Cᥲrtᥲs ᥲ ᥙᥒ ᥲmᥲᥒtᥱ ρᥱrdιdo // Kᥙrokᥱᥒ - Omᥱgᥲvᥱrsᥱ

Capítulo 15

El día se fue volando entre gemidos y caricias, Kenma estaba más tranquilo después de haber tomado sus supresores pero no se alejaba de Kuroo por nada.

Justo ahora estaba sentando en el regazo del alfa, dictándole las palabras para poder terminar su trabajo.

Kuroo como podía escribía en la laptop de Kenma, sintiéndose feliz por casi terminar su pequeña historia.

—¿Cuanta falta?— Preguntó Kenma dejando pequeños besos sobre el cuello del alfa.

—Faltan dos capítulos y esta obra estará lista.— Kuroo hablaba de su historia con un total orgullo.

—¿Van a morir al final?— Preguntó Kenma.

Kuroo negó. —Me niego rotundamente a que no terminen juntos, me voy a deprimir si eso pasa.

Kenma rio bajito. —Solo es una historia.

Kuroo movió su cabeza en señal de negación. —Es nuestra historia, y no va a ver finales tristes conmigo aquí.

Kenma rodó los ojos. —Está bien... Sin finales tristes.— Le repitió.

Minutos después Kuroo adelantó un poco más para luego cerrar la laptop, diciendo que continuarían mañana para redactar el final y dar los últimos detalles.

Kuroo se recostó sobre el sofá y Kenma se acomodó mejor sobre el hueco de cuello, oliendo al alfa quien dejaba pequeñas caricias sobre su espalda.

—Alfa...

Un "Mmm" se hizo presente y el omega prosiguió. —¿Me vas a contar la historia que me habías dicho?— Preguntó con total curiosidad.

Después de tantas vueltas para encontrar el libro que Kuroo quiso, que no le contara la historia lo ponía molesto, pero sabía que al alfa se le había olvidado.

—¡Cierto!— Dijo levantándose rápidamente ocasionando que Kenma casi se cayera, este se quejó y el alfa se disculpó mientras buscaba el libro.

Un minuto después estaban en la misma posición de antes solo que ahora tenían un libro en las manos.

—Sabes Kenma, después de enterarme de tu situación, Bokuto me habló de una vieja historia y yo quise investigar un poco más al respecto y en eso encontré algunas informaciones y más que todo provenientes de este libro.— Lo señaló. —Quiero que oigas atentamente esta historia y luego me des tu opinión ¿sí?

Kenma asintió aún si entender muy bien de qué iba todo.

—Vale, empiezo.

"El amante del alfa"

Hace algunos años existió un reino gobernado por unos reyes muy queridos, una familia de tres. El rey y la reina siempre andaban por todos lados, visitando a su pueblo y cuidando de su castillo, eran una linda pareja de alfa y omega. De sexos distintos.

Su hijo para desgracia de muchos, suerte de otros, después de cumplir sus 15 años se dio a conocer como omega. Impidiendo así que en aquella época pudiera gobernar. Se dice que el rey estaba muy molesto por eso en aquel entonces, que no tenía sentido si todo su linaje era de alfas, no había razón de que su hijo fuera omega... Al menos que fuera maldecido.

Aquel pensamiento siempre rondó por la cabeza del rey pero nunca lo compartió, ni con su amada esposa, que no le daba importancia al género de su hijo, si era omega, podía casarse con un buen alfa y ser los próximos reyes.

Después de unos buenos años, el príncipe ya tenía 19 años, estaba en sus mejores momentos, era un chico delgado con un precioso cabello negro y unos ojos dorados tan encantadores como su misma piel, sin hablar del dulce olor que tenía. Dicho olor, cautivaba a cualquier alfa que se le cruzara, el príncipe nunca le dio importancia a su olor hasta después de ciertos acontecimientos.