Capítulo 9

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Aparcaba en el primer hueco que encontraba, y antes de bajarse del coche, miraba la tarjeta en su mano, dudando que hacer- joder... ¿y que le digo?... no que pasaba por aquí había aparcamiento y... por favor... patética... soy patética... que hable ella que para eso es presentadora y psicóloga... mejor me voy... no compórtate como la adulta que eres joder, mejor no lo pienso más- por fin salía del vehículo, encaminándose hacia el bloque donde se ubicaba el ático de su no prima.

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Mientras tanto en ese ático...

A: Se lo he dado y no le gusta, ¿me quieres decir que hago ahora?- hablaba por teléfono mientras andaba nerviosa por el salón- vale ¿y?... ¿y porque no le gusta?... joder... vale... que si... uff... en otra no me pillas... graciosa... Isa hoy libraba... soy capaz no tengo que llamarla para joder espera tengo otra llamada... ¿si?... ah... no puedo hoy... ya... un café pues no puedo Teresa y no se cuándo podré vale... si... chao... ¿sigues ahí?... era... una amiga... vale si, era Teresa... no lo se, me ha llamado dos veces para quedar... pues en realidad me llama para tomar un café pero... que se yo... y dale... esto es lo más anti-sex que he tenido en mi vida así que puedes estar tranquila... espera que ahora suena el timbre... joder ¿porque babea?- se dirigía a abrir la puerta- tengo otro calentando pues que se yo le he dado a la ruleta y punto- PUMP se escuchaba un fuerte ruido- joder eso se avisa- abría la puerta rápido- ténmelo

N: Pero que- recibía a un niño, sujetándolo por las axilas, mientras quien se lo daba salía disparada hacia la cocina- ¿y tú quién eres? - lo mantenía alejado de su cuerpo.

Niño: Ba baba ba

N: No si baboso eres un rato, Alba- entraba todavía con el niño alejado de si, cerrando la puerta de una patada entrando al salón y viéndola en la cocina estilo americana, unida al salón- Alba.

A: Espera un momento, madre mía- veía el destrozo que el potito en el microondas había armado.

N: Me da que aquí el baboso, se ha quedado sin comida- llegaba hasta ella.

A: Cógelo bien- empujaba al niño para pegarlo al torso de Natalia- no muerde.

N: ¿Estas segura?- miraba al niño ahora pegado a ella con cara de asquillo- babea Alba, este niño babea.

A: Es el chupe, dios ¿y ahora que?

N: Puedes usar la vitro.

A: ¿El que?

N: Eso- señalaba con su cabeza la vitrocerámica- si tienes más potitos claro.

A: Si, hay más.

N: Solucionado, tómalo- volvía a separar al niño de si, para entregárselo.

A: Tengo que limpiar esto, ¿Cómo quieres que lo coja?

N: Tengo una reunión esta tarde y este niño parece una máquina de babas- decía pero no obtenía contestación porque quien tenía que contestarla se quedaba mirándola- ¿Qué pasa?

A: ¿Le has dado un beso?

N: ¿A quién?

A: Al niño, ¿a quién va a ser?

N: Pues pues eh no, no se lo he dado.

A: ¿Por qué?

N: Porque ¿Qué?

A: Dios esperabas que te lo presentaran o

N: Jajaja no, eso no.

A: ¿Y entonces?

N: No se- encogía los hombros- auch Me ha pegado, ¿lo has visto?

A: Normal que te pegue, dale un beso- la veía negar con la cabeza- dáselo.

La SexólogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora