7. Son Solo Pensamientos Intrusivos

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Lunes

Aquel lugar era maravilloso, bueno, teniendo en cuenta que vivía entre escombros, pero era un lugar cómodo, había un sillón, vivía con las ratas y las daba de comer, y los Madrigal adultos no la escuchaban, cada vez que podía, Bruno estaba con ella, hablando casi en susurros, incluso a veces se llegaban a escribir, uno junto a él, una vez, por la noche estaban haciendo carteles para más entretenimiento, por ejemplo, más partidos de fútbol, pero eso no era lo importante, desde aquella anoche T/N cada vez que podía posaba su mirada en las expresiones del hombre de cabello largo, es más, se dió cuenta que apartaba mucho su pelo dibujando, parecía incomodarle.

-Bruno, quédate quieto un momento.

Dió un respingo, pues entre tanto silencio el escuchar una voz así de pronto se asustó.

-¿Y eso por qué?

-Déjame hacerte una cosa, si te duele avísame

Bruno tragó saliva

-¿Ok...?

Cerró los ojos, T/N le quitó la cinta a Lucía quien se estaba dando mimos con Alonso y le hizo una cola a Bruno, dejando algunos pelos sueltos, le tomó de la barbilla para que mirara hacia arriba, este abrió los ojos lentamente

-¿Tienes un espejo?

-No...

Ella se puso a pensar, fue entonces cuando sacó el cubo que estaba encima de la mesa.

-Ahora, mirate.

Aunque veía su reflejo deformado, podía ver la cinta de Lucía en su pelo y como aún así lograba tener su estilo desordenado con esos pelos cerca de su cara, pero sin molestarle, era algo maravilloso

-Sabes, te veo muy guapo así.

Se quedó en silencio y miró varias veces a T/N y luego se tiró a él suelo

-¡Oh! Mira eso, se me cayeron los lapiceros, voy a recogerlos.

Se puso debajo de la mesa donde estaban trabajando, estaba rojo, dio golpes a la manera y se levantó, no sin antes darse un cabezazo con la mesa.

-¡¿Estas bien?!

T/N intentó ayudarle, pero al momento se puso a su lado.

-Si, si, estoy bien. ¿Por qué no seguimos?

Al momento T/N le tocó su cabeza, sobandosela, incluso haciendole caricias suaves, haciendo que el chico pusiera su cabeza encima de las pierna de T/N.

-¿Quieres que siga? A ver si te vas a quedar dormido

Pero había cerrado ya sus ojos, desde aquel día en el puente, sonreía al verle así, y más cuando estaba junto a ella, entonces cuando T/N miró a una de las ratas y la llamó

-Trae a Mirabel, hay que llevarlo a su habitación

La rata se fue y ella siguió haciendo caricias en el cabello del hombre, mientras este empezaba a dar pequeños ronquidos

Finalmente llegó su sobrina.

-Mirabel. ¿Crees que podrías llevarlo a su habitación? No quiero que mañana tengamos que montar un quilombo porque no estaba en su habitación.

-Si, no se preocupe, voy a traer a Luisa, estoy segura que ella puede cargar con el.

Mientras le esperaba, miraba con cariño a él hombre, al momento que llegó Luisa le tapó con una manta de estrellas y le cargó como una princesa hasta que su sobrina se marchara, aunque era extraño, cerró la puerta de aquel lugar, se tumbó en la cama, sujetó uno de los carteles que habían hecho, seguía pensando en el y como quería que siguiera allí.

La Carta de los Enamorados (Bruno x Reader) HIATUS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora