CAPITULO 20

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Aquella tarde invertí casi todo mi tiempo en arreglarme. Había elegido un vestido blanco holgado un poco corto, no demasiado, nunca he sido fanática de los vestidos, pero creo que es una buena ovación para usarlo, además que me hacía parecer más alta. Tenía que trabajar el metro cincuenta y seis que media.

Me rice el cabello meticulosamente y lo cepillé para alacearlo. Me delineé los ojos por la línea de las pestañas de arriba y me puse mascara de pestañas, coloque rubor en mis mejillas y un bálsamo labial rosa pálido.

Me di un vistazo antes de ponerme las zapatillas plateadas de tacón que había comprado en una rebaja hacia casi un mes. Lucia bien. Tenía mucho tiempo sin conseguir verme bien y aquella noche, estaba segura que podría arrancar un par de cumplidos de Millie.

Ella siempre lucía espectacular.
Era el tipo de chica que, así usará unos vaqueros rotos y nada de maquillaje, lucía bien.

— ¡_________!, Millie está aquí — grito mi mamá desde la planta baja.

— ¡Ya voy! — respondí mientras tomaba mi chaqueta de mezclilla y mi bolso.

Bese la mejilla de mi padre al verlo sentado en la sala escuchando el televisor.

— Diviértete corazón. No llegues muy tarde — me dijo con una sonrisa en los labios.

— Claro papá — le sonreí.

Camine hacia la entrada y pide ver a mi madre charlando cómodamente con Millie.

— ¡Dios!, ¡Estás preciosa, __________! — chillo Millie al verme.

Una sonrisa tímida surcó mis labios mientras me ruborizaba. Mi mamá me entrego la llave del cantado de la entrada y me dio un beso en la frente diciendo que me esperaría. Salimos por la puerta y pude ver el auto rojo oscuro que manejaba Noah.

— ¡Diviertanse! — grito mi madre desde la puerta.

Subí al auto y pude ver a Noah sentado del lado de conductor.

— H–Hola Noah — tartamudee intentando soñar tranquila.

— Buenas noches, __________ — dijo él amablemente mirándome por el espejo retrovisor. Millie subió a su lado y arrancamos rumbo a la casa de Finn.

Comencé a darle indicaciones a Noah sobre como llegar pero él sonrió mientras decía — He ido a casa de Finn antes, __________.

Me ruborice por completo. Era obvio que había estado ahí antes pero ni siquiera se me había pasado por la cabeza.
Baje del auto de Noah de un salto al llegar a casa de Finn. Toque el timbre y espere a que me abriera la puerta.

— ¡Carajo, _________ luces hermosa! — exclamó Nick después de abrirme.

— ¡Ese lenguaje señorita! — la reprendió Mary desde atrás entre risas.

Nick rodó los ojos mientras me jalaba hacia adentro de la casa.

— ¿_________? — la voz ronca de Finn me hizo alzar la mirada.

Se encontraba de pie a solo unos pasos de mi, lucía increíblemente atractivo. Sus ojos color cafés brillaban de una forma hermosa y resaltaban con aquella camisa blanca de botones que se le ceñia al cuerpo a la perfección. Llevaba unos vaqueros negros entallados y unos botines del mismo color mientras su cabello rizado bailaba alborotado sobre su perfecto rostro. Una sonrisa salió de sus carnosos labios molestando sus perlas blancas.

Finn camino con el bastón blanco aferrado a su mano. Se puso de pie frente a mi y besó la comisura de mi boca en un disimulado beso de saludo.

— Hola — murmuró.

Todo mi cuerpo reaccionó ante la suave caricia de sus labios y comencé a temblar. Mi aliento se había atascado en mi pecho y lo mire hipnotizada.

— H–Hola.

Él rió entre dientes mientras nos despedimos de su madre y su hermana. Al subir al auto, la tensión se hizo palpable.

Entrelace mis dedos con los de Finn y él apretó la mano cuando saludo.

— Buenas noches, Millie. Hola, Noah.

— ¿Que hay, hermano? — dijo Noah igual de tenso.

— No mucho — respondió Finn con el cuerpo tenso de la angustia.

Sin decir más, Noah arranco el vehículo. Finn me rodeo los hombros con su brazo mientras besaba mi mejilla.

Cuando llegamos a la zona de los clubes bajamos del auto y me sorprendió ver las largas e interminables filas para entrar a los clubes, pero me sorprendió aún más ver cómo Finn y Noah se abrían paso entre la gente hasta la entrada principal del más abarrotado. El hombre de la entrada les sonrió y los saludo.

Dedico un segundo más a Finn. Era evidente que no estaba acostumbrado a verlo ahora que era ciego.

Nos dejaron entrar al instante. La música llenaba todo el lugar, el ambiente olía a sudor, perfume, alcohol y humo. Era asqueroso, pero no podía quejarme ahora que estábamos aquí.

— no sabía que eran tan populares — dije a Finn intentando sonar sobre la música.

El tomo mi mano y sonrió — Solíamos venir mucho a éstos lugares — beso el dorso de mi mano.

Nos abrimos paso entre la gente. Noah y Millie iban delante de nosotros.

— ¡No me lo puedo creer!, ¡Estás aquí, Finn! — la dulce voz de una chica me hizo girarme.

Me encontré de frente con la figura hermosa de una chica. Era alta, casi me sacaba una cabeza, su cabello castaño rizado caía sobre sus hombros de forma suave y perfecta, su piel blanca reflejaba sus ojos ¿Verdes?, Quizás eran un café claro, con la poca luz que había no podía distinguirlos bien. Su cuerpo delgado y estilizado estaba vestido por un ceñido vestido dorado y sus facciones delicadas estaban maquilladas a la perfección. Podía haber sido una modelo si lo quisiera.

Finn se giro y dijo — ¿K–Kate?.

La chica se le tiro en brazos apretándolo fruertemente. Por un segundo creía que el iba a corresponder su abrazo tan íntimo, pero ella se retiró para mirarlo.

— Estás guapísimo — susurro ella colocando sus delgadas manos sobre las mejillas de Finn.

En ese momento me sentí enferman. Era obvio que ellos dos tenían historia. Finn estaba completamente pasmado.

Entonces, mi pecho se hundió. Los labios pintados de rojo carmín de la chica se posaron sobre los de Finn y lo único que yo hacer era correr. Un nudo se formó en mi garganta, mis manos comenzaron a sudar, mi pecho comenzó a arder con aquella dolorosa sensación y comencé a temblar mientras mis ojos ardían.

Esto era demasiado...



Though I can't see you || Finn Wolfhard Y Tu ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora