18. A ti

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 Kara

Iba a ser una gira triste y aburrida sólo por el hecho de no haberla visto desde hacía unos meses. Hablaba con ella por teléfono o con videollamada constantemente, pero no era suficiente para mí. Todos mis compañeros estaban extasiados con la gira y yo, en circunstancias normales, también lo estaría, pero sólo quería verlas, a ella y a la niña.

Llegaba el primer concierto y estaba de subidón y de bajón al mismo tiempo. Sin embargo, cuando se abrió la puerta y las vi allí, no podía creerlo. ¿Era una ilusión?

-¡Ma!- Exclamó aquella niña preciosa, haciéndome saber que aquello era real, así que la llevé a mis brazos-.

-¿Cómo iba a dejar que dieses el primer concierto sin haberte visto desde navidad?- contestó después de que yo le preguntara qué hacían allí-.

Posé a la niña en el suelo y me fui a abrazarla.

-Dios, ¡cómo echaba esto de menos!- le susurré al oído- No sabes qué falta me hacías.

Noté como sus brazos me apretaban más fuerte cuando me escuchó decirlo. Después de eso, se llevaron a la niña y el equipaje y Lena me dijo que estaría en primera fila.

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Salí a dar aquel concierto como si no hubiera cantado nunca delante de tanta gente. Nerviosa, abrumada, feliz. Y, por supuesto, sólo la miraba a ella que cantaba como la que más. Se sabía mis canciones al dedillo.

-Sabéis que el amor es lo más bonito que existe- comencé a hablar al público- El amor por tu pareja, el amor por tu madre, el amor por tu hijo o el amor por una amiga. No importa lo difícil que vaya vuestra vida, los obstáculos que encontréis en ella. ¡Amad y dejaos amar!- la gente aplaudió ante mi grito- Y si estáis rodeados de personas que se supone que deben amaros y no os sentís así, abandonad esa rutina. Alguien está guardando todo lo que tiene porque espera compartir su vida con vosotros. ¡Quereos a vosotros mismos y el mundo os querrá!

Entonces comenzó a sonar la música de una de nuestras canciones sobre el amor propio, la amistad y la búsqueda de algo mejor, que compuse cuando dejé a Mike y que no estaba en el disco. La gente aplaudía entusiasmada por escuchar una primicia. Tenía muchas canciones que no grabábamos y solíamos cantar una en cada concierto. A veces ya las había subido a las redes, simplemente mi guitarra y yo frente a la cámara. En este caso, nunca la había escuchado nadie fuera del grupo.

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El concierto terminó rapidísimo, al menos a mí se me pasó volando. Lo disfruté como nunca. En el camerino, esperé impaciente a que abrieran esa puerta para verla de nuevo. Picaron y mi corazón se aceleró. Me levanté a abrir y, en cuanto lo hice, se lanzó a mis brazos.

-¡Ha sido increíble!- gritó cuando se soltó de mí- ¡El mejor concierto de mi vida! Bueno, - se corrigió- técnicamente es el primer concierto de mi vida, ¡pero ha sido impresionante! ¡Toda esa gente te adora, Kara, y no es para menos! ¡Dios! Es que estoy... Hoy sí que quiero bailar, Kara- dijo- Llévame a donde quieras.

-Frena, frena, señorita- dije riendo- Vamos a ir a tomar algo con el resto del equipo igual que después de cada concierto, pero no vamos a beber, ni a bailar ni a nada. Este es el primero de muchos y hay que estar en forma.

-¿Ahora Kara Danvers es una persona súper sana?

-Por supuesto- sonreí-.

-Eso me alegra. Por cierto, - me dijo entonces- me encantó la canción nueva. ¿Era sobre tu vida con Mike?

-Y sobre cómo una mano amiga me ayudó a salir de eso.

-Siempre voy a ayudarte en lo que necesites. Lo sabes, ¿no?

Todo por ti SUPERCORP AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora