Todo Gracias A Un Caso. -Lawlight [En Proceso]

VI

(Advertencia: Se hacen menciones de abuso sexual. Recuerden tomar precauciones, si tienen algún desencadenante o simplemente quieren evitar esa escena, empieza en "Recordaba aquellas manos..." Y se puede seguir leyendo en el párrafo "Debido a lo que había pasado..." )

— Bien, entonces, ¿Podría decirme a quien tiene en mente, agente Yagami? — Lo miro con curiosidad, alzando una ceja levemente.

Le causaba intriga la persona que mencionaría a continuación el agente, es decir, si lo mencionaba era por algún comportamiento extraño o que justificara las sospechas de que aquella persona fuera el asesino.

— Takashi Akiko. Él era mi compañero de clase en preparatoria, intentó invitarme a salir, yo lo rechace, pero el siguió insistiendo. Era tan insistente hasta el punto en el que me acosaba tan sólo para que aceptara.  Claramente eso comenzó a asustarme, le avise a mi padre y aunque él y otros agentes lo buscaron por todos lados no lo encontraron, hasta la fecha se desconoce su ubicación. — Dijo Light tratando de parecer indiferente, porqué a pesar de que la situación que había pasado antes había sido difícil, no quería verse vulnerable ante los demás agentes.

Toda la habitación quedo en silencio, ninguno de los presentes sabía que decir, hasta que Lawliet decidió hablar y romper de una vez aquel abrupto silencio.

— Entonces, ahora tenemos un punto de partida para comenzar la investigación. Matsuda y Aizawa busquen el historial criminal del posible sospechoso, en cuanto encuentren algo háganoslo saber. — El pelinegro miro de reojo a Light, rápidamente notó el cambio en su estado de ánimo. No podía culparlo, después de todo, una experiencia como esa era realmente aterradora por decir lo menos.

— ¿Hay algo en lo que pueda ayudar? — preguntó Light, mirando hacia su alrededor buscando una respuesta por parte de alguno de los agentes.

— Realmente no. Creo que lo mejor es que descanses, has tenido un día difícil y casi es media noche.   — El de tez pálida lo miro con simpatía, dándole una pequeña sonrisa.

Light no quería irse, odiaba simplemente descansar en lugar de ayudar o hacer algo de utilidad para un caso, pero está vez sabía que debía de hacerlo, realmente se sentía cansado. Estaba apunto de quejarse ante ello e insistir en quedarse y ser útil en la investigación, sin embargo, Lawliet volvió a hablar.

— Agente Yagami, no es una sugerencia, se lo estoy ordenando como su superior. —Respondio el pelinegro cambiando su semblante a uno más serio, tratando de darle a entender a Light que no tenía opción en esto.

— Detective Lawliet, con todo respeto y espero no ofenderlo, pero espero que recuerde la apuesta que hicimos. Gané la apuesta y la condición era que estaría al mando en este caso junto a usted. Así que en este momento no es mi superior, somos iguales. — Light sonrió al terminar de hablar, satisfecho con lo que había dicho, después de todo, era cierto, habían hecho una apuesta y Lawliet debía de cumplir con su parte.

Lawliet maldijo en voz baja, lanzándole una mirada molesta al castaño.

— ¿Esta hablando en serio, agente Yagami? —Light asintió rápidamente ante esto, con una mirada decidida en su rostro.— En ese caso, ya no podrá trabajar en esta investigación. No sé si usted lo recuerde, pero, hay una regla en nuestra agencia donde en el momento que un agente o detective sea una víctima inmediatamente será revocado del caso. —

La sonrisa de Light decayó rápidamente, mientras que Lawliet mostraba una sonrisa engreída en su rostro, sabía que está vez había ganado, a pesar de que se vería como alguien que no cumple con su parte en un trato, pero todo lo que había dicho era verdad, ningún agente podría seguir en un caso donde estuviera involucrado como víctima.

