Hoseok, ya cansado de los malos tratos de sus compañeros y maestros por su gusto por el ocultismo decide invocar a un demonio a cambio de su sangre y...
¿Alma?
Sin imaginar que traería consigo un enorme problema que involucraría a angeles y demonios.
Ese tono de voz y esa forma de hablar ciertamente desconcertó mucho a Hoseok, quien solo parpadeó un par de veces para sonreír nervioso
- d-disculpa? Puedes repetir lo que
- acaso te quedaste idiota? Soy yo Hoseok
- yo sé que eres Namjoon
- agh, soy ese demonio maldito idiota -juntó sus dedos y en un chasquido el cuerpo se convirtió en un aura negra, como normalmente era, o por lo menos, como así lo perciben los humanos-
- pero que le has hecho al amor de mi vida maldito inútil demonio asqueroso?!
- yo soy ese tal Namjoon! El único idiota aquí eres tú
A Hoseok le tomó unos minutos reaccionar, dando una gran bocanada de aire, como si estuviera a punto de decir algo aunque de sus labios solo salió un...
- que?
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"Eran casi las siete de la mañana y Hoseok llegaba tarde al colegio, con pasos rápidos se apresuraba tratando de llegar a la entrada del colegio así que cuando pudo llegar, soltó un grito de victoria, por lo menos no llegó tan tarde esta vez."
"Sujetando fuerte su mochila se apresuró para ponerse en su lugar, ya que mayormente ponían a los estudiantes en medio de la plaza cívica para dar avisos entre otras cosas, y ahí lo vió, un chico alto, con piel levemente bronceada cuál caramelo con leche, esa seriedad que mostraban sus ojos peculiares, claramente debía de ser nuevo"
Ahora bien, ¿porque ese chico que al principio era un chico tan amable, considerado y tan buen estudiante, sería un demonio roba almas?
•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°• Hoseok soltó un suspiro para sentarse en uno de los escritorios, acariciando sus cabellos para luego acomodarlos y miró al demonio, oh debería de decir Namjoon?
- entonces...en todo este tiempo, eras tú?
- claro que era yo...no solo me aparezco para hacer tratos con seres de carne que me invocan, a veces tengo que buscar por mi cuenta...
- pero, yo pensé que solo aparecías con invocaciones...
- cuando me invocan puedo moverme libremente en el mundo terrenal mientras dure el trato...cuando se acaba, vuelvo a mi hogar y solo puedo estar en este mundo por un determinado tiempo
- por eso siempre te ibas antes de que acabasen las clases...eso tiene sentido, lo que no tiene sentido es que
- es qué... - agitó su mano en señal de que continuara-
- a quien carajos se le ocurre buscar almas en una preparatoria?
- si supieras que las almas de los adolescentes es más fácil de robar, caen muy fácil, mucho más que los adultos...ellos quieren dinero, ser alguien, conseguir destruir a los que le caen mal, entre otras cosas y cuando les consigo lo que quieren... -alzó su mano, creando pequeñas personitas con una especie de humo negro o sombras, como si fuera una recreación de lo que el demonio hace- yo me robo su alma y sangre, un alma más para el infierno... ahí está su perdición... - una de las sombras crece de forma mounstrosa y termina envolviendo a la otra sombra, dando un grito desgarrador para después esfumarse-
- entonces...soy un alma fácil?
- para que decir que no, claramente eres alguien fácil, pero está bien, estoy dispuesto a ayudarte, y ahora que ya soy libre, podré buscar más almas...
*Toc, toc*
El sonido de la puerta sacó a Hoseok de su burbuja, por un momento pensó que era un maestro, aunque después suspiró de alivio.
- Hoseok, que haces ahí metido? - era su amigo Jungkook- oye, quiero mostrarte algo que encontré en un cementerio, te va a gustar...
- ya voy, en un momento salgo
¿se había enamorado de un demonio acaso? O solo se enamoró de su señuelo...
