la reina de Roma... La alfa soltó la mano de su acompañante para ir corriendo hasta su hermanito menor.

— Ay, no, no te me acerques. —Sus palabras quedaron en el aire cuando fue apresado entre los fuertes brazos de Hyuna.— ¡Mi cachorro, Kim!

— Tienes razón, se me olvidaba que seré tía. —Acarició la pancita no tan pequeña de su hermano.— ¡Hyojong-ah, ven! ¡Mira que adorable!

El omega, que había visto la escena desde un lugar algo apartado de la familia se acercó lentamente, algo tímido.

— No tengas vergüenza, Jongie, ya eres parte de los Kim. —Ese fue Jiyong, que estaba detrás de Sunoo.

El pelinegro miró algo desconfiado al otro omega, pero finalmente aceptó que tocara suavemente su vientre, sintiéndose entonces alegre al ver la tierna sonrisa que apareció en el rostro del otro.

— Ni siquiera sé quién eres. —Hyojong se sonrojó, arrepintiéndose rápidamente por no haberse presentado.

— Una disculpa, s-soy Kim Hyojong, e-eh, también soy...

— Mi omega, Sun. —Hyuna se puso al lado de su pareja y lo abrazó por la cintura.— Es hermoso, ¿no? —Besó la mejilla del castaño, provocando que éste riera nervioso.

— Absolutamente lo es, ustedes dos son una hermosa pareja. —Dijo Jiyong dirigiéndose a la cocina.— Y, hablando de lindas parejas, ¿dónde está Sunghoonnie, Sun? tu padre también desapareció.

El pálido se encogió de hombros, yendo a uno de los sillones.— Ve a buscarlos, papá. —Se acomodó, mirando. como la pareja también se sentaba como él.— ¿Qué? —Musitó al notar que el otro omega no dejaba de observarlo.

— O-oh, nada, lo siento.. —El otro se ruborizó.— Y-yo...

— ¡Oye! ¡Pequeño bastardo! —La alfa atrajo a su cuerpo al omega.— Él solo quería preguntarte algo.

Sunoo se sintió algo mal y, como autocastigo, dejó que el castaño le preguntara todo lo que quisiera.

Cuando por fin Jiyong regresó con su querido esposo y yerno, todos se pusieron a cenar. Cuando terminaron se quedaron conversando un rato; Seunghyun y Sunghoon acerca de arte e historia y los demás temas acerca del embarazo, parto y demás cosas de las que Sunoo deseo nunca haber sabido nada.

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