Epílogo.

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Dimitri no sabía si estaba despierto o no

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Dimitri no sabía si estaba despierto o no.

Lo que sí sabía era que la cabeza le dolía y el recuerdo de la manera en su poder lo controló seguía latiendo en su mente... doliendo. Rememoraba a la perfección el flujo de la energía que lo inundó, y había sido increíble... No había manera de describirlo, sino que solo se había sentido bien de una forma incomprensible. También se había sentido bastante familiar, como si siempre hubiera tenido aquella fuerza y poder, como si no hubiera aparecido de golpe y hubiera existido desde que nació.

Sin embargo, ahora que había regresado a la normalidad y salido del interior del Palacio Real, Dimitri podía darse cuenta que se había dejado influenciar bastante fácil por el poder, por lo bien que se sintió... Y era consciente de que si no se hubiera dado cuenta del abrazo de su hermana y se hubiera detenido a tiempo, probablemente los habría matado a ambos.

Y la verdad era que odiaba la sola idea de que pudo ocurrir... Así como odiaba a Neil por no habérselo advertido. Bueno, en realidad, suponía que aun con la advertencia se le habría complicado detenerse.

Al menos había parado al monstruo y salvado a sus amigos, pensó Dimitri, suspirando.

Unos momentos más tarde, notó que se hallaba en un estado crepuscular; en medio de la consciencia y la oscuridad. Hizo un esfuerzo por despertar plenamente y se obligó a abrir los ojos.

Dimitri parpadeó varias veces, sonriendo levemente al ver el cielo que yacía sobre su cabeza. Apretó los puños y reunió la fuerza suficiente para incorporarse y, cuando lo consiguió, observó que estaba en la plaza junto a los demás.

Jessica, Cian, Ágata, Auguste y Thiago estaban ahí, sentados en el suelo y sin decir ni una sola palabra. Nadie dijo nada por unos largos momentos, y fue Jessica quien finalmente se levantó, deteniéndose delante de Morgana (que estaba a su lado) y Dimitri, bajando la cabeza y diciendo:

—Realmente sentimos haberlos engañado... Fue mi idea el haberlo hecho, pues temí que si les decíamos la verdad no vendrían con nosotros... Y lo siento, realmente lo siento.

Dimitri suspiró, sintiéndose demasiado cansado como para permitirse sentir el enfado que seguramente debía tener.

—¿Era mentira que nuestros padres son de aquí? —preguntó él en un murmullo apenas audible.

—No lo sabemos —respondió Cian; él se veía tan culpable como Jessica—, decidimos decirlo para que no... no dieran marcha atrás.

Dimitri asintió, jugueteando con sus pulgares y agradeciendo estar tan exhausto como para permitir que más lágrimas llegaran a sus ojos.

—Aunque —intervino Auguste. Él era quien peor se veía, y era entendible, después de todos los saltos espaciales que había dado, de hecho, parecía como si en cualquier momento fuera a caer inconsciente—, vi el poder que usaste... Era magia, Dimitri... Y nadie que pertenezca a nuestro mundo puede usarla del modo en que tú lo hiciste.

Dimitri recordó entonces a Neil y el trato que había hecho con él.

—Es cierto —exhaló, mirando a su alrededor y preguntándose si el gato estaría por ahí—, yo... recuerdo que Neil habló conmigo.

—¿El gato? —preguntó Jessica, sorprendida—, ¿cuándo?

—Cuando estábamos en el palacio... Fue como si el tiempo se hubiera detenido de golpe. Y Neil estaba ahí y me dijo que era un nheo...

—Oh, no me digas que hiciste lo que estoy pensando —masculló Morgana, mirándolo con perplejidad—, nuestras heridas no se curaron por sí solas, ¿cierto?

Dimitri volvió a asentir, rehuyendo la mirada y apretando los labios en una fina línea recta.

—Hum, sí... —contestó, dubitativo—. Hice un trato con Neil para que los curara y también para que liberara un supuesto "sello" —Hizo unas comillas al aire para hacer énfasis en la palabra— que retenía mi poder... Aunque aún no entiendo qué significa eso.

—Lo que significa es que no debiste haber confiado en un nheo y menos haber hecho un trato con él —soltó Cian, frunciendo el ceño—, para empezar, se creía que ellos eran solo un mito... ¡Por no hablar que se consideraban las criaturas menos confiables en toda Marzaba!

—¡Pues no tenía otra alternativa! —se exaltó Dimitri, frustrado—, si no lo hubiera hecho como mínimo Thiago y tú habrían muerto.

No lo dijo, pero también estaba Morgana entre aquellas bajas que estuvieron muy cerca de ocurrir.

—Da igual —interrumpió Jessica, tensando la mandíbula—. Por favor, no hablemos de eso ahora... Lo más importante ahora es recuperarnos y reorganizarnos. Entre nuestros planes está hallar a los Guardianes del Reino del Caos, así como a Den y Sarah... De quienes tuvimos que olvidarnos como última instancia.

Esto último lo dijo con su vista fija en el suelo y sus labios curvados en una mueca.

—Sin embargo —dijo Cian de pronto, volviendo su mirada hacia Dimitri y Morgana—, ¿vendrán con nosotros? No los obligaremos, y si quieren volver a Dallas lo entenderemos y los ayudaremos...

Morgana bufó.

—¿Esperas que regresemos después de todo esto? —cuestionó ella con ironía—, literalmente, acaban de marcar nuestras vidas, y sería estúpido regresar pensando que abandonamos a Den y Sarah.

—Sí —coincidió Dimitri, aunque tuvo que admitir que sentía más dudas de lo que su hermana dejaba ver—, iremos con ustedes.

—En ese caso, habrá que ponernos en marcha —respondió Jessica con una sonrisa—, aunque después de haber descansado muchas horas, claro.

Dimitri supuso que todo podía haber resultado peor... y no había sido así. Al menos estaban vivos, a salvo y lejos del alcance de GEASP, ¿no?

Súbitamente, Dimitri oyó el galope de múltiples caballos. Alzó la cabeza, ensanchando los ojos cuando el ruido aumentó y, en cuestión de segundos, estuvieron rodeados.

Había caballos cubriendo la plaza entera y, encima de ellos, montaban jinetes con chalecos antibalas y uniformes verdes.

Dimitri sintió su corazón latir con fuerza contra su pecho y su semblante palidecer de golpe.

En eso, el jinete que parecía estar al mando, se acercó a ellos montando su cabello, haciendo que solo lo separara unos metros de distancia del grupo.

Y luego, con voz firme y masculina, el jinete anunció:

—¡Por órdenes de GEASP y el Gobierno de los Estados Unidos de América, quedan bajo arresto por conspiración y cargos de destrucción masiva!

• F • I • N •

¿Qué creían? ¿Que todo iba a terminar bien y bonito? Pues no ✌

Necesitaba algo que diera inicio al segundo libro... Así que, ¡hasta entonces!

(Para más información, revisar la nota de autor posterior a este epílogo).

Crónicas de Marzaba. El Reino del Caos #1 [COMPLETA] #PGP2022 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora