Capítulo 12

2.8K 140 11
                                    

Pov: Josie

La casa está oscura y vacía cuando entramos a trompicones. Mi habitación era la más cercana, así que nos dirigimos directamente a mi puerta.

Golpeo la pared, buscando a tientas el interruptor de la luz, y caemos en la cama, enredadas juntas.

No podemos tocarnos lo suficiente. Mi piel roza la suya. Sí, cada célula de mi cuerpo me está diciendo, 'sí, idiota, finalmente, hiciste algo bien'.

Pronto, nos besamos, aplastandonos la una contra la otra, con la ropa a medio quitar. Ella se echa hacia atrás y me mira con los ojos vidriosos y negros. Extiende su mano y la desliza por mi estómago desnudo, acariciándome entre las piernas. Mis abdominales se aprietan cuando sus dedos rozan entre mis labios. Ella hace una pausa.

—No tienes que hacer nada —yo murmuró.

—Quiero hacerlo —ella dice y se muerde el labio—. Ayúdame —me susurra—, estoy nerviosa.

Beso su mejilla y ajustó cuidadosamente su mano.

—Okey —yo digo. Me estremezco cuando ella se presiona dentro de mí. Sus labios se abren.

—Te sientes... Dios. Estás tan caliente por dentro. —Mis ojos se cierran. Guió su mano para que me de suaves empujones, estoy luchando por mantener mi rostro erguido mientras sus dedos se frotan dentro de mí. Ella entiende el ritmo rápidamente.

—¿Estás bien? —ella susurra.

—Sí —murmuró, luego gritó cuando ella roza mi punto G. lo hace una y otra vez, frotando suavemente la palma de su mano contra mi clítoris, haciéndome estremecer. Me está tocando con tanta ternura y eso me está quemando el cerebro.

Luchando por recuperar el aliento, la miro a través de mis pestañas. Ella está mirando mi cara, absorbiendo mis reacciones, mirándome como si fuera algo tan precioso y perfecto. Nadie jamás me había mirado así. Me atraviesa una debilidad.

Ella toma mi mejilla con su mano libre.

—Te amo —me susurra—. Te amo, amo. 

Inclino mi cara en su palma, de repente me siento abrumada. Mierda. Ella me está haciendo el amor. Mi corazón arde como el sol. Ella se inclina para que su boca toque mi oreja.

—¿Puedo probar algo? —me pregunta.

Asiento con la cabeza y ella saca sus dedos, ella corta un gemido en protesta cuando se sube encima de mí y empuja una de sus rodillas entre mis piernas. Presiona mis muñecas contra la almohada y se inclina para besarme profundamente.

—Oh, Dios mío —jadeó, mientras su delgado muslo roza mi clítoris. Ella mueve su cadera hacia mi muslo y comienza a moverse en un círculo lento y suave, frotándose contra mí—. Oh Dios.

Ella me acaricia las palmas de las manos con sus pulgares. —¿Estás bien?

—Mierda. Sí. Mierda. Hope, eres el top más improbable del mundo. —Legítimamente pensé que ella no podría ponerse más caliente.

Ella se ríe y me besa con más fuerza, puedo sentir su clítoris, húmedo y caliente contra mi propia pierna, mientras ella comienza a moverse contra mi muslo.

Jadeo, mis caderas empezamos a tartamudear. El beso se vuelve más y más caliente, y la sensación en mi vientre se vuelve cada vez más apretada. Empiezan a salir ruidos de mi boca, pequeños gemidos tristes y desesperados.

Mis manos se deslizan por todo su cuerpo, a través de su cabello, por su espalda. Mis caderas se mueven incontrolablemente, cada vez más rápido, presionando con más fuerza su piel. Estamos en silencio por un momento, sólo estábamos besándonos.

Lecciones privadas - HosieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora