El día transcurrió tranquilamente, Kuroo estaba cansando de su día pero le gustaba tener la mente entretenida, así no se permitía pensar en sus problemas.
Salió de su última clase, sin encontrarse con el alfa de la mañana ni tampoco con el dulce omega, así que salió de la universidad. Pensando que su padre estaría en su casa aun, decidió ir por otro lado un par de horas para no verlo, no quería llegar temprano, realmente no quería ver a su padre.
Mientras caminaba iba viendo como el cielo se iba empañando de colores hermosos, amaba ver el cielo, en realidad le gustaba todo lo que tuviera que ver con eso, le criticaban mucho también por el mismo motivo, decían que un alfa no podía tener ese tipo de gusto, que era un hombre, pero ¿Por ser un hombre no podía admirar la bella del mundo? Kuroo apreciaba muchas cosas y el cielo era una de ellas y por más críticas que recibiera le importaba muy poco.
Por algo la diosa luna lo puso como alfa, y aún con sus gustos distintos nadie tenía el derecho de criticarlo.
Siguió caminando y observó una cafetería, no lo pensó mucho y se adentró a esta. Se sorprendió un poco por la decoración de ella, eran un estilo, bonito, vintage, con materiales reciclados en todos lados que le daban un buen aire al lugar. Kuroo se sentó en una esquina y esperó que llegara alguien a pedir su orden, cosa cual no tardo en pasar.
—Buenas tarde señor ¿Puedo tomar su orden?— Preguntó un chico algo pequeño con un lindo tono de cabello.
—Sí, me gustaría una hamburguesa y una coco-cola, por favor.
El chico asintió y se retiró luego de escribir en su libreta la orden del alfa.
Kuroo mientras esperaba su comida empezó a revisar su celular, no tenía mucho que ver, siempre lo mismo, cosas tontas y noticias de gente famosa que él realmente no le importaba. Pego su cabeza contra la ventana del lugar y empezó a mirar las calles, ya había anochecido, y supo que al salir sentiría frío porque ya otoño estaba entrando.
Viendo a los niños pasar junto a sus padres, observó a un chico arrodillado frente a un poste, siguió mirándolo hasta que se levantó con sus brazos cruzados, Kuroo miró mejor y notó un pequeño gato entre sus brazos, y cuando un auto pasó por enfrente del chico pudo verlo mejor por la luz que emitía.
Era Kenma.
Su lobo aulló de la nada, sus manos picaron y las ganas de ir con él aumentaron pero se contuvo completamente.
Kenma después de que varios autos pasaran, cruzó la calle entrando al café donde estaba el alfa.
Kuroo sintió nervios y se puso el menú en toda su cara para así poder ocultarse. Kenma pasó directamente al recibidor y habló con el mismo chico que lo había atendido, se dijeron un par de palabras para luego marcharse por una de las puertas de servicio.
Kuroo le pareció extraño pero siguió viendo, hasta que un chico pelinegro llega a su lado, era uno de los chicos que trabaja en el café, lo supo por la vestimenta y además porque traía su pedido.
—Muchas gracias.— Dice Kuroo acomodándose para comer, mientras esperaba que el chico se fuera pero en vez de eso decidió sentarse enfrente al alfa.
—¿Si?— Le miró extrañado.
—Por tu bien, no vuelvas a ver a mi omega de esa manera.
¿Su omega?
¿De quién hablaba, de Kenma?
—Pero...
—Pero nada, te vi hace unos minutos viendo en dirección de mi omega hasta que entró, así que si quieres conservar tu dentadura aparta tus ojos de él.
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Cᥲrtᥲs ᥲ ᥙᥒ ᥲmᥲᥒtᥱ ρᥱrdιdo // Kᥙrokᥱᥒ - Omᥱgᥲvᥱrsᥱ
FanfictionKuroo, el nuevo estudiante de la universidad Nekoma, un alfa cualquiera, tranquilo sin mucho que desear hasta que en su primer día es inundado por el gran olor de un omega. Kenma, un omega solitario, de poco hablar, quien a simple vista puede ser t...