Lecciones privadas - Hosie

Capítulo 3

Pov: Hope

Me encierro en mi habitación y tomo la ducha más larga que he tenido. Cuando finalmente termino, me visto, luego me siento en el borde de mi cama, tratando de respirar. Estoy completamente humillada. De todas las personas a las que le podría haber contado, tenía que ser Josie.

Josie.

Y ella fue tan amable al respecto. Por supuesto, ella fue amable al respecto. Josie siempre es amable. Pero en fondo, debe haber estado disgustada conmigo. Me ha gustado Josie desde el momento en el que la conocí. Recuerdo que estaba de pie en la cocina de nuestro antiguo piso de la universidad, sacando una bandeja de galletas con cara de papatas del horno. Ella me miro y sonríe, y fue como si un foco la iluminara. Al principio lo descarté, porque ella era una chica. Pero luego descubrí que ella era lesbiana y lo descarte de nuevo, porque, seamos honestos.

¿Por qué diablos ella me querría? Estoy "Jodidamente defectuosa" y ella adora el sexo, así que, ¿Qué sentido tiene decirle cómo me siento al respecto?

Comienzo a escuchar a otro de mis compañeros de piso, y la risa de Josie flota a través de las paredes de mi habitación. Mi pequeño cuarto de repente se siente sofocante.

Guardo mis libros en mi bolso y me dirijo a la biblioteca. Me siento un poco más tranquila después de unas horas en la biblioteca. Es sábado por la mañana y la mayor parte de los estudiantes están durmiendo, tratando de recuperarse de la noche anterior. Mis botas hacen clic suavemente sobre los pisos de madera mientras deambulo por la sección de historia, buscando el lomo de un libro de texto de Shakespeare. Lo necesito para mi ensayo, pero no lo encuentro por ningún lado. Frunzo el ceño, me dirijo hacia la bibliotecaria, dobló una esquina y me congelo.

Allí, parado en medio del pasillo, está mi exnovio.

Landon.

Por un segundo, no puedo moverme. Sólo lo miró. Él saca un libro, mira la portada con el ceño fruncido, luego lo devuelve. El movimiento que hace muestra la curvatura de sus bíceps, el músculo se abulta en su ajustada camiseta. Él luce bien. Su cabello negro está un poco más largo y su piel está bronceada. Claramente ha estado haciendo ejercicio. No se parece en nada al chico de dieciocho años que me dejó hace cuatro años.

Lo sigo mirando, de repente, él mira hacia arriba.

—¿Hope? —él pregunta, me estremezco cuando su voz resuena a través de la silenciosa biblioteca—. ¿Eres tú?

—¿Landon? —Camino hacia él—. ¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que te habías mudado a Estados Unidos.

—Oh, sí. Perdí mi beca, así que me transfirieron de regreso. De todos modos, los programas aquí son mejores. —Él me mira de pies a cabeza. Instantáneamente me doy cuenta de que no estoy usando maquillaje y mi cabello todavía está húmedo. No parece importarle. Una lenta sonrisa se extiende por su rostro—. Mierda, Hope. Ha pasado tanto tiempo. ¿Cómo has estado? Te ves bien.

—Oh. Um. Estoy bien.

—¿En serio? —Se apoya en el estante—. ¿Haciendo tarea? —él pregunta, yo asiento y luego él señaló los asientos.

—Um, en realidad, tengo que irme, así que no puedo quedarme...

—Espera, espera —Él da un paso más cerca y agarra mi muñeca—. Escucha, Hope, lo siento mucho. La forma en la que te dejé fue simplemente... horrible.

—Está bien —murmuró—. Todo está en el pasado.

Él niega con la cabeza. Sus ojos son tan hermosos.

—Por favor. Déjame llevarte a cenar para compensarte. Ha pasado mucho tiempo. Me encantaría saber que has estado haciendo.

No puedo creer que esto esté pasando. Cuando era adolescente, solía soñar con este momento, repitiendolo obsesivamente en mi cabeza. Él se acerca más, nuestros brazos de rozan y mi cuerpo responde a como solía hacerlo. Cierro los ojos mientras el calor se apodera de mi piel. Esto es lo más parecido al romance que he tenido en años.