SEVEN; afraid

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- Y... ¿Por qué habías dicho que todos estábamos muertos?. -preguntó el chico.

Me quedé callada mientras me ruborizaba de la vergüenza.

- Tranquila, puedo servirte de ayuda si es lo que deseas. -me ruboricé aun más, Dios santo, ¿Como puede ser esto posible?.

- Yo... Solo lo imaginé. -dije.

- Ah... Así que todos moríamos eh. -río. - Bueno, ¿Y quién nos asesinaba o que paso?. -preguntó mientras me miraba y metía sus manos en sus bolsillos.

- Bueno... Era un poco extraño por que... Era alguien, con una mascara de un conejo, no me gusta. -dije mientras miraba los casilleros.

- Oh, eso debe ser muy loco. -dijo mientras me sonreía.

- Demasiado, de echo... Bueno olvídalo. -dije mientras miraba hacia otro lado.

- Puedes decirme. -dijo mientras me miraba, lo miraba de reojo.

- No, enserio, olvídalo. -le sonreí.

- Esta bien. -me miro. - Aquí es. -dijo mientras miraba el pequeño salón, que decía en letras rojas "ENFERMERIA".

- Bueno la verdad me siento bien, solo fue que sentí un pequeño mareo, todo bien. -dije mientras le sonreía cómplice mente.

- Bueno, puedes ir al baño a lavarte la cara, los baños están a la derecha, yo le diré al profesor que fuiste a la enfermería. -antes de irse me guiñó un ojo, demo*nios.

- Claro, gracias. -dije en susurro.

Caminé mas al frente y me dirigí a la derecha, habían dos puertas, Mujer y Hombre.

Entré al baño y me miré en el espejo, estaba totalmente pálida, como un maldito fantasma.

Abrí la llave y me lavé la cara, me tallé los ojos y me mire otra vez en el espejo y después... Lo volví a ver.

Me voltee rápidamente pero el ya no estaba, había desaparecido.

Me tallé los ojos de nuevo y me arreglé un poco la ropa, iba a salir del baño cuando escucho un sollozo, dos, tres, más.

- ¿Hola?. -me agaché enfrente de un baño para después ver unos pies, y sangre.

Me paré rápidamente y abrí la puerta horrorizada.

Había una chica, de tez negra y cabello castaño, era muy bonita. Aunque tenía una navaja en sus manos, con su sangre.

- Dios santo, ¿Pero que haz echo?. -dije mientras le levantaba la cara.

Sus ojos estaban rojos y su rímel corrido, se veía asustada y triste.

- Lo siento tanto. -otro sollozo.

- Espera una momento, no me tardo nada. -dije y salí corriendo del baño para ir a la enfermería, después de todo alguien si necesitaba ir.

- Hola mi niña, ¿Qué es lo que pasa?. -una anciana me miró sonriente.

- Hola, ah, necesito que me de una venda. -dije mientras apuntaba la venda que estaba en el pequeño botiquín transparente.

- ¿Para que lo necesitas, pequeña?. -dijo mirándome confundida.

- Es que hay una chica que se ha cortado el brazo con una navaja y pues esta llorando, en el baño. -dije un poco rápido.

- Pues si alguien está herido debo ir a revisar. -dijo y tomo el botiquín y salió casi corriendo de la enfermería.

㊑p s y c y o p a t h; n.g a n d j.g㊖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora