Dos meses después.
No vi aparecer a Marcos en clase durante estos anteriores meses, supuse que se habría ido a otro instituto, pero, ¿ sin avisar? no sé era todo un poco raro. Lo bueno es que no volví a pensar en el casi, menos en taller, porque siempre nos tocaba juntos y entonces me tocaba hacerlo a mí sola todo. Su ausencia no me disgustaba, es decir, no estaba aferrada a él, como mi subsconsciente creía.
Ohh ya lo creo que si.
Nadie te ha dado permiso para hablar.
No hablo, pienso.
Cállate.
Me pasaba más el día mandándole callar a ese trasto que haciendo los deberes, joder, los deberes de mañana del señor García.
Eran casi más doce cuando terminé todas mis tareas, estaba agotada, me tomé un vaso de leche y me fui a dormir, cansada.
Era miércoles, tenía exposición de literatura, me encantaba, pero me daba vergüenza.
Legué tarde a clase porque me levante más tarde se lo normal, no tengo ninguna excusa sinceramente.
La verdad es que no era mala estudiante, sacaba ochos, nueves y algún diez de vez en cuando, pero ¿despertarme pronto? ahí fallaba.
La exposición me salió perfecta, y en el recreo me fui con unas compañeras de clase, Raquel, Blanca y Madison. Las tres estudiábamos el mismo bachiller y cada una venía de una punta de España. Raquel de La Rioja, Blanca de Sevilla y Madison de Murcia.
Teníamos muchas cosas en común, Raquel y yo amábamos dibujar, Blanca y Madison se pasaban el día en el coro, les encantaba.
Después fuimos a mi casa ha hacer un trabajo y entonces, ocurrió...
- Carla te llama un tal " Martinez " - me chilló Raquel desde la cocina.
- Lo cojo yo.. - me cortó con su dedo encima de mi boca.
- Si... si soy su mejor amiga ¿qué quieres ? - bufó perdiendo la paciencia.
Acababa de decir...
Sí.
¿Tenía amigas?
Sí.
¿Y mejor amiga?
Eso parece.
- Dice que quiere hablar contigo - me dijo extendiendo el brazo hacia mi mano.
- ¿ Estás bien ? Nadie sabía nada de ti - bufé.
- Bueno, más o menos, escucha ¿ mañana tienes algo que hacer ? Quiero enseñarte algo.
- Tú y tus planes de sitios misteriosos eh... - le contesté.
- Venga porfa, prometo invitarte a un helado después - contestó, y yo podía ver ya sus pucheros al otro lado de la línea.
- Mmmm... ¿ a las ocho pasas a por mí? - pregunté intrigada para saber a qué hora meterme a la ducha.
- Hecho, cenamos después en mi casa - contestó y colgó tan rápido que no me dio tiempo a decirle alguna excusa.
- ¡¿ Es tu novio?! - Raquel chilló entusiasmada.
- Noo - respondí rápidamente.
- ¡¡¡Chicass, Carla tiene novio !!! - gritó tan fuerte que hasta lo oyeron los vecinos.
- ¡¿ Queeee ?! - contestaron las tres restantes a la vez.
Les conté lo que me había pasado y básicamente lo de estos meses atrás, se veían muy ilusionadas, y ya ves tú era una tontería.
- Venga ya chicas, ni si quiera sé si somos amigos - dije.
- Yo creo que nunca podrás verle como a un amigo - me contestó Madison con el ceño fruncido pero sonriente.
Me cae bien.
- Bueno, ya veremos, es pronto para saberlo - exclamó Blanca.
Veinte minutos después estuvimos recogiendo las patatas que habíamos comido mientras hablábamos del tema, se marcharon sobre las nueve y media y yo me dediqué ha hacerme una tortilla francesa, porque otra vez, mis padres no habían pasado por casa.
ESTÁS LEYENDO
Mientras dure
Teen FictionLo primero que os quiero decir, es que no confiéis en nadie, ni en esta novela, ni posiblemente nunca, a pocas personas se les conoce realmente. Ahora, empecemos. Carla es nueva en la ciudad, pero no sabe que allí conocerá a su primer novio, ¿un poc...