9:00 pm
Estaban sentado en el sofá del departamento de Adrián.
—Tengo frío—. Comentó Megan mientras se acomodaba en su cuerpo.
—Claro, cómo no, si con la lluvia nos hemos mojado todo—. Respondió Adrián.
—Pero quién habrá sido pues al que se le dio por cargarme y dar vueltas bajo la lluvia en vez de ir rápido al taxi.
—Pero te gustó.
—Eso sí, valió le pena—. Sonrió.
—Espérame acá, iré por una polera para que te la pongas.
—Está bien.
Adrián entró a su habitación, rebuscó en su armario, sacó una polera negra, luego se sacó toda su ropa, se puso ropa seca y llegó hasta la sala.
—Ten, ponte, es gruesa y te va a abrigar —Megan recibió la polera y se le quedó viendo— descuida, me daré la vuelta para que te lo pongas tranquila, o puedes cambiarte en mi habitación.
Megan rio.
—Sólo date la vuelta.
Adrián asintió y se dio la vuelta. Megan se sacó el vestido y se colocó aquella polera que casi le llegaba hasta las rodillas.
—Ya puedes voltear.
Adrián lentamente volteó y no pudo evitar reír.
—¿Tan mal se me ve?.
—No —Sonrió y se acercó para tomarla de la cintura con ambas manos— es sólo que es gracioso porque...
—Porque me queda muy grande, lo sé.
—Así es —Se acercó más para darle un beso en sus labios— voy a prepararte agua caliente, aún estás fría—. Mientras le tomaba de las manos.
—Gracias.
Adrián estaba en la cocina cuando Megan entró y lo asustó, haciendo que él se sobresaltara.
—¡Por todos los cielos, Megan!—. Riendo un poco nervioso mientras que con su otra mano se tocaba el corazón.
—Lo siento amor—. Y empezó a reírse, cubriendo con una mano su boca. Se acercó más a él y lo tomó por el cuello para comenzar a besarlo lentamente, pero luego el sonido de la tetera que indicaba que el agua ya estaba lista los hizo parar.
—Creo que ya está lista el agua—. Dijo Megan en medio del beso.
—Así parece, que inoportuno, ¿Quién se cree que es para interrumpirnos así?—. Se quejó en broma.
—Ve amor —Sonrió— apaga la cocina—. Sin dejar de darle pequeños besos en los labios.
—No quiero—. Negando con la cabeza y con los ojos cerrados mientras aún la sostenía por la cintura y dándole pequeños besos.
—Tengo frío, necesito esa agua caliente—. Se separó y hizo puchero.
—Podemos echarnos en mí cama y ver una película como tanto nos gusta, de paso nos abrigamos.
Megan sonrió.
—Me encanta la idea, pero apaga la cocina de una vez o el agua se va a secar—. Acercándose para depositar un pequeño beso en sus labios.
Adrián bufó, pero hizo caso y le preparó una taza de manzanilla caliente.
—Vayamos a la sala—. Mencionó él.
Megan lo siguió y se acomodaron en el sofá hasta que ella terminara de beber.
—¿Todavía tienes frío?.
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EN OTRA VIDA
RomanceSe conocen en el momento menos esperado, dos cruces de miradas bastaron para el comienzo de una historia de... ¿Amor eterno?, ¿Existen los finales felices?. Megan conoce aquella noche a un muy apuesto chico con rizos color oro. Desde el primer momen...