Quisiera seguir mi vida normal y no tener estás cicatrices permanentes; a veces me pregunto porque el mundo es así con las personas felices.
La bonitas mentiras y la horrible verdad, repentinamente llegó el día en el que tuve que morir, sólo para descubrir que llegué con vida; en esta canica de vida la cual se muere poco a poco.
Desearía no a ver sido tan Suicida, toda la sangre derramada por mis manos solo para que ella fuera mía y de nadie más, necesitaba una coartada para culpar a alguien más y que no me quitaran de su lado.
Fueron mas de 5 los que la lastimaron, ojala estén quemándose en el infierno, por ella sigo con vida, por ella estoy soportando todo el peso físico, aquellos homicidios no me dejaron ninguna carga gracias a mis estrategias.
Ahora solo me pregunto si ella quisiera estar con un asesino tan joven como yo.
- Rin, oe Rin.
Me desperté con el sonido irritante de la voz de Guruguru, es insoportable en veces y más sabiendo que es mi única compañía, el otro siempre está afuera de la cueva, como desearía tener su poder.
- ¿Qué quieres Guru?. -lo miré molesta dándole la espalda.
- Tus heridas ya están mejor, es sorprendente tu capacidad de resistencia, quisiera ver tus Jutsus algún día.
Le contesté con una queja para después cubrirme con una manta sucia, el lugar era todo menos limpio o aseado.
- Y el nombre de la chica que siempre repites es muy bonito.
Le lacé tierra al sentirlo más cerca, nunca me a gustado el contacto físico con desconocido o personas que no les tengo confianza.
- Con ese mal genio nadie te va a querer. -dijo el otro.
- Tengo distintas emociones, la ira y la poca paciencia la demuestro con ustedes, estúpidos.
Me levanté de la cama sacudiéndome para dar un paseo alejándome de ellos.
- ¿Es decir que con ___________ eras amable y paciente?.
Le una de mis vendas las cuales ya estaban sucias e impacto contra lo que era supuestamente su rostro.
Ni siquiera se la noción del tiempo, solo se que ahora estoy mirando el techo mientras espero algún día poder salir de aquí; aunque Madara pase casi todo el tiempo en estado vegetal, cuando despierta me trae nostalgia el como habla, incluso es más padre que el mío.
En veces tengo pesadillas con escenarios falsos, él dijo que se debía a la angustia y estrés que estaba acumulando, lo tome por verdad cuando los tics nerviosos empezaron.
Inhale y exhale hondo mirando como las raíces de hacían más grandes día con día, Guruguru no hacia más que dibujar como siempre, desde que me implantaron estas células e podido durar días sin comer y sin sentir hacer necesidades que antes necesitaba hacer constantemente.
La paz cuando no hablaban me tranquilizaba tanto que podía dormir plácidamente, como aho. .
- ¡RIN!, ¡HAY PROBLEMAS!.
Abrí los ojos de golpe y me levanté mirando a Zetsu blanco colgado de la pared.
- ¿Qué sucede?.
- Kakashi, Obito y ___________ están luchando contra ninjas de la niebla, hay otros 2 chicos pero están alejados y se ven demasiado inquietos.
- ¿Qué paso con sus maestros, Minato Sensei o Kushina sensei?.
- Están en otra misión ahora mismo.
No lo pensé dos veces y fui hasta la gran roca que tapaba la única salida, pero solo logré que una descarga eléctrica recorriera todo mi cuerpo y de un momento a otro las células que formaban mi brazo se desprendieran como masa pegajoza.
- ¡MIERDA, MIERDA, MIERDA!.
Dije mirando el apenas hueco que hice, patee, golpee con mi otra mano e incluso di un cabezazo para que esta se rompiera, pero nada. Rasgue mi brazo en donde estaban mis células, sentía mi sangre hervir cada vez más.
- Rin, Te puedo ayu. . .
Todo fue tan, repentino, el chakra que brote se combinó en un ataque físico, pero aún así no era suficiente para terminarlo, mis ojos ardían, estaban rojos, respiré agitada dispuesta a rendirme, escuchaba murmuros en mi mente, esa cosa aún seguía ahí, pero no podía liberarla, tampoco controlarla.
Era demasiado débil para hacer esto yo sola.
- Te dije que te voy a ayudar.
Repentinamente sentí como Guruguru me envolvía hasta quedar todo mi cuerpo con el suyo, era un cascaron vació esperando a llenarse, llenarse con algo de vida.
Volví a mirar la pared y alcé mi puño, por fin la había roto.
- ¿Ya te vas?.
Miré a Madara el cual estaba mirándome desde su asiento.
- Agradezco que me salvaras, pero debo irme.
Antes de que comenzará a caminar, volvió a dirigirme la palabra.
- Si por algún caso regresaras, deberás pagarme, Rin Nohara.
Por alguna razón ilógica, asentí ante sus palabras.
Corría lo más rápido que el cuerpo de Guruguru me lo permitía, estaba tan inquieta que solo pensaba en ella, en como debería estar, como reaccionaría.
Pero como siempre, el mundo era injusto, las personas son injustas..
Cuando llegué solo miré sangre, los cuerpos de Hisoka y Sayuke estaban tirados en el suelo, Obito estaba gritando de dolor mientras un Ambu lo retenía con un kunai en sus ojos lagrimosos.
Por último, aquello que me dejo sin aliento, comencé a recordar todos los sueños que tuve en aquel lugar, no eran sueños.
Eran ahora realidad.
Perdí el control de mi cuerpo de inmediato, aquella cosa que todas las naciones buscaban estaba dentro de mi; la habían implantado para destruir Konoha, no para destruirlos a ellos, ¿Verdad?.
Su cuerpo cayó al suelo mientras me volvía a sobresaltar, Kakashi estaba llorando, después cayó al suelo inconsciente.
Aquel grito que hizo que mi garganta doliera fue el inicio de algo que ya había pasado en la historia original, que había pasado antes y que siempre se repetirá.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
