Suspiro derrotada mientras terminaba de quitar la cáscara de una manzana con el cuchillo.
-Mi hermano tiene razón...- escuchó murmurar a su lado – Mitsuri san se ve triste.
La mencionada miro al pequeño niño a su lado quien se mostró preocupando haciendo que soltase el cuchillo y lo estrechara fuertemente entre sus brazos
-¡Senjuro eres adorable! ¡Gracias por preocuparte!- dijo enternecida por él. Le encantaba ver lo dócil que era.
Sintió como unos golpecitos en su brazo eran señal que lo soltara así que lo hizo.
-Lo lamento, a veces no mido mi fuerza - se sonrojo arreglando el delantal que estaba sobre su uniforme de Kendo el cual portaba desde esa tarde.
-Mitsuri San - dijo agitado mirándola ruborizado - e-es que usted me presiona demasiado a sus... - miro en dirección de su pecho
Mitsuri volvió a disculparse, en realidad solía dar muestras de afecto sin darse cuenta del problema que podía causar.
Aunque desde hace tres días... las interacciones con el mayor de los Rengoku habían cambiado.
Tratando de poner orden en su corazón roto, no quería quedarse a solas con Rengoku, por lo que decidió no mostrarse tan efusiva con él, quería controlar esas reacciones para decirle a su mente que era un caso perdido. Por supuesto era un cambio que todos en el dojo notaban ya que sin darse cuenta siempre solía abrasar a su maestro.
Recapitulando su comportamiento... había sido atrevida en su ignorancia por sus sentimientos, solía tirarse encima de él cada vez que podía y ahora, después de todo lo que había ocurrido la vergüenza le impedía realizarlo.
Hace dos noches había llegado a su casa y por primera vez en un año él la había abrazado. Era algo que no olvidaría nunca... Se sintió demasiado bien sentirlo cerca sin que ella tuviese que dar el primer paso.
-Mitsuri San ¿Qué ocurre?- pregunto Senjuro preocupado al verla llorar con una mueca cómica.
-¡Nada!- sonrió aún con lágrimas - estoy cortando una cebolla.
Senjuro miro la manzana mal cortada y negó con su cabeza debido a la poca creatividad que tenía para hacer una broma.
-Talvez... yo debo encargarme - dijo quitándole el cuchillo con delicadeza.
Era tan joven, se dijo Mitsuri, solo tenía once años y era muy maduro para su edad, tranquilo, elegante y hábil para tareas domésticas y no así para el combate de espadas. Era tan distinto a Rengoku san pero al mismo tiempo era su versión más pequeña.
-¿Tengo algo en el rostro?- pregunto dándose cuenta de su insistente mirada.
-¡Eres tan lindo!- dijo al abrazarlo con fuerza y dejándolo sin aire de nuevo.
-M-Mitsuri san- intento soltarse pero solo pudo separarse cuando ella lo liberó haciéndolo toser - la tarta de manzana estará lista en un rato ¿Porque no va con mi hermano?
-¡E-Estoy esperando a los demás! - se excusó rápidamente.
Su respuesta pareció sorprenderlo.
- Pero mi hermano está solo... A usted le gusta estar con él ¿Acaso te hizo algo?
Se ruborizo hasta las raíces del cabello. ¿Había sido tan obvia antes? Prácticamente Senjuro se dio cuenta de cómo aprovechaba su tiempo merodeando a su maestro incluso antes de saber que estaba enamorada.
-¡No!- sonrió tratando de verse despreocupada - además... No creo que importe que no esté ahora junto a Rengoku san.
Durante aquellos días podía sentir su mirada sobre ella pero en cuanto está le correspondía, Rengoku solo sonreía alegre y despreocupado
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ESPECIALMENTE PARA TI (Rengoku kyojuro x Mitsuri Kanroji)
FanficMitsuri Kanroji estaba harta de ser juzgada por no cumplir los estereotipos femeninos los cuales le impedían tener pareja; luego de su ultima ruptura decide entrenar y encontrar un hombre a su altura y es cuando conoce a Rengoku Kyojuro, la persona...