Capítulo V - Investigación I

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Lucas le sugirió a Louis que buscaran a Jennifer para que les dijera lo que sabía sobre la "clínica del terror", lo guío hasta el patio, el sabía perfectamente los horarios de la chica, cualquiera pensaría que le prestaba tanta atención porque sentía atracción por ella, pero en realidad el estaba interesado en su amiga, Heidy.

—Deben estar por aquí, siempre se sientan en este lu- ¡Ahí están! —. Observó como a lo lejos se asomaba el grupo de 4 chicas que habían sido testigos de su miedo aquella noche.

—Hola señoritas—. Dijo Lucas acercándose a la pelinegra. —Heidy, ¿Cómo estás? —. Tomó su mano y la besó.

—Hola Lucas—. La chica le regaló una sonrisa acompañada de un notable sonrojo en sus mejillas.

—Yo te conozco—. Jennifer se dirigió a Louis.

—Si este... nos vimos esa noche cuando—. Fue interrumpido por un gritito de parte de Sofía.

—¡Cuando te perdiste y terminaste en nuestra habitación! Nunca entendí bien que fue lo que pasó, te fuiste antes de poder preguntarte.

—Precisamente por eso estamos aquí, necesitamos información—. Lucas se había unido a la conversación al igual que Heidy y Leila.

—¿Qué saben sobre la clínica del terror?—. El ojiazul fue directo al grano, necesitaba encontrar a sus amigos lo más pronto posible, empezaba a tener malos presentimientos.

—¿Creen que los llevaron ahí? —. El tono de voz de Leila daba a notar su preocupación.

—A donde más... Esos hijos de puta—. Jennifer era muy directa y sincera, no se tragaba absolutamente nada. —La clínica del terror es un lugar horrible donde no hacen más que deshumanizar a las personas por ser homosexuales, es una clínica de conversión que nadie sabe donde carajos queda.

—¿Saben qué es lo peor? Que nadie hace nada para cerrar ese asqueroso lugar, los chicos que van ahí nunca hablan sobre lo que les hicieron y los que han mencionado algo son juzgados por sus padres quienes no creen ni una palabra de lo que sus hijos dicen—. Al parecer las chicas estaban muy bien enteradas de todo, pero la información que acababan de entregarle al castaño lo dejo en extremo preocupado.

—Tenemos que avisarles a sus padres—. El tono de Louis era una mezcla entre desesperación y miedo.

—Es inútil, ellos mismos son los que autorizan que lleven a sus hijos a ese lugar.

¿Qué? ¿Sus padres permitían que los encerraran?

—Es la consejera quien hace todo esto, ella llama a los padres y les habla sobre los "problemas" que tienen sus hijos y sobre como ellos pueden ayudarlos a volver al "camino correcto" 

—Ellos piensan que ser homosexual es una elección y que se puede cambiar por medio de sesiones donde lo único que hacen es traumar a los chicos, les hacen daño física y psicológicamente.

Mierda, mierda, mierda.

¿Qué iba a hacer? ¿Cómo podía rescatar a sus amigos de aquel horrible lugar?

—¿Qué puedo hacer? Yo debo... debo encontrarlos—. No pudo evitar que algunas lágrimas cayeran sintiendo un dolor agudo en su pecho.

—Tranquilo, veré que puedo averiguar sobre su paradero. Te apoyaremos en esto, esos malditos son capaces de—. Jennifer se cortó a si misma al notar lo imprudente que estaba siendo. Louis estaba ya bastante preocupado como para darle aún más preocupaciones.

—¿Capaces de qué?

—No, de nada. No me hagas caso, ¿Los encontraremos sí? —. Por suerte el ojiazul no insistió más y se dispuso a salir de ahí para ir a su siguiente clase que estaba a punto de comenzar.

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