Las luces de la ciudad acababan de encenderse con la llegada de la oscuridad. La lluvia parecía haberse instalado en el cielo de la ciudad de manera temporal con la intención de permanecer durante algunos días más.
Una ciudad algo pequeña, tanto que muchas veces la confundían con un pequeño pueblo; donde la mayoría de sus habitantes se conocían.
A estas horas daba la sensación de ser un lugar fantasma, dado que las calles estaban desiertas y las luces de las casas y edificios estaban prácticamente todas apagadas.Era un momento donde reinaba mi mejor amigo, gran confidente de secretos y llantos. Nos habíamos vuelto tan inseparables que muchas veces pensaba que éramos uno.
Aquí empieza mi historia de la cual todavía no sé el final.
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Memorias del silencio
Teen FictionTodo el mundo puede tener días buenos, pero también malos. Cada persona tiene sus problemas y preocupaciones. Para Annabelle Williams, su vida no es lo que se llama perfecta, prefiere la soledad y la tranquilidad a la compañía humana. Ella todavía...