19 ¿De verdad?

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Alex


Mi mejor amiga había traído a unas chicas que había conocido en una granja o algo así. Eran todo lo contrario a lo que a mí me atrae de las personas. Eran tímidas, poco glamourosas, vestían de pena y eran pobres. Bueno, no eran pobres, en realidad, sobre todo la enamorada de Kara, pero a todas luces lo parecían. Esa era otra, la enamorada de Kara. Lena era una chica preciosa, de buena familia, introvertida y muy adinerada que había decidido vivir una vida de chica rural de peli de navidad. Y Kara, la increíble y sociable estrella de la música, había dejado a su novio de años por ella. Bien dejado, claro está, porque el tipo no podría ser más imbécil. Pero ahí estaban, negando estar enamoradas cuando todo el mundo lo veía. Los fans, la prensa y, por supuesto, los amigos. ¿Quién iba a pensar que Kara Danvers se enamoraría de una mujer hasta las trancas?

En favor al grupo de rescatistas he de decir que eran todo bondad y desprendían un aire casi mágico. No todo el mundo renuncia a su vida para cuidar de los más débiles. El primer día que nos vimos, apareció aquella mujer tan guapa, tan fuerte, tan bomba latina... No podía dejar de mirarla. Mis relaciones solían ser con hombres adinerados, perfectamente engalanados en un traje carísimo. Había algo en quitar una corbata que me volvía loca, pero, pasado ese primer encuentro de pura excitación, no solía querer repetir. Parecía que buscaba algo que no acababa de llenarme.

-Quizás deberías conocer a la persona vestida antes que desnuda- me solía repetir Kara entre risas cuando yo le decía que no me había terminado de convencer el tipo con el que me había ido la noche anterior-.

Barry no estaba de acuerdo en mi estilo de vida. Normal, a ningún amigo protector debe agradarle la idea. La noche que conocí a Maggie, justo antes de despedirnos y aprovechando que estaba revisando su móvil, se lo quité y busqué sus contactos.

-Te dejo mi número apuntado por si necesitáis alguna cosa, ¿vale?- dije sonriendo-.

Fue un impulso, pero tenía la esperanza de que me llamara al salir de allí y nos fuéramos a mi casa. ¡Dios! Cada vez que me había mirado aquella noche se me había respigado todo el cuerpo.

-¿Por si necesitan alguna cosa?- preguntó Barry en cuanto estuvimos a solas- ¿Te das cuenta de que están con Kara y ella ya tiene tu número?- rio- ¿No será que la que necesitas algo eres tú?

-¡Pero bueno!- exclamé- ¿Desde cuándo Barry Allen es así de impertinente?

-¡Lo siento!- gritó poniendo cara de desagrado- Me arrepentí en cuanto lo pronuncié.

Llegué a mi apartamento sin obtener nada de aquel número que desconocía. La pelota estaba en su terreno y tenía que esperar por si ella estaba interesada. Me desmaquillé y me pegué una ducha rápida cuando el móvil vibró.

"Hola. No hemos sabido nada de ti desde que nos despedimos. En casa estamos acostumbrados a preocuparnos cuando alguien ha salido y no da señales de que ha llegado bien a su destino. Le he preguntado a Lena, pero dice que no les has escrito. Dijiste que si necesitaba algo escribiera, así que eso hago. Necesitaba saber si estás a salvo en casa"

Mi cara sonrió sin proponérmelo. Allí estaba. No preguntaba qué llevaba puesto ni si podíamos ir a tomar algo. No quería saber nada de mi intimidad ni de si le daba permiso para besarme entera. Lo que quería saber con ese mensaje tan correctamente escrito y tan sumamente largo era si yo estaba a salvo.

De repente, un segundo mensaje llegó sin que yo contestara al primero.

"Siento si ya estabas durmiendo y te he despertado"

"Hola, número desconocido. ¿Eres Matt?"

Al enviar ese primer mensaje recibí el siguiente casi de inmediato.

Todo por ti SUPERCORP AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora