9. Me bajó el vestido

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Lena

Estaba conduciendo camino de la ciudad para ir de compras cuando Kara me soltó ese "¿No eres lesbiana?". Creo que moví un poco el volante porque el coche hizo un movimiento un poco errático, pero luego volví a mi sitio.

-¿A qué viene eso ahora?

-Bueno, eso me dijo Mike, que lo eras. Espero no haberte ofendido.

-¿Que te consideren homosexual sin serlo es ofensivo?- pregunté, pues no me gustó aquella apreciación-.

-No para mí- negó con la cabeza- Aún así discúlpame. Será un chisme más- contestó nerviosa por haber metido la pata-.

-Lo soy- confesé entonces al ella dar por supuesto que no lo era- ¿Hay algún problema?

-Ninguno- contestó incómoda-.

Se sobrevino en ese momento unos segundos de silencio violento y yo empecé a ver lo estúpida que era por haberme puesto a la defensiva.

-Lo siento mucho- dije entonces, acabando con aquella situación- Es solo que me da rabia que la gente se ponga a investigar sobre mí y lo que saque en claro tu novio es que soy lesbiana. Podría haber encontrado más cosas...

-Seguramente lo haya hecho- me cortó, confesando-.

-Habrá visto que el año pasado hice un viaje a Latinoamérica para ayudar a poblaciones desfavorecidas. ¿Eso te lo ha contado?

-No...

-O que algunos del Santuario vamos una vez al mes a contarles cuentos a los niños ingresados en el hospital. ¿Eso sí?

-No...

-O sea, que ha buscado información sobre mí y lo importante que te ha contado es que solo he tenido una relación en mi vida y que fue con una mujer.

-Bueno, no así exactamente.

-Que era lesbiana, entonces- ella asintió sin responder- ¿Te parece que eso es lo más importante?

Guardó silencio un segundo antes de contestar.

-No lo creo. Poco me importa con quién te hayas visto o con quién hayas tenido una relación. Eres una mujer magnífica- sonrió de medio lado- Cuanto más conozco de ti, más me maravillo. Lo importante es quién eres y te aseguro que eres extraordinaria.

No pude evitar sonrojarme a la vez que una sonrisa me delataba.

-Estoy un poco idiota hoy, lo siento- ella negó con la cabeza- Tú también eres increíble, Kara.

-¡Oh, sabes que no!- exclamó dejando el tono serio en que había ido aquella conversación y golpeándome en el hombro- Pero hoy voy a hacer de ti la más bella de todas las que nos acompañen en ese restaurante.

.

Nos adentramos en una tienda cuyo escaparate ya habría hecho que pasara de largo. Infinitos vestidos tremendamente elegantes con precios cuyas cifras eran aún más infinitas. Kara estaba concentrada mirándolo todo y yo solo sonreía tímidamente a la dependienta que me miraba con incredulidad. Yo no pertenecía a ese mundo y aquella mujer lo sabía.

-Prueba este- pidió-.

Miré la etiqueta y negué con la cabeza.

-¡No puedo pagar esto por un vestido!

-¡Pero si eres rica!- exclamó-.

-¡Pero es ofensivo!- volví a gritar-.

-Es seda, señorita- intervino la dependienta y vi ahí mi oportunidad-.

Todo por ti SUPERCORP AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora