Los pasos estaban coordinados, eran lentos y precisos, las risas, gritos y platicas disminuían y aumentaban conforme caminaban, pero, ¿y la conversación?, nada del otro mundo, la típicas preguntas que uno le hace a alguien para conocerlo, gustos, opiniones, todo eso, realmente no habían comentado mucho, pero eso no te molestaba en nada, todo era perfecto, pero una nueva pregunta salió de el.
-Y así fue como aprendí que me gustaba la cocina- dijo mientras en sus palabras se reflejaba el orgullo.
-La verdad a mi también me gusta, solo que por el poco tiempo que tenia antes no podía hacer platillos elaborados así que tuve que dejarlo un poco.
-La cocina es algo que requiere tiempo así que es entendible, a todo esto es de agradecerle a mi madre por dejarme su conocimiento
-Debió ser una gran cocinera, en cambio yo aprendí todo lo que se gracias a que me la pasaba en la cocina viendo a las cocineras.
-¿Tenia cocineras?
-Fueron contratados por mi padrastro, solo para servirle a el, en todo caso a mi hermana y madre, yo la verdad no se si me atendían, jamás les pedí nada, pero al pasarme todo el día en la cocina aprendí algo.
-Por lo que parece tu relación con tus padres es distante
-Era, ambos ya han fallecido, pero si, no fue la mejor, mis padres se divorciaron, luego mi madre se volvió a casar, pero de mi padre se poco desde entonces.
-En mi caso no fui cercano a mi padre, digamos que lo único que le agradezco que me allá enseñado es la cacería.
-Se poco de la cacería, lo que se fue por cuenta propia, pero me gustaría aprender
-Si un día gusta le puedo enseñar, ahora mismo me tengo que despedir, recordé que tengo que hablar con un amigo sobre los ingresos del bar, ahora que recuerdo ya lo conoces
-¿Husk?
-¡El mismo¡, le alegrara saber que lo recordaste, pero si, junto a el dirijo el bar en el asistimos la otra vez, me gustaría invitarte nuevamente a tomar algo, pero a un lugar mas formal, claro, si acepta
-Estaría encantada, estaré esperando ese día con ansias, ahora me despido
Ambos asintieron levemente la cabeza en forma de despedida, viste que su silueta se iba alejando hasta dispersarse por completo, dando un último vistazo a la zona emprendiste tu camino devuelta a la tienda.
Estabas feliz, realmente era agradable escuchar a Alastor, su forma de hablar tan formal y con confianza eran fascinantes, y claro que estabas feliz el saber que saldrían de nuevo, aun que no se había dado un día en concreto, tampoco eras impaciente, al final el tiempo es lo menos importante.O eso pensabas.
El color azul y el brillo característico del cielo era opacado por las nubes grisáceos que amenazaban con una pronta tormenta, el cambio repentino de temperatura se mezclaba perfectamente, creando un ambiente melancólico en la joven chica, provocando que sus pisadas fueran lentas, pero sin perder la elegancia de ellos.
Sus ojos paseaban vagamente sobre las personas en una forma de distraerse de su aburrimiento, captando la atención de varias personas fascinados por su apariencia, escuchaba claramente como algunos alagaban su físico, pero los comentarios insultantes tampoco eran escasos, provenían principalmente de mujeres, podía percibir la envidia en sus críticas, la joven chica solo les dirigía una leve mirada y luego sonreía victoriosa pero sutil, causando un desagrado total por parte de esas personas y eso le agradaba.
Sus pasos disminuyeron hasta cesar por completo, su mirada se dirigió al ventanal frente a ella, una hermosa tela había captado su atención, era de un tono café rojizo, parecía ser suave y firme, perfecta para un vestido.
Como si la tela la llamara sus pasos fueron retomados dirigiéndose a la puerta del local, sin darse cuenta la tela ya hacía sobre sus brazos frente a la caja para pagar, sus manos se deslizaron por su bolso sacando un par de billetes, lo extendió para entregárselo al joven y poder adueñarse de la tela que ella consideraba única.
Salió del local, su ánimo había vuelto y como si el cielo estuviera conectado volvió a tener su brillo y color especial, el ambiente se torno alegre, escuchaba a los niños correr y jugar logrando capatar su atencion, su rostro se transformo en una mueca un poco confusa, su gusto hacia los niños era poca, casi nula, nunca fueron de su agrado, solo fueron pocos los que lograban ablandar su corazón, incluyendo al pequeño de Anthony, ver a esos niños jugar estaba bien, pero escuchar sus gritos era lo que detestaba.
Su mirada estaba apunto de quitarse cuando un hombre capto su atención, miraba indiscretamente a los niños, en especial a las niñas, sinto nauseas al ver tal acto, pero algo fue lo que la alertó.
- ¿A visto a un niño como de 7 años?, responde al nombre de Anthony.
Esas palabras fueron escupidas por ese hombre, parecía como si leyera un guión mal hecho, la mujer a la que le preguto solo negó con la cabeza y siguió su camino, todo tomó sentido, ese hombre era al que se refería Anthony, el que el dijo que lo hacía hacer cosas.
Grabaste su rostro en su mente, ya tenias marcado un nuevo objetivo, era claro que lo que pensabas hacer era inmortal, pero no era nada al lado de ese hombre, viste cada detalle de su rostro, sus ropas, tenias que ser precavida con tus próximos movimientos.
Una mujer noto que veías tanto al hombre, se acercó disimuladamente.
-A mi también me da desconfianza
-¿Disculpa?
-A mi también me da mala espiña, lleva al rededor de seis horas viendo a los niños, yo que tu cuidaría bien a mis hijos, ten cuidado con el.
La mujer sólo se alejo un poco para llamar a un niño quien parecía ser su hijo, tu solo te quedaste quieta, ¿seis horas?, eso era realmente enfermo.
Tus pasos eran lentos y tranquilos, te alejarias por el momento, pero regresarias, te prometiste en ese mismo instante cortarle la garganta, algo en ti se convencía que lo hacías por Anthony, pero muy al fondo sabías que eso era una escusa para justificar de cierto modo tus ganas de matar, esas ganas que te artaste de ocultar y negar.
Hoy definitivamente habría alguien muerto, sería el, o sería yo, pero definitivamente alguien moriría.
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~Por ti~ (Alastor x lectora)
FanfictionUna joven regresa a Nueva Orleans tras la muerte de sus padres para reclamar su herencia, en su recorrido por la ciudad se topa con un joven, el cual le causa curiosidad inmediatamente, su personalidad, su mentalidad, su formalidad, todo eso captó s...