CAPITULO 7

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-Felicidades por estar entre los primeros cinco lugares Qionglin, te lo mereces, eres un gran arquero.

-E-eh? ¿S-sí? No creo que sea bueno, pero igualmente gracias Joven Maestro Jiang- dijo tímido Wen Ning.

Jiang Cheng no sabía cómo había llegado a felicitar a Wen Qionglin de la nada, momentos antes solo estaba buscando a su hermano para ir juntos donde su padre y cuando no lo encontraba chocó con unas túnicas rojas.

-O-Oh, lo siento mucho joven maestro no ví por donde iba- dijo aún con la cabeza agachada.

-Mhm, no te preocupes, solo importa que ambos estemos bien, ven te ayudo a levantarte- contestó al mismo tiempo que extendía su mano hacia el menor para que se pusiera de pie.

Wen Ning aún con un poco de temor, aceptó y alzando la cabeza observó que se trataba del heredero Jiang. Realmente no tenía intenciones de chocar con él, pero estaba tan emocionado de ir y contarle a su hermana lo ocurrido en la competencia, que no se fijó por donde iba.

Jiang Cheng igualmente observó con quién tenía el gusto de tropezar, fijó su mirada en el más bajo, llevaba auténticas túnicas que te permitían saber que era un Wen real y que no las llevaba solo para las competencias.

-¿Cómo te llamas?- preguntó.

-W-Wen Ning de cortesía Qionglin, Joven maestro.- Respondió.

-¿Ajá? ¿Con que tú eres el único Wen en entrar a los primeros cinco lugares?- Preguntó más para sí mismo que para el más bajo.

-Bueno- salió de sus pensamientos- me llamo Jiang Cheng de cortesía Wanyin.

-M-Mucho gusto Joven maestro.

-Oye, ¿qué sucede con ese tartamudeo?, ten más confianza, en una próxima vez que nos veamos no quisiera verte así de tímido.

-Está bien- terminó diciendo un poco más tranquilo.

Terminaron de hablar y Wen Qionglin se despidió para ir a ver a su hermana, no sabía cómo reaccionar cuando dijo que su Jiejie era la famosa médica, Wen Qing.

Se decía de los que la habían llegado a conocer que era hermosa, con proporciones que cualquier otra mujer pudiera envidiar, pero tenías que tener cuidado, pues era una mujer de un carácter fuerte.

No pudo evitar sentir curiosidad por aquella mujer al mismo tiempo que se preguntaba cómo no se sabía que la famosa Wen Qing, la mejor médico de toda su generación, tenía un hermano. Vamos, seamos sinceros, cuando empezó a escuchar acerca de la mujer Wen, de cómo podría curar hasta al que estaba a punto de dar su último suspiro -una pequeña exageración para él- de cómo conseguía hasta la última medicina que se creía no podría obtenerse y muchas cosas más, nunca oyó hablar acerca del hermano de esta última.

"Al menos que hayas sido engañado"

Aish, es sólo su mente tratando de jugarle una mala pasada. Wen Qionglin se veía demasiado tierno e inocente cómo para mentirle.

Y si así fuera el caso y el último estuviera diciéndole a cualquiera por ahí que Wen Qing es su hermana, conociendo al mundo de la cultivación, la noticia ya se hubiera extendido como pólvora llegando a los mismos oídos de la médica y ella misma saldría a desmentir o decir la verdad acerca de todo esto.

Decidió dejar todo lo ocurrido de lado y prefirió seguir con lo que hacía en el momento en que llegó. No duró mucho, pues a lo lejos veía ir directo hacia él a su hermano, sonrió aliviado, pero su sonrisa cayó poco a poco al verlo un poco decaído.

Se acercó a Wei Ying.

-¿A-Xian? ¿Estás bien?

Preguntaba mientras lo agarraba de los dos brazos y observaba de arriba hacia abajo en busca de alguna herida.

-Estoy bien, A-Cheng.- Respondió con una leve sonrisa.

-Es solo que- continuó -me encontré con alguien- dijo casi en un susurro.

-¿Con quién te encontraste? ¿Te hizo algo? ¿Te lastimó?- dije empezando a entrar en pánico

Riendo suavemente contestó

-No A-Cheng, quería ayudar a Lan WangJi avisando que su cinta estaba floja, pero no me creyó y se enojó- Agachó la cabeza por el recuerdo.

Sentí enojo, ¿acaso Lan Wangji tampoco sabía apreciar una ayuda? Estaba apunto de ir a buscarlo, tal vez y el golpe que se le proporcionó el año pasado no le bastó.

Una mano enredó mi brazo, miré un poco hacia abajo, mi hermano me veía con esos ojos grisáceos y una mirada bastó para que la ira que recorría mi cuerpo se empezara a disipar.

-A-Cheng- Empezó tranquilamente -No te preocupes, fue mi culpa que se haya enojado.

-¿Pero cómo puedes decir eso? Tú solo lo ayudabas y él-

-Intenté tomar su cinta, olvidándome de su importante significado- me interrumpió sorprendiéndome.

-¿Qué-

Conocía que Wuxian a veces era un poco olvidadizo, podría olvidar su propio cumpleaños, podría olvidar los días de entrenamiento o los días en que tomaba sus clases con madre e incluso podría olvidar las recetas que él aprendía para hacer los bocadillos o su famosa sopa de loto y costillas de cerdo, que por cierto amaba tomarla.

Pero olvidar el significado de la cinta de los Lan, es un poco, era...no tenía palabras para describirlo.

¿Acaso su hermano sufría de alguna enfermedad y que olvidara las cosas no era normal? -¡Por favor, hasta el olvidaba cosas de vez en cuando!- Pero olvidar una cosa así de mucha importancia, no se creía capaz.

-Así que una vez que se enojó y rompió su arco, me dijo que me perdiera y yo entendí su razón, así que me fui- Continuó contándome.

-¡Pero esa no es razón para que te grite! Sabes que desde que se supo de su compromiso te ha tratado mal- tomando un respiro seguí mientras lo tomaba de ambos hombros y hacía que me mirase, sin ningún éxito.

-Wuxian, esto es solo una excusa para dejarte mal una vez más.

-Basta, basta, A-Cheng- apretando levemente mi manos, alzó su cabeza para mirarme a los ojos- Hubo alguien que llegó en el momento justo, él me defendió A-Cheng, a pesar de que fui yo el culpable del enojo de Lan Wangji, mencionó lo mismo que tú, que Lan Wangji no debía gritarme de esa forma. Al final, Lan Er-Gonzi sólo se retiró.

-Y claro le agradecí, después de todo el problema ocurrió entre Lan Wangji y yo, él solo se atrevió a defenderme.

Wuxian lo contaba con un brillo en sus ojos grisáceos, un brillo que no había visto en ningún otro lado, tenía la incógnita de quién era el dichoso discípulo que tuvo la valentía en defender a mi hermano del Segundo Maestro Lan.

Lan Wangji se merecía aquello, pero que tengas fuerza para enfrentarte a un heredero de las cincos secta era algo o tan estúpido o tan de valientes o ambos. Sin medir su curiosidad, se atrevió a preguntar.

-Wuxian y....¿Quién es este famoso discípulo al que hay que agradecerle por protegerte mientras no estuve?

-Ouh, ¿discípulo?- rió ocultando su sonrisa con la manga de su túnica.

-No es un discípulo A-Cheng -con una gran sonrisa confesó- es el Primer Maestro Wen, Wen Xu.

Te amo y más Donde viven las historias. Descúbrelo ahora