Cuando Anik y los demás salían a jugar pelota al patio de juegos, uno o dos niños se encargaban de vigilar el extremo de la calle por el que siempre aparecía. Siempre, cuando el reloj marcaba las 10 en punto, el extraño hombre cruzaba la calle, pasando frente a la cerca que marcaba el final de la escuela.
Había mil historias acerca de sus heridas. Algunos niños decían que, por las noches, salía en busca de niños para comérselos, y que al comenzar el día se cosía la boca para evitar que salga su feroz deseo de carne humana. Otros más razonables decían haber escuchado historias acerca de un accidente vial, el cual desfiguró su boca y manos; contaban que una noche, cansado de ver su deforme apariencia, decidió coserse las manos y la boca, esculpiendo la forma que solían tener.
Anik, como recordarás, era apenas un niño, por lo que se cuestionaba absolutamente todo, buscando conocer las causas de lo que lo rodean, incluyendo la historia real detrás de ese hombre, ¿pero cómo?, ¿cómo puedes hablar con alguien que te llena de terror?, además, él es un extraño. No puedes hablar con extraños. Y más importante aún, ¿cómo puedes hablar con alguien que tiene los labios sellados con hilo?

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El Hombre de la Boca Cosida
KurzgeschichtenUn niño, su abuela y un hombre misteriosamente peculiar son los únicos elementos de esta historia. No necesitas saber más.