Light estaba a punto de maldecir a Lawliet, no podía creer que el detective fuera tan estúpidamente molesto y listo. Lo tenía acorralado, porque si desobedecia a Lawliet, este lo sacaría del caso inmediatamente, poniendo como única opción aceptarlo.
Odiaba como uso la agencia en su contra, solo para que se fuera a descansar. En verdad no podía entender lo que pasaba por la cabeza del otro, probablemente jamás lo haría, debido a que aunque odiase admitirlo su mente era increíble, él mismo había visto en artículos y entrevistas, la gran capacidad que tenía el pelinegro a la hora de resolver un caso. Su mente era realmente brillante.

Hacia enfurecer a Light el hecho de que los rumores que había del detective eran ciertos, e incluso iban más alla de lo que muchas entrevistas y artículos mencionaban. En cierta parte, sabía que era algo de admirar la manera en la que Lawliet resolvía con suma astucia y eficiencia cada uno de sus casos, pero eso no quitaba que el detective fuera un idiota, un idiota muy listo.

De mala gana Light asintió, se despidió de su padre con un abrazo y después con un gesto de mano de los demás agentes, incluyendo a Lawliet, mirándolo fijamente un par de segundos, para después salir de la habitación del hotel, soltando un suspiro. No estaba molesto con el detective, pero era frustrante, aunque a la vez emocionante encontrarse con una persona que igualaba e incluso superaba su intelecto.

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Al llegar a su departamento, lo primero que Light hizo fue tumbarse en su cama, estaba tan cansado. Tenía que darle la razón al detective está vez, realmente necesitaba descansar y siendo sincero había sido un día difícil.

Lo peor era que tuvo que recordar malos años, aquellos que había tratado de enterrar en lo más profundo de sus recuerdos, quería dejarlos en su pasado porque a eso pertenecían, pues no quería que eso afectará a su presente. Ya le había afectado mucho al Light del pasado, le había costado un par de años de terapia y ahora aunque tratara de alejarlos, venía aquel momento en específico por él.

Esos recuerdos lo envolvían, matando todo aquello que alguna vez había sido vibrante, dejándolo justo como la noche rodeaba de oscuridad aquellos callejones que no contaban con luz.

Recordaba aquellas manos que recorrían sus piernas, subiendo lentamente hacia una parte que él odiaba que tocaran, mientras que sus súplicas porque se detuvieran caían en oídos sordos y solo hacia que fueran más bruscas sus manos alrededor de todo su cuerpo, como si cada que pedía piedad en realidad estuviera pidiendo por más, ya que eso solo lo alentaba a seguir.

A pesar de que llorará, de que con todas sus fuerzas luchará para evitar que aquellas sucias manos lo tocaran, no podía defenderse porque Takashi era un chico más fuerte y corpulento que él. Sus intentos eran inútiles, solo habían ocasionado que se sintiera más débil, dejándolo sin poder moverse como si fuera una simple muñeca de trapo o un juguete que acababan desechar después de haber jugado con él.

Debido a lo que le había pasado había entrenado como loco, para ser fuerte, para que nadie pudiera lastimarlo otra vez, para que si sucedía algo como esto, al menos pudiera defenderse del atacante.

Al tener este recuerdo en su mente, sus ojos comenzaron a soltar un par de lágrimas, aquella vulnerabilidad que fingió que no tenía salió a la luz. Seco sus lágrimas, mientras se cubría con la manta de su cama, tratando de cubrir todo su cuerpo, algo que le daba calidez y una falsa sensación de seguridad.

Pensó y pensó un par de tiempo, porque eso era lo mejor que sabía hacer, hasta que sus ojos lentamente se cerraron del cansancio, adentrandolo en la oscuridad nuevamente.

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Realmente no se que decir, más que pedir una gran disculpa por el retraso tan inmenso para el capítulo. En serio, disculpen lo mucho que tarde en actualizar este fic, fue por asuntos personales, pero ya tengo planeado el siguiente capítulo, así que les aseguro que la espera será mucho más corta. Les agradezco a todxs por su apoyo, en verdad, muchísimas gracias. Espero que les haya gustado el capítulo, y si no es así trataré de hacerlo mejor en el próximo.

Aprecio realmente sus comentarios, me hacen muy feliz y en verdad gracias por su increíble apoyo en esto. <3