CAPITULO 4

2.1K 211 71
                                    

Después de conocer sus habitaciones y haberse topado con el segundo maestro de la secta Nie, Nie Huaisang y pasar todo un día conociéndose, finalmente llegó el toque de queda, a pesar de que no estaban acostumbrados a dormir tan temprano ese momento fue la excepción.

-A-Cheng, sabes que soy un poco perezoso para despertarme, ¿puedes ir a mi habitación a levantarme por la mañana?- llamó a su hermano.

Los pusieron en habitaciones diferentes por su condición de doncel, a pesar de que él y su Gege no tenían problema en dormir juntos, sabían que Gusu Lan era un poco más estricto con respecto al tema. Más si se trataba del prometido del Segundo Maestro Lan.

-A mí también, por favor, Jiang Xiong, si me llego a quedar dormido y repruebo aunque sea una materia, estoy seguro que Da-ge me mataría- dijo contando y lamentándose mientras se cubría medio rostro con su abanico.

Jiang Wanyin aceptó mientras miraba el pequeño lloriqueo del Nie, era de conocimiento el carácter del Líder de la secta Nie, por lo que tuvo compasión por el pequeño doncel, aparte, se le hacía muy tierno cuando el mencionado hacía pucheros pero no lo iba a admitir.

A la mañana siguiente tal y como había prometido el heredero Jiang fue a levantar a los dos donceles, aunque le costó al principio, no hay nada como pequeños chantajes para lograr su cometido.

Llegando al salón de clases se encontraron a Jiang Yanli y muy poco después a Jin Zixuan.

De pequeños no se llevaban bien con el heredero Jin ya que pensaban que era todo un pavo real (apodo puesto por el pequeño Ying) y que se regocijaba por pertenecer a la secta llena de oro, como lo hacían los demás Jin.

Después de conocerlo durante las visitas de Madame Jin a Madame Yu y muchas más conferencias, se dieron cuenta que no era como el resto, sí, tenía varias personas a su alrededor, sin embargo, eran sirvientes y discípulos que solo estaban para protegerlo y servirle. Así que se fueron acercándose poco a poco al Jin, dándose cuenta que no era un mal chico, solo necesitaba saber que era el amor y la amistad.

Acordaron sentarse todos juntos y así lo hicieron cada día.

Iban pasando los días y por muy que Wei Wuxian quería portarse bien y hacer quedar bien a su secta, hubo unos momentos en que su personalidad traviesa salía flote haciendo que quedara castigado copiando las reglas y siendo supervisado por nada más ni nada menos que su prometido, Lan Wangji

Aprovechó ese tiempo para tratar de acercarse al segundo jade de Lan, hacía dibujos de él, trataba de conversar con el de ojos dorados sin ninguna respuesta y si respondía no eran más que un "Mhm".

Estaba en uno de esos pocos y diminutos días en los que le tocaba copiar las reglas. Al terminar, se le ocurrió una idea que no había intentado antes con Lan Wangji y que estaba seguro que tal vez se anime a reunirse con él.

Parándose de su asiento se acercó al más alto, tomó aire y habló

-Lan Zhan... quisiera invitarte a comer conmigo

El mencionado alzó una mirada y viéndolo desde años, supo que era un poco confusa, así que un tanto nervioso continúo.

-Oh..jeje, no es lo que tú piensas, no saldremos, cocinaré una sopa de loto y costillas de cerdo que sé que te gustará junto con unos bocadillos y té, Lan Zhan te estaré esperando esta noche ¿si? Por favor ven- terminó de decir Wei Ying.

-Lo pensaré- afirmó el de ojos ámbar.

Wei Wuxian sonrió tan brillantemente al ver un poco de proceso en su extraña relación, así que con un asentimiento y un "te esperaré, no lo olvides" se marchó para empezar a prepararse y también preparar las cosas.

Te amo y más Donde viven las historias. Descúbrelo ahora