~°¹⁶°~ ~•16•~

158 20 0
                                    

        🔺Advertencia, contenido +18, puedes saltarte ésta parte si no es de tu agrado🔺

2

Hoseok seguía mirando algo atontado al chico que tenía arrodillado frente a él, aún dudoso por lo que estaba a punto de hacer, tenía que recapacitar.

Estaba en el colegio, en el baño, junto con un chico desnudo a la espera de algo más y él teniendo una erección, sin mencionar que había la gran posibilidad de que alguien entrara y los viera.

A pesar de todo esto, algo dentro de él le decía que se dejara llevar por lo que sentía, y lo que él sentía era un inmenso deseo de cometer fornicación con un demonio sexual.

Sabía perfectamente lo pecaminoso que era eso, pero como podía resistirse si el pequeño diablillo jugaba con su casi inexistente cordura al restregar su rostro y sobre todo, su hermosa boquita, en su erección.

Su respiración paró de golpe al sentir el inmenso calor que le recorrió toda la entrepierna, el hermoso demonio chupaba y lamía con desesperación su erección, poco a poco su pantalón de cuero fue bajado  por el más bajo y dejó unos cuantos besitos en su bulto.

Hoseok estaba llegando al límite de su cordura, no comprendía el porqué ahora no puede tan siquiera controlarse, fuera otro ya se hubiera subido los pantalones e irse pero no; él seguía ahí, a la espera de que el diablito metiera parte de su glande a su boquita y cuando lo hizo jadeo contrayendo su vientre al sentir lo calurosa y húmeda que era su cavidad bucal.

Sonrió extasiado y su mano fue al cabello negro del pequeño demonio, éste lo miraba con una carita tan inocente que le provocaba pequeños espasmos a Hoseok. Chupaba con tanto vigor su verga que sentía desmayarse en ese lugar.

Había escuchado sobre los demonios sexuales, ellos son capaces de extraer las energías de su víctima por medio de las relaciones sexuales, aunque mayormente lo cometen cuando su victimario está dormido y que cuando despertasen terminen pensando que fue un sueño.

Ahora mismo tenía uno frente a él chupándole el pene con entusiasmo, sus dedos apretaban sin parar la cabellera del demonio y entre más apretaba, más rápido movía su cabecita.

Hoseok no evitaba jadear y gemir ante la sensación tan jodidamente espectacular; ver a su pene desaparecer en la boca del ser demoníaco  lo comenzaba a sofocar de cierta manera.

El ente maligno que se hacía llamar Jimin lo miró y sintió su colita revolotear de la emoción, las pupilas de Hoseok se hicieron en forma de bastones como el de una serpiente y de su jadeante boca comenzaban a salir unos pequeños colmillos, eso significaba algo bueno para él.

Sólo un poco más y lo tendría todo; motivado por aquello Jimin se alejó del miembro del castaño, haciendo un pequeño pop tan obsceno y con una pequeña sonrisita lo besó finalmente, sus tácticas de seducción le resultaron tan bien, que ya tenía las manos de un desorientado Hoseok en su tentador culo.

Su colita se enredó en uno de sus brazos impidiendo que alejara su mano de su lugar y se separó de la boca ajena, dejando en su lugar un pequeño rastro de saliva y a un Hoseok jadeante por el beso asfixiante.

Hoseok se sentía extraño, a parte de estar jodidamente caliente por supuesto, el sentimiento de que estaba haciendo mal se esfumó por completo, quería solamente una cosa en éste momento.

Y ese deseo se intensificó al ver que el diablito se subía sin mucho esfuerzo a la barra en dónde estaban los lavabos y con sus pequeñas manitas separó sus glúteos para luego, dejarse ver tal cual es.

Sus alitas y sus cuernos salieron a la luz y sus ojitos húmedos volvieron a su color natural, su manitas  dejaron ver las garritas negras que tenía y sin vergüenza alguna se pavoneó frente a la atenta mirada de Hoseok, aún con su colita enredada en el brazo de Jung lo invitó a tocar aquél lugar prohibido.

Hoseok tragó duro y sus dedos acariciaron con delicadeza la arrugada  piel ajena, sintió un respingo en su miembro erecto al tocar aquello y los sonidos tan comprometedores y obscenos del demonio azul no ayudaban en nada, lo que eran pequeñas caricias pasaron a ser rozes bruscos por parte de Hoseok y sin previo aviso metió su pulgar un par de veces en el recto demoníaco.

