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―¿Papá? Eso deber ser imposible chicos ―contradijo Stiles―. Ustedes mismo dijeron que había desaparecido y luego me confirmaron que había muerto.

Nadie respondió.

―Así que mintieron ―rio irónico, ignorando el dolor molesto en su pecho―. ¡Gracias! Pero que buenos mejores amigos tengo, ¡Esto es increíble!

―Stiles... ―la voz de Derek le llama.

―¿Qué? ―le miró con falsa sorpresa― ¿Espera? No me digas... ¡Tú también lo sabias! Era de esperarse ―afirmo con su cabeza, sin dejar el sarcasmo en sus palabras―. Eres increíble, Derek.

―Hermano, tuvimos que hacerlo. No hubo oportunidad de encontrarlo, después de la invasión y tampoco quería que sufrieras si encontrábamos su cuerpo. Lo hicimos por tu bien Stiles ―explicó Scott tratando de acercarse a su amigo de una manera lenta, espera que este no tuviera una reacción más fuerte a como se encontraba en ese momento.

Stiles negó, se levantó del sillón, se sostuvo del respaldar de este para mantenerse de pie, se quejó y exclamó con evidente enojo en su voz:

―¿Tienes pruebas de lo que dices? ―la señora Yukimura no responde―. Que les jodan, papá jamás llegaría a ser algo como eso, vivo o no.

Tomó el botiquín de la manos de Derek, y a saltos de una sola pierna, se dirige a la habitación, dejando en claro que no quería visita de nadie hasta que demostraran que todo era mentira.

¿Quiénes eran ellos para mentirle y aparte decir que su padre era el culpable de todo? ¿Dónde quedaba el concepto de la honestidad entre ellos?

¡Era mi padre!

Golpeó la cama y no evita que las lágrimas se acumulen en sus ojos. Lo había perdido en el incendió de la comisaria, ni siquiera tuvo la oportunidad de salvarlo de aquel accidente, del que siempre se arrepentía, sin embargo, era su padre el culpable de todo lo que estaba ocurriendo en conjunto al Nogitsune. Para Stiles sonaba a una pésima excusa.

Su padre, Noah había estado siempre a favor de cuidar a las personas, de ver su bienestar, incluso después de que descubrió lo que estaba haciendo a escondidas con Scott, y tampoco se opuso a su decisión. Estuvo semanas sin poder recuperarse de su muerte, y ellos... sus amigos, y manada lo culpan a él.

Stiles no lo podía creer.

―Fue estúpido lo que dijiste, sabes, puede que nosotros te hallamos ocultado cosas, pero, tú también lo hiciste ―replicó, Lydia, ignorando lo que había dicho Stiles antes, y tomó asiento en el borde la cama―. Sabias que el Nogitsune había regresado y no lo comentaste, no nos dijiste sobre tus pesadillas.

―No fue estúpido, era la verdad y aunque hubiera dicho que estaba soñando con el Nogitsune otra vez, me vería como el primer sospechoso de algo que no he hecho, Ly.

Lydia acaricio los cabellos castaños de su amigo, dejando que de sus labios saliera una leve exhalación. La manada aún se encontraba abajo en la sala, buscando una explicación a lo que habían escuchado. Todos querían repetir lo dicho por Stiles, al igual que querían creer en lo dicho por Scott. Habían vivido tantas cosas juntas, buenas y malas o bueno, más cosas malas que buenas.

Dejando en claro que no siempre se puede confiar en la persona más cercana.

―¿Ocultas algo Stiles? ―pregunta Lydia sin observarle.

Stiles no responde, pero, el estremecimiento de su cuerpo lo delata. Levanta su cabeza de las piernas de su amiga, dejando que su cuerpo descansara, buscando una mejor posición en la cama.

Detrás de la verdad, SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora