"Mefistofelico"
Las noches en la ciudad eran heladas y llenas de miedo tras miedo,
con el flotar de las hojas dispersas te sentías tanto vivo como muerto,
así como en la tierra como en el infierno,
eras el rey del mundo y a su vez un simple vagabundo;
una escoria, un monstruo, un ente sin rumbo.
La situación seguía en el mismo punto donde mi cabeza la dejó, me sentía adormecida, alcoholizada, de alguna extraña manera mi cuerpo físico estaba ahí, pero no mi cuerpo pensante. Poseía la estrecha sensación de que todo volvería a pasar, como un círculo vicioso.
Mis ojos parecían lentes desenfocados, que aunque parpadeara no entraban en la realidad de esa ocasión. Mi cabeza estaba totalmente embotada, y cuando me miré en el pequeño reflejo de aquellas paredes plateadas tan brillantes, en un instante vano y totalmente inesperado, me teletransporté a un lugar fuera de la realidad que estaba presenciando.
Como si despertara de una siesta, con un dolor terrible en la cabeza, junto con los síntomas de una buena resaca, mis ojos pesaban y solo pude ver una luz que parecía infinitamente blanquecina, traspasando las delgadas líneas que dejaban los espacios de separación de mis pestañas.
Hasta que una desesperación me atacó, como un fuerte golpe en el pecho que te deja sin oxígeno. Me hizo levantar con estrépito sobre el lugar donde todo mi cuerpo alineado reposaba, y un grito largo, potente que me destrozó la garganta salió de mí. Pero ni aún así pude escapar de entre las correas de cuero que me inmovilizaban las extremidades.
Traté con más esmero de ver entre la claridad y soltarme, pero solo me hacía daño, y mis ojos contenidos de lágrimas torrenciales solo me propinaban un dolor que llegaba al centro del cerebro.
–¡Ayudenme! ¡Ella no puede ir a ese lugar!–Grité aún más fuerte, apretando los ojos por el dolor de mantenerlos abiertos, mientras que mis brazos y piernas trataban con todas sus fuerzas de liberarse.
No sabía porqué eso salió de mí, no sé de qué estaba hablando ¿Ella?¿Quién ella? ¿Qué lugar? ¿Qué es lo que estoy recordando?
–¡Sujeto número 1 está sufriendo un ataque, traigan morfina!–Gritó una voz de mujer, mientras sentí que alguien trataba de sujetarme por mis brazos. Esa voz me pareció tan familiar–¡Morfina, ya!–. Volvieron a gritar y muchos pasos rápidos tocaron contra el piso.
Manos y brazos fuertes, varios de ellos, me intentaron mantener estáticas hasta que los consiguieron, y mi rugido fue casi un lamento: –Ella no puede...es lo único que me queda, por favor, ayudenla–lloré.
–Calmate, todo está bien–aquella voz me susurró al oído, acariciandome el cabello–Ya estás a salvo, te tenemos en control, solo respira o te harás daño.
La impotencia, igual que mi cuerpo, se fue desvaneciendo con el pequeño piquete, y el fuerte dolor en el pecho se disminuyó, me sentí liviana, como si la gravedad hubiera desaparecido, cerré los ojos de nuevo, para de una vez por todas salir de ese recuerdo tan horrible.
–¿Por qué carajos me enviaste esto?–la pregunta vino lejana, convertida en un eco que pareció interminable, la voz de Bex entró de nuevo a la acción, mientras que mis oídos fueron destapados lentamente–Realmente te parece divertido todo esto ¿no?
Se quebró por un momento, y recuerdo haber pensado en acercarme, pero mi cuerpo no obedecía mis órdenes.
–Uff, hermosas fotos. Debería tenerlas en mi computadora ¿Puedes enviarmelas?
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Strong
Misterio / SuspensoPriceville es una pequeña ciudad con 22 160 habitantes, todos ellos muy adinerados y excéntricos, quienes la definen por su clima fresco y tranquilo durante el día, mientras que por la noche desata su pequeño infierno bajo tierra; lo cual la hace po...