—¿Quieres explicarme que fue lo que paso? — me dijo Millie ala aparcar el auto afuera de mi casa.
Yo no había articulado palabra todo el camino de regreso y ella no había hecho nada por preguntarmelo. Me conocía tan bien que sabía cuando era prudente hablar conmigo y era claro que, en ese momento, yo no me encontraba en condiciones de hablar.
Una punzada de dolor me recorrió el cuerpo al recordar a detalle lo que había sentido cuando los labios de Finn se unieron con los míos. Sin duda, había sido un beso completamente diferente a los que nadie me había dado aquel beso me había movido el mundo entero.
—¿_________?, ¿Me puedes decir que esta pasando?, antes me contabas todo y de repente, de un segundo a otro, me entero que existe un chico ciego que es Finn; que casualmente es el mismo Finn del que ya te había hablado. Aquél que había estado en aquel accidente con el chico con el que salgo. Explícame, por favor; que no se en que comento deje de ser tu mejor amiga — me dijo Millie severamente con sus ojos increíblemente Marrones clavados sobre mi.
Yo era incapaz de mirarla. Sabia que si lo hacía iba a echarme a llorar.
—Finn es hijo de Mary, una amiga que mi mamá hizo hace poco — comencé con voz ronca y entrecortada — Lo conocí cuando me ofrecí a ayudarle a moverse sin ver. Es ciego recientemente, como ya sabes — el nudo que sentía en mi garganta comenzó a hacerme difícil hablar — No se porqué no te comente nada acerca de él..., simplemente, cuando estoy con él, el mundo es ajeno a mi. Sólo estamos yo y él y... — cerré los ojos con fuerza —... Es perfecto.
—¿Cuanto tiempo tienes conociéndolo? — inquirió Millie suavizando el tono de su voz.
— No lo sé — bufé — Un mes..., creo, no estoy segura.
El silencio se extendió en nosotras y la miré. Tenía la mirada fija al frente. Sabía que estaba furiosa conmigo, pero era Millie, y ella nunca me abandonaría así fuera la más imbecil de todas.
—¿Te gusta? — preguntó.
El corazón me dio un vuelco. Mi pulso se aceleró notablemente y sentí un extraño mareo que me provocó unas extrañas nauseas. Comencé a negar con la cabeza pero entonces, me di cuenta...
— No lo sé — admití. Despegue la mirada de ella y bajé la vista hacia mis manos. Estaba tan nerviosa que retorcía mis dedos sobre mi regazo.
— ¿Qué pasó entre ustedes hoy? — pregunto con la voz comprensiva que siempre utilizaba cuando estaba mal.
Aspiré aire entrecortadamente incapaz de detener mis lágrimas. Sequé rápidamente mis mejillas intentando verme más valiente de lo que en realidad me sentía.
— Me beso.. — dije — lo besé... — me corregí. Y entonces me di cuenta de que no sabia quien había iniciado todo — ¿Nos besamos? — pregunté más para mi, que para ella.
—¡¿Qué?! — chilló Millie asombrada — Pero, __________, ¡Eso es fantástico! ¿No?.
Comencé a negar con la cabeza enérgicamente.
—¡No lo entiendes! — gimoteé rindiendome a mis lágrimas. Caían espesas sobre mi rostro. Los sollozos eran increíblemente desgarradores.
Tenía mucho tiempo sin llorar de ésta forma — Me dijo que había sido un error besarnos. Que no debió suceder; que no siente, ni sentirá nada por mi.
Me lleve las manos a la cara mientras volvía a mi llanto. Era incapaz de seguir hablando. Unos brazos cálidos me rodearon y mis lágrimas aumentaron.
— Tranquila — murmuró Millie besando mi cabello — Sea quien sea que haya comenzado el beso, te correspondió y le correspondiste. Puden hacerse idiotas los dos, pero si se correspondieron fue porque hay algo que los atrae el uno del otro.
Me hizo mirarla mientras me sonreía calidamente y decía
— Pude ver como te trataba en el café. Toda su atención estaba fija en ti; y, llámame loca pero, a pesar de que sus ojos están sin vida, pude ver aquel brillo especial que sólo hay en la mirada de un chico cuando le gustas.
Negué con la cabeza — Es que ni yo misma sé qué es lo que siento.
— Si lo sabes pero no quieres verlo, __________. No quieres ver que Finn te gusta. Yo misma puedo notarlo —rió con ironía diciendo — Jamás te había visto llorar por un chico.
Yo reí entre lágrimas con su comentarios — No estoy llorando por él — me defendí.
Ella rodó los ojos —¡Eres imposible!.
Reí una vez más intentando limpiar y entonces, un puchero me alcanzó.
— Millie ¿Que hago? — supliqué por su consejo.
Ella suspiro.
— Creo que debes darle tiempo y espacio para que aclare su mente y, sobre todo, sus sentimientos. Así como tu debes aclarar los tuyos. Ambos estás abrumados por todo lo que ha pasado y, es justo que se tomen un tiempo para estar solos y meditar. Solo así podrán hablar sobre todo esto — menciono poniendo un mechon rebelde de mi cabello detrás de mi oreja.
—¿Y si decide que no siente nada por mi? — pregunté con horror en la voz.
— Te extrañará. Deja que te extrañe — me guiño un ojo.
Un horrible pensamiento me salto.
— ¿Y si no me extraña?.
— Entonces, será un completo imbecil por dejarte ir.
Reí tristemente mientras me sacaba las lágrimas.
—¿Luzco muy mal? — pregunto.
— Te vez fatal — dijo Millif haciendo una mueca mientras yo me soltaba a reír entre lágrimas.
Maratón 1/3
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Though I can't see you || Finn Wolfhard Y Tu ||
Fanfiction"-No puedo ir al baño solo por mi cuenta, no puedo vestirme, no puedo caminar sin caerme. No puedo hacer nada...- Su voz parecía haberse quebrado pero cuando alzó la vista, solo pude ver sus ojos sin vida vidriosos -Vete. - Yo puedo ayudarte -Murmur...