Jimin sólo se limitó a soltar pequeñas risitas mientras movía su culo al ritmo del pulgar de Hoseok, poco a poco, su colita fue dejando el brazo del castaño para poder enrollarse en el pene erecto de éste, provocandole que su libido se incrementara a sobre manera.

En su mente sintió que algo se rompía a pedazos y solamente dejó que sus deseos salieran a flote, sus manos tomaron con vigor el culo redondo del demonio y en un par de segundos; sin preparación alguna, metió su pene en el ano hasta el fondo, sacándole un grito al diablito travieso.

Éste fue acomodándose hasta poder apoyarse con sus pies en el suelo frío del baño y la diversión comenzó para ambos.

Hoseok arremetía con furia el recto del demonio y éste únicamente se limitaba a disfrutar la extensión del castaño, su lengua larga y azulada se escapaba de la prisión jadeante y húmeda que era su boca para darse paso al exterior.

Formó casi un corazón con su colita y sus gemidos fueron incrementándose a medida de que Hoseok aumentaba la fuerza y velocidad de sus embestidas.

Hoseok estaba a nada de rasguñar la tentadora espalda del demonio de no ser porqué éste se volteó, cambiando de posición aún con el pene de Hoseok en él y enrolló sus bonitas piernas en las caderas de éste.

Nuevamente las manos de Hoseok se posaron en el culo del demonio bonito y continuó con lo suyo mientras se daban un beso apasionado, que incluía pequeños chupones y mordidas que dejaban escapar pequeñas gotitas de sangre por parte de ambos.

Hoseok en un acto desesperado estampó a Jimin contra  la pared para seguir moviéndose, sus besos bajaron más y más y mordió el cuello ajeno, sacándole otro grito al ser demoníaco, los crecientes colmillos se clavaban tan profundo en él que sentía su piel desgarrarse.

Ese pequeño acto le decía mucho a Jimin, sólo le quedaba esperar un rato más para poder encargarse de lo demás.

Con sus manitas separó a Hoseok de su cuello y lo obligó a salir de él, el castaño no estaba muy conforme y eso se notaba al ver que sus pupilas se contrajeron mucho más, casi quedando como un delgado hilo.

En todo este tiempo las palabras no eran necesarias, con solo pequeños gestos podían entenderse bien, Jimin con una pequeña sonrisita chasqueó los dedos y una pequeña nube gris apareció enmedio de los dos, Jimin palmeó con sus manitas aquel lugar y Hoseok (con algo de duda) se subió en ese sitio.

Tan pronto como lo hizo, el demonio se subió arriba de éste, colocando sus bonitas  piernas a lado de las caderas del castaño y en un rápido movimiento dejó caer su culo en el pene erecto de Hoseok, sacándole un jadeo al sujeto.

Y ahí Hoseok sintió las maravillas del sexo, el trasero esponjoso del demonio daba sentones tan precisos que sintió llegar a su climax más rápido de lo esperado, Jimin sólo sonreía y reía de lo bien que se lo estaba pasando el castaño, su lengua azulada recorrió aquella marca una y otra vez y sus caderas aumentaron su ritmo obligando a Hoseok a posar sus manos en las caderas del demonio, rogándole por no querer correrse aún pero Jimin no le importaba hacerle caso ya, podía notar que la marca comenzaba a tornar negra la piel del castaño entre más placer le daba, lo estaba consiguiendo, por fin obtendría lo que tanto quería.

Sus ojos se volvieron completamente azules y una de sus garras filosas comenzó a trazar un círculo en la marca del sujeto contrario, quien se encontraba en un estado de placer extremo, sin más apuros introdujo con rudeza su garra comenzando a desgarrar la piel, provocando pequeños ríos de sangre.

Abrió la boca en gran manera y su lengua larga se puso puntiaguda, lista para poder absorber todo.

Mala suerte para él ya que la puerta fue abierta, dejando ver a un chico con cabello rubio.

Los dos se miraron por segundos y el más alto de los dos sacó su arco y flechas para apuntarle al demonio.

Seokjin no podía creer que casi llegaba tarde, como pudo ser tan descuidado con su misión.

•ᴗ•

~TU SANGRE ME PERTENECE~  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora