IV

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Cuando llegaron a aquel hotel en donde estos estaban antes, inspeccionaron más a fondo el maletín y pudieron ver que este necesitaba una clave de cuatro dígitos para poder abrirlo, estos eran números así que entre todo el equipo empezaron a revisar los documentos que tenían información sobre el caso ya que tal vez algo que estuviera allí podría ser la clave para abrir el maletín.

Habían estado tratando de sacar por lo menos algunas huellas, pero los intentos fueron en vano no pudieron encontrar alguna huella, ni una sola.

Este asesino al parecer era muy cuidadoso ya que nunca dejaba huellas, porque este usaba guantes cosa que complicaba más el poder encontrar alguna pista a Light y Elle ya que la única cosa que podría ser de utilidad era aquel dichoso maletín.

El agente por otro lado pensaba en la que podría ser la contraseña del maletín, tal vez podrían llegar a ser las coordenadas del lugar donde encontraron el maletín, pero de inmediato lo descartó al recordar que las coordenadas tenían más de cuatro dígitos.

Podría ser el número de la casa pero si fuera así seria demasiado fácil, aun así este debía de arriesgarse a poner el número de aquella caso solo por si acaso.

Por suerte si este no recordaba los números de la casa, tenían fotos en las que se mostraban esos números con claridad.

— Dame el maletín, quiero intentar poner una clave.— Dijo para que después Aizawa le pasara aquel maletín, empezó a poner aquellos números y toda la atención estaba centrada en el ya que los demás querían ver si es que el podría descifrar aquella contraseña, Light se sentía presionado ante la mirada de los demás agentes pero sentía una mirada más que la de los demás y este sospechaba de quien era la persona que lo miraba con tanta intensidad; era Lawliet el cual seguía mirándolo.

Aunque quería negar que aquella mirada de Lawliet lo hacía ponerse nervioso ya que este no despegaba la mirada de él, si que lo hacía ponerse nervioso con tan solo la mirada del contrario. Sacudió su cabeza dejando de pensar en eso y al terminar de poner la contraseña pudo darse cuenta de que justo como había pensado este no se abrió ya que la contraseña era incorrecta.

Todos dieron un suspiro pensaban que el agente había encontrado la contraseña correcta pero esta no la era, todos volvieron a lo suyo, seguían buscando algo que pudiera dar con la clave del maletín.

Light se acercó hacia Lawliet, quería preguntarle si había conseguido una pista o tan solo algo que pudiera ayudar a encontrar la clave.

— ¿No has encontrado algo que pueda ayudarnos? —Pregunto mirando levemente a Lawliet, y el contrario solo quito la vista de su laptop y miro a Light esta vez.

— Aún no, pero creo que tal vez la clave tenga que ver con las víctimas.—

— Puede que sea eso, sabes creo que deberíamos trabajar los dos juntos para que sea más fácil encontrar la clave, ¿Que dices? —Dijo Light ya que realmente si pensaba bien las cosas por lo rumores que había escuchado sabia que Lawliet era una persona bastante inteligente al igual que el, así que sería más fácil entre los dos poder encontrar la que era la contraseña correcta.

— Tienes razón, si trabajamos juntos será más fácil.— Respondió esta vez sonriendo ya que aunque odiase admitirlo el castaño le agradaba un poco por el como era aquel chico y tal vez ambos podrían llegar a ser amigos.

Light se sentó al lado del otro en el sofá, y empezó también a leer la información de las víctimas más detalladamente que antes. Ambas víctimas eran de Los Ángeles pero ninguna de estas se conocían.

En algunas ocasiones ambos se compartían información o le decían al otro lo que les pareciera que pudiera ser una pista o algo que fuera importante para el caso.

Las víctimas tenían de diferencia de edad once años, una tenia 24 y la otra víctima 35 aún eran algo jóvenes a decir verdad.

— ¡Lo tengo! —Dijeron ambos al unísono, estaban casi seguros de que esa era la contraseña correcta.

Casi por instinto voltearon a ver al contrario atónitos porque ambos habían encontrado la clave al mismo tiempo.

— ¿Que clave encontraste? —Pregunto Light primero, este quería confirmar si es que ambos habían llegado a la misma conclusión.

— Las edades de ambos al juntarlas dan en total cuatro dígitos, los cuales estoy casi seguro de que son la contraseña ¿y tu que opinas? —

Al parecer ambos habíamos llegado a la misma conclusión y al mismo tiempo, supongo que dos mentes son mejor que una ¿cierto?, acababa de darse cuenta de que trabajar en equipo había sido una buena idea.

— También había pensado lo mismo, debemos de intentar ponerla.—

De inmediato el contrario empezó a poner aquella contraseña primero empezó a poner el 24 y después del 35, el maletín por fin pudo abrirse dejando ver el contenido de este a la vista de Lawliet y Light.

Hey, ¿Que tal?, hace tiempo que no actualizaba la historia pido disculpas por eso, en verdad no tenía ninguna idea para escribir y apenas se me ocurrió esto, espero les haya gustado nos vemos en el próximo.

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Todo Gracias A Un Caso. -Lawlight  [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora