- bueno, ahora que ya aclaré algunas cosas contigo... -sonrió Hoseok para sentarse en su cama y cruzar las piernas, mirando al demonio alzar una ceja- ya sabrás para que te invoqué no?
- claramente lo sé, humano
- Hoseok, dime Hoseok, debes de aprenderte mi nombre si quieres hacer un trato conmigo
- corrección, tú eres el que quiere hacer ese trato...
- ajá, pero ¿quién es el que necesita el alma? -nuevamente sonrió mirando como el demonio lo miraba molesto a lo cual sus manos hicieron un gesto para que se calmara- okey, okey, dejaré de molestarte...solo, quiero saber algunas cosas...ya que estás aquí
- creeme que no tengo paciencia para esto "Hoseok" , estás jugando con fuego
- bueno, si después de esto te vas a llevar mi alma, por lo menos debo de conocerte, no dejaría mi alma en manos de cualquier demonio sabes?
El demonio miró a Hoseok por un par de segundos, no hace mucho que había conocido a ese chiquillo y ya lo sacaba de quicio, el demonio realmente no tenía que aguantar todo esto, por él fuera desgarraba y descuartizaba a ese ser para luego beber su sangre pero simplemente no podía y no debía.
Ese humano y esa alma tan negra que comenzaba a apoderarse de él, podría valer más de lo que se pensaba.
así que sin más se sentó en un cojín que había ahí tirado y miró a Hoseok, con esos ojos negros.
- no tengo más remedio que escucharte
Esas palabras fueron suficientes para que Hoseok sonriera en grande así que se acomodó en su camita con estampados y sacó una libreta de pasta dura para poder anotar todo.
- muy bien, ¿qué eres?
- soy un demonio no?
- imbécil, me refiero a que tipo de demonio eres.
- no puedo decírtelo, tengo prohibido hablar de ese tipo de cosas.
- umm...Bueno, ¿para quién trabajas?, ¿Realmente existe el cielo? El diablo y... ¿Dios?
- ¿enserio? De todas las preguntas que pudiste pensar, me dices esas?
- solo responde, demonio latoso. -hoseok sintió escalofríos ante la risa ronca y torcida del demonio, aunque solo intentó olvidar eso-
- está bien, responderé tus dudas...
Trabajo para el mismísimo lucifer, pero realmente me gusta trabajar por mi cuenta, hacer lo que más me plazca...lo segundo, claramente existe el cielo...el diablo es mi "jefe" y Dios...- y Dios...que hay con él
- claramente existe... él es mi creador... él incluso creó a mi jefe, todo, lo hizo él
- buak~ hablas como el estúpido del pastor de la iglesia, acaso eres cura o algo?
- cállate que estoy hablando...como te decía, Dios existe, el diablo también, el cielo y el infierno
- ya veo...si Dios es tu creador...y todo lo creó él, ¿por qué ustedes son malos?
- ya veo que nunca prestas atención, porque lucifer, se quiso revelar contra él, y Dios, lo mandó al infierno, junto conmigo y todo aquel que se opusiera a su palabra
- y tú porque te opusiste?
- porque caí en las mentiras de Lucero, el antiguo nombre de mi jefe, fuí arrastrado a ese lugar de tinieblas
- entonces, eras un ángel? Y ahora eres un ángel
- caído...
- mierda, entonces si me iré al infierno como dicen mis padres, ellos tenían razón
- los humanos les gusta desfigurar todo a su antojo, a su conveniencia, a veces se toman todo tan literal, son unos imbéciles
- a qué te refieres con eso
- que están equivocados respecto al mundo y a lo que ellos consideran "pagano e impuro"
- entonces no me iré al infierno por las cosas que he echo?
- ah no, de todas maneras te irás al infierno...
Y después de eso, solo se podía escuchar el llanto de Hoseok, y un demonio confundido por la reacción de este, ¿acaso le tenía que mentir? Tratar con humanos nunca le fue fácil
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~TU SANGRE ME PERTENECE~
FantasíaHoseok, ya cansado de los malos tratos de sus compañeros y maestros por su gusto por el ocultismo decide invocar a un demonio a cambio de su sangre y... ¿Alma? Sin imaginar que traería consigo un enorme problema que involucraría a angeles y demonios.