11. Días De Sol.

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Tras aquel dulce beso, ambos sentían como ese sentimiento carnal de querer estar todavía abrazados, mientras que en los ojos de ambos se veían reflejados amor, un amor que se vió interrumpido por tres jóvenes chicas, quienes tenían sentimientos encontrados.

-¡Mirabel, Dolores, Luisa! Que hacen aquí, es muy peligroso y además...

Se atragantó y notó como sus mejillas se encadilaban, se giró para evitar la mirada con sus sobrinas, T/N tocó su hombro y luego abrazó a cada una de ellas, en especial Luisa la dió un agarre más fuerte, pues se había emocionado de ver la escena.

-Me alegro tanto por ustedes, fue muy bonito...

Aquella mujer fuerte se quitó algunas lágrimas.

-Yo también, pero no deberían estar aquí, esto es una misión muy peligrosa, además, vuestra abuela seguramente ya tendrá ganas de asesinarme después de tecnicamente haber hecho que su hijo viniera conmigo y como sepa, que lo que acabamos de hacer, me va a cortar el gaznate.

Se tocó el cuello, a modo de broma, pero sobretodo Mirabel se quedó de piedra cuando mencionaron a su abuela.

-Es por eso que veníamos, tío Bruno...

Tragó saliva, mientras que su tío, agarraba las manos de T/N asustado.

-¿Qué fue lo que pasó? ¿Está todo bien en Casita?.

Dolores dió un paso hacía delante.

-La abuela, sufrió un ataque al corazón al saber de nuestra ausencia, justo ahora y vinimos porqué escuché que corriais peligro.

Bruno se le encogió el corazón al escuchar aquello sobre su madre, apoyó la cabeza cerca de la clavícula de T/N, su mano con la de ella, un gran dolor y pesar recorrió su cuerpo. ¿Y si ella desaparecía de este mundo sin el estando cerca? Y más aún, sabiendo lo último que vivieron, por mucho que le doliera, era su madre, algo dentro de él, quería pensar que iba a cambiar, Mirabel entonces rompió el silencio que ahí se había formado.

-Tenemos que volver todos juntos, tal vez sea lo mejor, incluso creo que tu también deberías de venir T/N.

La comisura de los labios de T/N empezó a temblar, no quería, quería saber que significaba la carta, quería saber porque de las visiones de Bruno, maldita sea, después de saber lo que era el amor quería saber si sería comida para gusanos o un alma que como el viento de la primera suspira enamorada.

-No.

Se escuchó la voz de Bruno.

-Tienes que marcharte tu, Mirabel, me duele decirlo, pero, si algo pasará con mi ma... La abuela, tu eres su sucesora el pueblo te necesita más que que nunca.

Mirabel entonces se acercó a su tío, intentado ver su estado de ánimo, pero este escondía su rostro sobre el pecho de T/N, cuando miró de reojo a Mirabel, sus ojos estaban rojos cual cereza.

-Tío Bruno, no estoy preparada, ni siquiera he cumplido los 16, no necesito todavía a el pueblo, necesito a mi familia.

Tenía una mano sobre su pecho, mientras que la otra sujetaba el hombro de Bruno, intentando que se miraran cara a cara.

-Y yo también la necesitaba y realmente me alegro que estén conmigo, pero simplemente, no puedo volver, todavía no, estuve 10 años atrapado con ella, estuve 10 años en mi propia casa y aún así no me sentía como si tuviera un hogar, ni siquiera me buscó, y ahora en... ¿Cuántos meses han pasado?. En estos meses, que estoy libre, si me busca, lo siento Mirabel, no puedo, si la ves, dile que aguante, tal vez vuelva o tal vez haga como ella y me busque una nueva familia.

La Carta de los Enamorados (Bruno x Reader) HIATUS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora