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🔺 Advertencia de contenido explícito🔺

Namjoon se dejó caer al suelo luego de llegar a lo que vendría siendo el infierno ¿Cómo es el infierno? Algunas novelas y escritos lo describen como un lugar lleno de fuego, con una temperatura abismal y con la melodía de los gritos agonizantes en el aire.

Nada más alejado de la realidad.

Realmente el infierno lucía como un enorme reino, cuya neblina y oscuridad siempre estaban presentes, no había mares de  fuego, solo lagos y ríos con almas pecadoras, gritando y arrepintiendose de sus terribles actos cometidos en vida.

Namjoon como pudo entró al reino, dispuesto a ir a su lugar correspondiente de no ser porque divisó a un ente, con una mirada burlesca.

- pero bueno~ el gran demonio; mano derecha del diablo, ¿Llegando lesionado? No esperaba menos de ti... - la mirada de namjoon demostró irritabilidad al momento de mirar al demonio de ojos verdes, cuyas alas eran enormes a pesar de su pequeño cuerpo- sabía que yo tenía que haber tomado tu lugar, yo ya lo hubiera logrado en un instante y tú; lesionado por un estúpido ángel...

- ¿quieres dejar de alardear cariño?~  todos sabemos que eres un brusco para eso, por eso el diablo ni te pela - una voz de tercio pelo se escuchó seguido de un aro de fuego que se habría de la nada, dejando pasar a un lindo demonio de cuernos y alas pequeñas, sus hermosos labios esponjosos dejaron escapar una risita al notar la creciente irá del demonio de ojos gatunos.

- no te metas "Jimin" mejor ve a qué te metan la verga los humanos  que para eso eres muy bueno

- agh~ detesto que me llames por mi nombre terrenal...no te enojes precioso~ sólo digo la verdad, para idiotas ahí estás tú, ¿porqué crees que el jefe dejó a cargo a Namjoon?  - sonrió el demonio haciendo desaparecer sus ojitos azules y se elevó unos cuantos centímetros del suelo para posarse en una nube gris, sus piernas se entrelazaron y su cuerpo se puso de lado, exponiendo las hermosas y envidiables curvas que caracterizaban a su especie- además, quien  creería que no piensas traicionar al jefe, sabemos de tus intenciones...

- no se hagan los putos moralistas, bien sabemos que todos queremos arrebatarle el poder a él, no solo yo...

- ¡si pero yo lo iba a hacer primero!  - una tercera y última voz se hizo presente desde el suelo; la neblina oscura envolvió a los tres demonios para luego concentrarse a un lado del demonio de ojos verdes, dejando ver primeramente su cuerno roto y el otro completo; el demonio que se hacía llamar "Jungkook" en el mundo terrenal se hizo presente.

Envuelto en irá encaró al demonio lesionado y lo apuntó con su garra oscura.

- este imbécil se creyó tan importante como para robarme a mi víctima - declaró con enfado para luego cruzarse de brazos-

- es gana gana, yo te gané el puesto porque el jefe así lo quiso, ¿Vas a lloriquear con eso? - se burló Namjoon pasando su oscura lengua por sus labios rojizos -

- entonces, como es gana gana, yo extraeré su alma, y cuando tenga todo el poder... podré destrozar a cada demonio y humano, incluído a ustedes - escupió el de ojos verdes con una sonrisa y el primer golpe se dió por parte del demonio color rosa-

- ah no, eso sí que no, no seas un puto metido de mierda y aléjate de mi humano

- ¿tuyo Jungkook?  Que yo recuerde es mío, ustedes no harán nada porque seré el único quien obtenga su asquerosa alma - elevó levemente su mano y de la nada un pequeño pergamino comenzó a aparecer hasta postrarse en su mano- según esto, el humano ya es mi "amo"  y no falta mucho para que acceda a darme su vida... así que no quiero que se peleen sobre algo que no tienen oportunidad
- se echó a reír el demonio rojo mirando las caras echas fuego de los otros dos demonios-

~TU SANGRE ME PERTENECE~  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora