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El frío estaba congelando mi cuerpo a tal manera que me era difícil moverme porque me sentí acalambrado en totalidad.

¿Cómo no?

Me encontré con Sunghoon envuelto completamente como un capullo de mariposa con toda la cobija.

Belleza, él bien cubierto y yo a punto de ser un Jake Frost.

Golpeé a mi amigo porque el enojo fue lo segundo que vino a mi cuerpo al estar de esa forma, siempre me molestaba que me dejaran sin cobija, eso me hacía hervir y formar un berrinche como el que le estaba haciendo a Sunghoon.

Lo pateé sin mucha fuerza mientras me batuqueaba en la cama como un gusano con sal, el individuo a mi derecha parecía de piedra o muerto porque no se movió por su cuenta.

Gruñí y miré hacia la ventana descubriendo la madrugada aún, quería seguir durmiendo porque el frío estaba perfecto para seguir babeando a gusto mi almohada arropado hasta el cuello pero noooooo.

―Sunghoon...dame cobija ―murmuré, me costaba abrir los ojos por la cantidad de sueño que todavía sentía.

Saqué el borde de la cobija y pude cubrirme pero el frío estaba tan intenso que me hizo lloriquear.

―Maldita seas, Diciembre.

Sunghoon hizo un siseo bajo, regañándome por maldecir, sentí un leve golpe en mi frente. ―Deja de maldecir a estas horas, Jake.

―Tengo frío, me quitaste la cobija, es de madrugada y aún arropado tengo frío, ¿cómo no maldecir por todo eso?

Estornudé.

Genial, lo que faltaba.

Sunghoon rió un poco y volvió a darme golpecito en la frente.

―Cállate y déjame dormir.

Podía ser un chico de 19 años según maduro así que llorar en la madrugada porque el frío me estaba calando hasta el alma no era nada, nadie se iba a enterar.

El pelinegro acarició mi cabello en forma de consuelo. ―Ya Jake, tranquilo, iré a buscar más cobijas.

Sunghoon salió de la cama y yo me cubrí hasta la cabeza para no sentir la luz del bombillo en mi rostro, lo escuché moverse por la habitación y luego de unos minutos sentí un peso encima de mí.

Descubrí hasta la parte de mis ojos para ver a Sunghoon con los ojos casi cerrados del sueño acomodando las cobijas una encima de la otra para luego acobijarme.

Era gracioso ver como su cabello estaba todo despeinado y sus ojos se cerraban de vez en cuando por el sueño, bostezó un par de veces y se detuvo cuando le pareció suficiente. Caminó arrastrando los pies hasta el interruptor y apagó la luz.

Sentí cuando se volvió a acostar a mi lado y meterse debajo de las sábanas también.

― ¿Feliz?

Bueno, ahora podía sentir mi cuerpo en su totalidad.

―No, todavía tengo frío ―bromeé―, creo que no pusiste suficientes cobijas.

Sunghoon bufó, apegó su cuerpo al mío y me envolvió en un abrazo completo donde hasta sus piernas enredó con las mías. Acepté el abrazo porque no quería hacerlo a un lado.

Tampoco quería decirle que había comenzado a sentir calor, tal vez me empujaría fuera de la cama de una patada por ser tan fastidioso.

Como Sunghoon se había acostado más debajo de lo que estaba cuando me abrazó su cabeza quedó entre mi cuello y mi pecho, las cosquillas se acumularon justo en esa zona al recibir su aliento.

🎄 𝑬𝒗𝒆𝒓𝒚 𝑫𝒆𝒄𝒆𝒎𝒃𝒆𝒓 𝟏𝒔𝒕 🎄 «𝗝𝗮𝗸𝗲𝗛𝗼𝗼𝗻»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora