Though I can't see you || Finn Wolfhard Y Tu ||

CAPITULO 22

El camino fue prácticamente lento y silencioso.

Finn tenía la mirada fija en la nada pero su atención claramente no estaba ahí. Estaba perdido en sus propios pensamientos y yo estaba sumergida en mi propia culpa y remordimiento.

Noah aparcó fuera de mi casa y todos nos quedamos en silencio. Era inútil aplazarlo más. No quería irme peleada con el, pero no tenía fuerzas para hablar.

— Gracias por traerme, Noah.

El me miró por el espejo retrovisor y forzó una sonrisa. Era evidente que estaba molesto por lo que había sucedido.

— Descansa, __________ — dijo Millie girándose sobre el asiento para guiñarme el ojo — te llamo mañana para desayunar.

Sonreí ante el gesto casual de mi mejor amiga y abrí la puerta del Jeep para bajar. Camine hasta el umbral y escuché el motor del auto encenderse. Cuando me gire para agitar mi mano y despedirme de ellos me quedé paralizada.

Finn estaba a unos pasos de mi ¿Acaso no pensaba ir a casa?, ¿Querría hablar?, ¡Oh Dios mío!, ¡Yo no estaba lista para hablar!.

— Tenemos que hablar — dijo con sus Vox ronca y potente.

Mi corazón se detuvo un segundo y lo mire. Parecía cansado, triste, decepcionado, furioso...

— C–Claro — tartamudeé.

El camino hacia mi lentamente y yo guarde las llaves dentro de mi bolso mientras esperaba la pelea del siglo. Sin duda, esto iba a terminar antes de empezar realmente.

Nos quedamos en silencio unos minutos mientras yo intentaba procesar lo que ocurrió esta noche.

—¿Me puede explicar que demonios sucedió? — pregunto Finn con desdén impreso en la voz.

¿Estaba enojado?, El lo había iniciado todo y,¿Estaba enojado?.

— No hice absolutamente nada malo, Finn — comencé — No es como si lo hubiera besado...

— ¡Me quite!, ¡Me retiré! — me interrumpió Finn casi gritando.

— ¡¿Después de cuánto tiempo?! — espeté enfurecida — ¡¿Después de recordar el sabor de sus besos?!, ¡No soy estúpida, Finn!, ¡No te apartaste inmediatamente!.

— ¡Me tomo por sorpresa!, ¡ME TOMO POR SORPRESA!, ¡LO LAMENTO!, ¡LO SIENTO! — grito él desesperado mientras hacía ademanes con las manos — ¡PERO DE CUALQUIER MANERA, HUISTE A LOS BRAZOS DEL PRIMER IDIOTA QUE SE TE PUSO ENFRENTE!.

Ésto era el colmo. El completo y maldito colmo.

— ¡NO HUÍ A LOS BRAZOS DE NADIE, FINN!, ¡MALDITA SEA!, ¡ME INVITO A BAILAR!, ¡¿QUE TENIA ESO DE MALO?!.

estaba consciente de que podría despertar a todo el mundo si seguíamos gritando pero no me importo.

— ¡Eres mi novia! — me soltó enfurecido— ¡No tenías que bailar con cualquier idiota!.

— ¡Pues ya no se si quiero ser tu novia! — espeté.

Inmediatamente lleve mis manos a la boca. Claro que quería ser su novia, pero estaba lo suficientemente molesta como para gritar cosas que no sentía realmente.

Pude ver cómo se tensaba con mi comentario. Su expresión era dolida y se acercó a mí inmediatamente. Sus manos se posaron sobre mis caderas y me tiro bruscamente hacia el. Puse mis manos en su pecho para poner distancia entre nosotros, pero era muy fuerte.

— ¿De verdad ya no quieres ser mi novia? — pregunto.

Su aliento me golpeaba el rostro haciéndome difícil respirar y pensar con claridad. No pude responder.

Sus labios presionaron contra los míos con brusquedad mientras su lengua invadía mi boca sin pedir permiso. Me rendí ante su beso mientras inclinaba mi cabeza dándole más profundidad al beso. Sus manos fueron a mis mejillas, eso causo un escalofrío recorrer por todo mi cuerpo y me odie por no poder resistirme a el. Se separó de mi y pude ver el brillo oscuro en sus ojos marrones.

— Tus besos son los únicos que me vuelven loco, _________. No los de Kate; los tuyos — recalcó — no quiero probar otros labios. No quiero otro sabor en mi boca, no quiero otro aliento mezclándose con el mío; solo te quiero a ti entre mis brazos.

Mis piernas flaquearon ante la intensidad de sus palabras y el me sostuvo con fuerza mientras volvía a besarme.

Me aparte de él y con angustia y desesperación comencé a murmurar — Si quiero estar contigo, disculpame, fui una estúpida, perdoname por favor, yo...

El volvió a besarme mientras sus manos se deslizaban en mis caderas a mi espalda. Sus manos se movían con lentitud, su toque encendió algo dentro de mi, sonreí entre el beso.

— Será mejor que me vaya — murmuró con la voz enriquecida entre mis labios.

— No — dije — No te vayas.

Sus labios presionaron los míos con otro beso profundo mientras yo rebuscaba a tientas en mi bolso por las llaves de mi casa. Cuando las encontré, lo tome de la muñeca y tire de el hacia adentro de mi casa.

Subimos lo más silenciosamente posible a mi habitación y una vez ahí, cerré la puerta con cautela.

Cuando me volví a Finn parecía nervioso, asustado, ansioso. Enrede mis manos en su cuello y lo bese una vez más mientras tiraba de el hasta que mi espalda pego contra la pared.

Sus brazos rodearon mi cintura lo que causó que mi vestido subiera un poco, sus manos eran calidas, firmes, suaves...

Todo estaba sucediendo con rapidez, me sentía nerviosa pero por alguna razón segura...

— Confío en ti — mencioné.

Su mirada perdida pareció verme — ¿C–Confias en mi? — tartamudeo.

— Más que en nadie.

Algo se encendió en el. Algo que me lleno el pecho de una seguridad impresionante. En ese momento supe que Finn Wolfhard jamás me haría daño.