🎄 𝑬𝒗𝒆𝒓𝒚 𝑫𝒆𝒄𝒆𝒎𝒃𝒆𝒓 𝟏𝒔𝒕 🎄 «𝗝𝗮𝗸𝗲𝗛𝗼𝗼𝗻»

❄️08❄️

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24 de diciembre.

¿Por qué la navidad era tan estresante?

No eran las siete de la mañana cuando mi madre ya estaba abriendo la puerta de mi habitación y prendiendo la luz.

Mi primera reacción fue mirar a mi lado para que no notara el bulto que hacía mi invisible amigo pero la sorpresa me la llevé yo al ver que no estaba ahí.

―Jake, hijo, sé que es muy temprano pero necesito que me ayudes a organizar la casa ―la voz de mi madre sonaba un poco histérica.

A ese punto donde quieres hacer muchas cosas porque debes hacer muchas cosas pero no sabes dónde iniciar. Así sonaba ella.

―Voy, voy ―avisé, dándome unos cinco minutos para analizar todo mi entorno y levantarme en calma.

Ella salió de la habitación dándome una mirada de advertencia antes de cerrar la puerta, esa mirada que anunciaba claramente que si no me veía fuera de la habitación dentro de tres minutos, volvería a sacarme de la cama por su cuenta.

Restregué mis ojos y solté un bostezo entretanto me sentaba al borde de la cama, mis ojos viajaron por la habitación para verificar si Sunghoon estaba en algún lado pero no lo conseguí.

No quise que mi primer sentimiento fuese la angustia así que lo tomé ligero, debía estar en cualquier parte de la casa tomando chocolate caliente y jugando con Layla.

Me calcé las sandalias para posteriormente arrastrar mis pies fuera de mi habitación en dirección al baño para mi higiene diaria.

Saltaremos los detalles porque está más que claro que a las siete de la mañana no me iba a meter a la ducha porque el calentador se había dañado.

Más tarde lo haría, de todas formas me iba a ensuciar mientras limpiaba la sala.

Que irónico ensuciarse mientras limpias.

Reí levemente sobre mis pensamientos recién iniciando mi sistema mental y me enfoqué en cepillar bien mis dientes.

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Bueno, eran las dos de la tarde y el estrés de mi madre me estaba consumiendo.

― ¡Jake, te dije que pasaras eso para allá!

Me estresé, me estresó.

―Mamá ―la llamé, ella iba a seguir en su ajetreo pero la detuve―. Respira profundo, mujer, por favor, hoy es un día de paz y armonía, no te estreses.

―Hijo per-

―Mamá, respira, inhala, exhala ―comencé a respirar mediante le indicaba y ella me sonrió.

―Tienes razón, Jakey pero-

―Sin peros, mujer, ve tranquilamente y no intentes hacer todo al mismo tiempo ―la regañé, ella rió y asintió dejándome un beso en la mejilla.

Mi madre se calmó notablemente y empezamos a organizar lo que faltaba para que pudiésemos arreglarnos nosotros. Dejé que mi madre fuese a arreglarse primero ya que ella era la anfitriona, mientras yo terminaba los últimos detalles como barrer y limpiar las mesas para quitar el polvo sobre estas.

Escuché alguien llamar afuera pero para mi suerte mi madre ya venía saliendo de su habitación colgándose los aretes que le obsequiaron en el intercambio. Corrí hasta ella para apurarla a que ella abriera.

―Parezco un loco ―me señalé―, ve a recibirlos tú.

Mi hermosa madre asintió y yo solo tomé eso para salir corriendo a mi habitación en busca de lo que me pondría.