Capítulo 4

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A: Buenos días Oscar

O: Joder Alba, ¿Qué clase de virus has cogido? ¿Sabes que son las nueve de la mañana?

A: Jajaja si, no encuentro mi agenda Oscar, ¿a que hora era el Consejo?

O: A las diez y media, ¿vas conduciendo?

A: Si. Más o menos me imaginaba la hora y pasaba de tener otra movida con mi madre.

O: No me extraña, la tienes en el maletero.

A: ¿A mi madre?

O: No jajaja a la agenda. Tu ipad está en el maletero, por lo menos ahí lo metiste ayer.

A: Joder, me sobran dos horas.

O: Eng error, hora y media.

A: No, una cosa es que asista como ella quiere y otra es que sea puntual. Dos horas y no hay negociación.

O: Como tu veas, cuando acabes- el sonido de una bocina lo hacía callar- joder nena, dile al imbécil de la bocina que me ha dejado sordo.

A: Jajaja que fuerte, es mi primita, hey- saludaba con su mano a la conductora del coche parado por un semáforo en rojo, en paralelo a ella- por favor cumple con todos los parámetros establecidos para una pija ejecutiva- le decía a Oscar mientras sonreía a su primita.

O: ¿Y cuáles son?

A: Coche que parece un tiburón, sosísimo, seguro que ella dirá que elegantísimo, camisa de seda, chaqueta perfectamente colgada del espaldar y, espera me está diciendo algo ¿Qué pasa primi?- bajaba la ventanilla.

N: No recuerdas mi nombre ¿y me llamas por el apelativo?

O: Mira que bien habla.

A: No primi, me es imposible olvidar un nombre tan virginal- nada más decirlo le guiñaba un ojo.

O: Punto para Alba.

N: Ya, Alba también es bíblico.

O: Te acaba de empatar.

A: Pues sí, pero a mí no me gritan eso de: Guapa, guapa y guapa jajaja- decía refiriéndose a la madrugá sevillana de semana santa.

O: Jajaja puntaco para ti, esto es mejor que un Barça-Altlhetic.

N: ¿Seguro que no? Quizás viendo cierta portada si lo hagan- ahora sí, conocía algo de la vida de su no prima.

O: Oh, oh, dura contrincante. Al final primas no sois ¿no?

A: Lo gritaran sí, pero de puro placer.

O: Ahí la has matado.

N: Ya, pero deberías tener en cuenta, que la mayoría de lectores de esa revista son hombres y a veces, se conforman con poco, que no digo que sea el caso, pero...

O: Joder, no solo te ha vuelto a empatar, es que te ha dejado contra las cuerdas.

A: Tienes razón primi- buscaba algo en la guantera de su coche- coge esto- le tiraba una revista- aiss perdona, se me olvidó que estabas casada, lo mismo tu mujer no te deja ojear ciertas cosas.

N: Jajaja- sin mirar la revista, la dejaba en el asiento del copiloto- me parece que ya te ojee en directo y - hacia una pausa a conciencia

O: Esto

A: ¿Y?

N: Y el semáforo está en verde.

O: Lo siento Alba, te ha ganado, te pongas como te pongas jajaja

La SexólogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora