Capítulo VII - Pesadilla

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Francine había corrido a contarle a su tía sobre lo que había visto.

—Yo pasaba por ahí y los vi besándose. Tengo pruebas—. Sacó su celular para indicarle la foto que había tomado.

—¿Estás seguro de esto? La imagen no es muy clara.

—Sí yo los vi y Gus también ¿Verdad?

Obviamente no iba a ir solo, pidió el apoyo de sus amigos quienes no dudaron en aceptar. Tenían el mismo nivel de maldad que el chico y eran sus cómplices en cualquier plan que el tuviera.

—Si, nosotros los vimos. Ahí están las pruebas.

—Hablaré con los padres de los chicos, gracias por avisarme.

Carlota había mandado a llamar a Harry y a Louis para comentarles que se irían de inmediato a la clínica ECOSIG*, también llamó a su sobrino ya que él tenía las pruebas y era testigo de lo que supuestamente había pasado.

—Joven Tomlinson y joven Styles. Hablaré con sus padres sobre la clínica a la que serán transportados ya que presentan un comportamiento incorrecto.

—¿A qué se refiere con comportamiento incorrecto?—. Al escuchar sobre la "clínica" Louis entendió lo que estaba por venir, pero no le quedaba claro el por qué los llevarían, es decir, ¿Qué habían hecho?

—Deja de fingir Tomlinson, los vi besarse.

Maldito Francine, ¿Acaso es tan desocupado como para aparecerse en los peores momentos?

—No he besado a nadie en toda mi vida.

Harry permanecía en silencio ocultándose detrás del ojiazul observando y escuchando todo.

—Tengo pruebas. Mentir es un pecado ¿Lo sabes cierto?

Hipócrita, ¿Mentir es un pecado? pues precisamente eso es lo que estaba haciendo el.

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Charlie y Theo habían sido llamados al internado para contarles lo que había pasado.

—¿Los encontraron besándose?—. Theo sonaba muy molesto e incluso sentía vergüenza de decir que Harry era su hijo.

—En realidad un estudiante los vio. Tomó esta foto—. Sacó su celular y se lo indicó a los dos hombres que tenía en frente provocando que Theo hiciera muecas de asco ante la imagen que estaba viendo.

—Pero no parece que se hayan besado, parece que solo están conversando—. Charlie, un poco más calmado y sensato había considerado la posibilidad de que quizá sea un mal entendido.

—El estudiante que nos informó asegura haberlos visto, trajo testigos. Tenemos una clínica de conversión que podría ayudar a sus hijos a encontrar el camino de vuelta, de eso es de lo que queríamos hablar. Podemos ayudarlos a quitarse esas ideas de la cabeza y volver a ser... normales.

—Mi hijo es normal—. Charlie estaba empezando a perder la paciencia, ¿Qué insinuaba aquella señora?

No, no estaba de acuerdo con los homosexuales, desde muy pequeño le habían enseñado que eso no era correcto y al ser tan religioso no podía aceptar algo así. Pero tampoco aceptaría que hablaran de esa forma de su hijo.

—Escuche señor Tomlinson, sé que es difícil asimilarlo, nosotros solo queremos ayudar a los chicos, conducirlos al camino correcto y hacer lo posible por convertirlos en hombres de verdad, limpios de todo tipo de desviación.

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