𝙐𝙣 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙙𝙚 7 𝙢𝙖𝙧𝙚𝙨 [𝘽𝙪𝙗𝙗𝙡𝙞𝙣𝙚]

𝐿𝑎 𝑝𝑖𝑟𝑎𝑡𝑎

Marceline Abadeer la pirata más peligrosa de todos los 7 mares, su tripulación ha viajado con ella por más de 10 años y son las personas más rudas y confiables para ella. En él mar existe un enemigo en común con los piratas: Las sirenas. Un enemigo natural, los piratas siempre las capturan y las venden a un alto precio incluso otros piratas se pelean entre ellos por aquel ser tan misterioso pero valioso.

Él rey Tritón ordenó a las sirenas no alejarse mucho del reinó, cuándo tenían la oportunidad ahogaban a los piratas. Los piratas y las sirenas han sido enemigos desde hace mucho mucho tiempo, nunca se supo cómo empezó aquello pero nadie se atrevió a cuestionar eso mucho menos Marceline quién es descendiente dé piratas. Ella nació y creció en un barco, casi toda su vida la ha pasado en él mar, su abuelo y su papá sé encargaron de enseñarle todo y de entrenarla para ser la próxima capitana, aprendió todo de ellos y ahora ella ha hecho un buen trabajó, ella de hecho es temida por mucho piratas por ser muy despiadada y fría. Ella es la última descendiente de su familia.

Un día como cualquier otro la capitana Marceline se vestía, hoy es un bello día, se miraba en él espejo de su camarote, pudo observar muchas cicatrices a lo largo de su cuerpo. Uno muy largó y dos más pequeños en su abdomen, dos dé tamaño mediano en su bicep derecho, uno en su ojo izquierdo y otro largo desde su mentón y parte de su cuello. Alguno de ellos hace qué casi muera, suspiro, se colocó la camisa de manga larga blanca y finalmente se colocó su chaqueta larga y roja, se puso su sombrero y salió de su camarote, la brisa marina se sintió, se podía oír las olas y las gaviotas alrededor. Tenía un objetivo qué es buscar él gran tesoro, qué es él tesoro qué un pirata escondió hace años y nadie ha podido encontrarlo pero Marceline lo encontraría a cómo dé lugar. Ya había buscado en algunos lugares pero no lo había encontrado por desgracia pero aún había muchos lugares por buscar.

Pasó la mañana dando un par de órdenes y él restó de la tardé jugando cartas con varios tripulantes entre ellos su mano derecha, su amigo confiable Finn. Él sol finalmente se estaba escondiendo. ¡Capitana! ¡Enfrente hay un barco y tiene a una sirena! -Avisó uno de sus tripulantes a Marceline. ¡Prepárense, atacáremos ese barco! -Gritó, todos inmediatamente tomaron sus armas y sus puestos, hicieron qué él barco fuera más rápido para alcanzar el barco enemigo.

En cuánto lo alcanzaron los tripulantes tomaron las cuerdas y se trasladaron al barco enemigos, pronto los sonidos de espadas y golpes sé escuchaban, la capitana Marceline mató a varios enemigos mientras caminaba hacía la sirena qué estaba atrapada en una red qué colgaba, ella trataba de buscar una manera de escapar, cada pasó qué daba más cercas la pirata notó que aquella joven sirena es muy hermosa, cabello rosa largó y un poco ondulado, la cola de sirena es morada y también su sostén. En ese momento frente a frente a ella, los ojos azules de la sirena y los ojos verdes de la pirata se encontraron, de repente Marceline vió imágenes de lo qué parecía ser él futuro.
Oyó un hermoso canto, alguien le cantaba a ella. Pudo ver a ella misma junto con la sirena observando juntas las estrellas, a ellas tomadas de las manos, cómo se sonreían y las miraditas qué sé daban. Marcy -Volteó encontrándose a la sirena a su lado, le acariciaba su mejilla y finalmente pudo ver un casi besó entré ellas.

Marceline en ese momento tomó la decisión más loca de toda su vida. Cortó aquellas cuerdas con su espada, la tomo en brazos. ¡Suéltame! -aquella sirena se defendió, le dió varias bofetadas y golpeó su pecho con sus manos pero la pirata no la soltó, se acercó a la orilla. Vete, eres libre -Dijo Marceline y la arrojó al mar. La sirena al entrar al agua, se sorprendió cuándo la pirata la liberó, ella creía qué no saldría con vida y ahora estaba ahí de vuelta en su hogar, nadó para estar en la profundidad y volteó hacia arriba para ver aquellos barcos.

Marceline suspiro de alivio cuándo la vió alejarse, ordenó a toda su tripulación volver a su barco e inmediatamente se fueron, en esos momentos comenzó una terrible tormenta, él viento sopló tan fuerte y la lluvia caía sin parar, las olas chocaban muy fuerte contra su barco, a lo lejos se veía una isla y trataban de mantenerse firmes ante la tormenta. Por los bruscos movimientos la capitana se golpeó parte de la cabeza, en su ceja le salía sangre y quedó un poco aturdida, otro movimiento hizo qué ella cayera al agua. Su tripulación no se preocupó sabían qué ella era capaz de salir de ahí con vida y sabían qué se encontrarían en la isla una vez qué la tormenta pasará pero ellos no sabían qué Marceline se hundía cada vez más, estaba más inconsciente qué consciente, ella quería moverse pero no podía, sentía cómo seguía hundiéndose y supo qué esté sería su fin, ella moriría ahogada y por salvar a aquella sirena pero ¿Lo curioso de todo? Es qué no se arrepentía, no se arrepentía de a verla liberado y pensó en ella, ella sería su último recuerdo, sonrió pese que el agua la hundía más y todo se volvió negro.

Marceline sentía él brillo del sol en su cara y apretó sus ojos con fuerza, sintió un poco de frío pero él calor del sol la hacía sentir agradable, sentía su cabeza recostada en algo y unos finos dedos acariciaban su frente y su cabello.

It wakes me up at night
It needs to share its light
It doesn't get how dark it is outside

It warms the rising sun
It kisses everyone
It doesn't remember the hate of yesterday

Oh, can't you hear it in my voice?
Oh, can't you see it in my eyes?
Love, love is alive in me

Escuchó aquella hermosa voz, su corazón palpitó con mucha fuerza, ella ya había oído esa canción, abrió lentamente los ojos y no podía creer lo qué veía.