Kim sunoo está embarazado. ‹𝟹 Sungsun

¹³➝ mañanas

Simplemente feliz. Así se encontraba Sunoo, sentía que su vida no podía estar mejor. Tenía estabilidad económica y emocional, un alfa perfecto y, ahora, a un hermoso bebé que con ocho meses crecía hermosamente. Sunoo tenía una familia perfecta y se sentía completo.

— ¿Quién es el bebé de papá? —Y una de las cosas que más lo alegraba era su rutina por las mañanas.

El omega se levantaba para alimentar a su retoño, posteriormente ambos se dirigían a la cocina, Sunoo sentaba a su niño en la sillita entrenadora y empezaba a preparar el desayuno para él y su alfa, además de la papilla de Seungmin, claro. Aproximadamente media hora después Sunghoon entraba a la cocina también, jugaba con su cachorro y le daba mimitos a su amado Sunoo.

¿Quién dijo que las rutinas son aburridas?

— Si, cielo, tú eres mi bebé. —Sunghoon apretó suavemente la rechoncha mejilla de su hijo, ganándose una risita por parte del mismo.

— Lo sabía. —La voz de su esposo Ilamó su atención y también la del cachorro, que extendió sus bracitos para que su padre omega lo abrazara.— Sabía que en cuanto Seungmin naciera me harías a un lado.

Sunoo por supuesto dejó lo que estaba haciendo para tomar en brazos a su nene.

— ¿En serio? ¿Lo presentías? —El rubio rió sonoramente, terminando por sonreír al notar la seria mirada que le dirigía su omega.

— Olvídalo. —El pálido se dió la vuelta, acomodó el lindo babero que usaba Seungmin y sin poder resistirlo comenzó a llenar de tiernos besitos el gordito rostro del bebé— El desayuno está servido, alfa. Date prisa.

Sunoo giró nuevamente y caminó hacia el comedor, siendo seguido por Sunghoon, que no borraba esa linda sonrisa al mirar a su chico.

— ¿Qué me ves, Park? —Tomó asiento, colocó a Min sobre su regazo, tomó el pequeño plato y comenzó a alimentarlo con delicadeza.

— Solo... te amo. —Sunghoon alzó los hombros mientras comía también.— Te amo tanto.

— Yo más, pero no tanto como a este gordito. —El cachorro sonrió sin entender qué sucedía a su alrededor disfrutando de su comidita.— Pesa como 40 kilos, mis brazos duelen si lo cargo durante mucho tiempo.

Y Sunghoon no podía pedir más, también era completamente feliz con su pequeña pero perfecta familia.

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— ¡Park Seungmin! —Por poco Sunoo se desmaya. Al ser padre primerizo era muy protector con su cachorro, así que al verlo intentando ponerse de pie, y casi cayendo, no pudo evitar preocuparse de más.— ¡Los bebés de tu edad no caminan!

Se puso de cuclillas para estar a la altura del pequeño pelinegro, quitó el cabello de la frente del bebé, suspiró y dejó un besito ahí.

— Paaa~ —Seungmin balbuceó alegre.

— Jiyong dijo que hay niños más adelantados. —Sunoo hizo un puchero.— Pero no quiero que crezcas rápido, amor.

Ambos sonrieron, Min porque el ver a su papi le gustaba mucho, y Sunoo porque la sonrisa de su niño era muy contagiosa.

— Mira, si caminas pronto te cansarás muy rápido. —Volvió a repartir besitos por toda la gordita mejilla del pequeño— Es sólo una advertencia, ¿Ok?