Pasé la mayoría del vuelo dormida y babeando sobre la ventana del pequeño avión privado que los chicos habían alquilado para esa ocasión. Me desperté poco antes de aterrizar, algo desubicada. La despedida no había sido nada fácil. Decirle adiós a las personas que más quería, no era nada sencillo. Pero tenía todas mis esperanzas en poder acabar con lo que fuera que me esperara, y retomar mi vida.
Tras aterrizar, subimos a un coche que nos esperaba en la misma pista. Cael se colocó de piloto, mientras escuchaba las teorías y los planes de Archie, que se había sentado en el lugar de copiloto. Ayudé a Irisha a dejar todas las maletas en el maletero, y luego ambas tomamos sitio en la parte trasera.
Pasé la hora que me quedaba de viaje escuchando a Irisha explicarme algunas de las anécdotas que habían vivido los tres juntos. También aprendí que los ángeles menores eran creados, es decir "nacían" cuando la humanidad más lo necesitaba. Ella y Archie habían sido originados hacía unos setecientos años, cuando una oleada de demonios nunca antes vistos habían acabado un tercio de la población mundial. Los humanos lo llamamos "la peste"
Cael, en cambio, era aún más viejo. Había nacido hacía unos mil quinientos años, cuando una plaga de "insectos" había terminado con la comida de casi toda la clase baja.
Tras descubrir que mis compañeros de viaje eran unos seres milenarios, decidí que lo mejor era dormir un rato más, para que mi cerebro siguiera digiriendo información.
Me desperté súbitamente, sin saber muy bien por qué. Al mirar por la ventana, me di cuenta de que estábamos totalmente sumergidos en un bosque. Empezaba a anochecer, y las copas de los árboles solo dejaban pasar unos pocos rayos de sol. Pero ese paisaje, bastante típico en Irlanda, no fue lo que me sorprendió. Lo que si lo hizo fue que nos paráramos en medio de la nada.
- Vamos a acampar? - pregunté dudosa. Parecía que las noches fueran más bien frías en ese bosque.
- ¿Qué crees? Que estamos en unas vacaciones familiares?- me molestó Irisha
- Es por aquí, vamos, no queda mucho antes de que suba las guardias- Dijo Cael entonces, para luego coger dos de las maletas. Cada uno de nosotros cogió bolsas y maletas, y todos juntos nos encaminamos hacia el espesor del bosque.
Empezó a darme una sensación asfixiante, que crecía cada vez que daba un paso. Luego, vi como Archie se desvanecía. Me paré, asustada. Estaba allí, y de repente, ya no estaba.
- ¿Qué? ¿Pero que? Archie?- pregunté. Al no recibir respuesta grité más fuerte-¡¡ ARCHIE!!
- Estoy aquí, tranquila- me respondió su voz. Sorprendida, me giré sin verlo. Los demás me observaban, con algo de burla en su cara
ESTÁS LEYENDO
LIBRAMENTUM
Paranormal❝ Cuando el destino llama a tu puerta, no te queda más remedio que abrirla ❞ Cuando Calíope, una joven inglesa, se ve arrastrada por un misterioso chico hasta un mundo que hasta entonces permanecía oculto para ella, deberá librar una batalla, hacién...